El Espíritu Santo le guía

El apóstol Pablo exhorta: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu” (Gálatas 5:25). No sólo debemos recibir el Espíritu Santo, sino también andar en el Espíritu. El apóstol Pablo se había enterado de que algunos cristianos no andaban en el Espíritu. A ellos fue que dio este triste anuncio: “Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” (1 Corintios 3:3).

En su libro The Baptism in the Holy Spirit [El Bautismo en el Espíritu Santo], Willard Cantelon señala la importancia de andar en el Espíritu. “No importa cuántos dones espirituales el hombre reciba de Dios, no logra nada a menos que ande en el Espíritu” (1951, 29). El Espíritu Santo viene para mostrarnos la verdad. Pero ¿cómo nos puede enseñar si ignoramos la Biblia, que es la Palabra de verdad? Él ha venido para darnos poder para testificar y poder para orar. Pero ¿cómo puede hacer su gran obra a través de y en nosotros si guardamos silencio con respecto a nuestra fe y somos negligentes en la oración?

Andar en el Espíritu significa dejar que el Espíritu Santo lo guíe. Pero ¿exactamente cómo es que Él guía? Esta lección contesta esa importante pregunta.

Él le guía por la palabra de dios

Algunos dependen de los horóscopos y hasta de los adivinos. Pero usted tiene un Amigo que conoce el futuro. Él sabe lo que es mejor para usted. Él lo ama y quiere guiarlo en todas sus decisiones. Él es el Espíritu Santo.

La Biblia es el mapa del camino que el Espíritu Santo usa para guiarlo a usted al cielo. Diariamente Él le ayuda a aplicar las enseñanzas de la Palabra de Dios a sus circunstancias. De modo que es importante que usted lea la Biblia todos los días.

A veces el Espíritu Santo le habla por medio de ciertos versículos mientras usted los lee. Una y otra vez muchos cristianos han dicho que en su lectura devocional un versículo bíblico les parecía resaltar de la página. Y el versículo tenía las palabras exactas de aliento o sanidad que necesitaban.

El Espíritu Santo le ayudará a recordar los versículos bíblicos que usted se ha memorizado. Así que cuando usted sea tentado a errar le podría llegar a la mente un versículo como advertencia. El Salmo 119:9 confirma: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.”

El Espíritu Santo también le hablará a través de la enseñanza de la Biblia―predicar o enseñar en la iglesia, en la radio, en clubes bíblicos, en literatura evangélica y en cursos de estudio como éste. Estas son las maneras que Él ha escogido para guiarlo a toda verdad. Recuerde Juan 16:13.

Él le guía por la iglesia

Los niños aprenden a caminar, hablar, correr, jugar y trabajar dentro de su familia. Cuando usted nació de nuevo, el Espíritu Santo lo hizo parte de la familia de Dios―la Iglesia del Señor Jesucristo. Él espera que usted acepte de sus hermanos en Cristo la ayuda que le den. Usted encontrará mucha guía, enseñanza y ayuda cuando tome su lugar en una iglesia local. Cerciórese que sea una iglesia que cree en la Biblia, que la obedece y que enseña y acepta la obra del Espíritu Santo.

Cristo ha puesto en la iglesia a pastores, maestros y otros líderes. El Espíritu Santo les da dones especiales y poder para que puedan hacer bien su trabajo.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. (Efesios 4:11–12)

Cada miembro de la iglesia necesita ser lleno del Espíritu Santo. Cuando los líderes y los miembros son guiados por el Espíritu, la iglesia entera puede trabajar junta en armonía. Cada uno puede hacer su parte eficazmente en el plan de Dios.

Él le guía por los dones espirituales

El Espíritu Santo tiene dones espirituales para todos los cristianos. Él quiere que aceptemos estos dones para que podamos ayudarnos unos a otros.

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo…Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. (1 Corintios 12:4, 7)

Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu…a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. (vv. 8, 10)

El Espíritu Santo podría darle a su pastor o a otro cristiano lleno del Espíritu Santo el mensaje de sabiduría o de conocimiento que usted necesita. O este mensaje podría venirle directamente a usted en la forma de una profunda impresión o de una vislumbre de percepción. Usted de repente entiende cuál es la voluntad de Dios para cierta situación. De fuera de la mente le viene la revelación de lo que significa un pasaje bíblico y cómo se aplica a su problema. Dios le da las palabras exactas que usted necesita para ayudarle a otro.

Cuando usted le habla del Señor a la gente, o cuando enseña una lección bíblica, usted necesita esta dirección del Espíritu Santo. Los padres necesitan palabra de sabiduría de Dios para dar a sus hijos el consejo correcto. La obra del Espíritu es para la vida diaria, no sólo para los momentos de crisis.

No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. (Efesios 1:16-17)

Y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte. (Éxodo 35:31)

La profecía, los mensajes en lenguas y la interpretación de lenguas son maneras en las que el Espíritu Santo le habla a un grupo. La profecía es el mensaje de Dios en el idioma del que habla. Podría decir algo que sucederá en el futuro. O podría ser sólo un mensaje de exhortación y consuelo para
los oyentes. A veces el mensaje viene primero en lenguas y luego es interpretado. Estos dos dones juntos son como el don de profecía.

Algunos tienen miedo de estos dones del Espíritu porque han oído decir que hay falsos mensajes. Esto es como negarse a aceptar dinero porque podría recibir un billete falso. Satanás siempre ha tratado de confundir a la gente con imitaciones de la obra de Dios. Había falsos profetas en los tiempos de la Biblia y todavía los hay hoy. Pero el Espíritu Santo no quiere que usted se niegue a aceptar sus dones por temor a recibir un don falso o una imitación de la obra de Dios.

Dios tampoco quiere que usted sea engañado por las imitaciones de su obra. Es por eso que uno de los dones del Espíritu es el discernimiento de espíritus. Este don protege a la iglesia de la obra de los espíritus malignos y de las ideas erróneas de la gente. A veces la gente confunde sus propias
ideas con las revelaciones de Dios. Algunos traen terrible confusión cuando dan “mensajes” para decirles a otros con quién deben casarse, adónde deben ir y qué deben hacer. Por eso Dios nos dice que probemos todos los mensajes.

No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. (1 Tesalonicenses 5:19–22)

Él le guía por visiones, sueños y circunstancias

Usted ha leído en la Biblia cómo Dios le hablaba a la gente en visiones y sueños. El Espíritu Santo todavía habla de esta manera hoy. Está sucediendo lo que Joel profetizó:

Vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños. (Hechos 2:17)

En 1940, B. T. Bard escribió acerca de un maravilloso derramamiento del Espíritu en Pekín.

Hay confesiones de pecados y faltas, mensajes en lenguas e interpretación, palabras proféticas, sueños espirituales, visiones celestiales de Cristo y de la tierra gloriosa, sanidades divinas y, sobre todo, un espíritu de oración y de adoración.

Kao Chu Ju deseaba la presencia de Dios, pero temía que se hiciera un espectáculo de su petición, o que alguien pusiera las manos sobre ella. De repente ella vio a Jesús en una visión, y Él bondadosamente puso las manos, con las llagas de los clavos, sobre ella. Ella cayó al suelo bajo el poder del Espíritu y pronto comenzó a hablar en otras lenguas que el Espíritu le daba.

Los sueños que vienen de Dios son muy vívidos e impresionan profundamente a la persona. Muchos han sido advertidos en sueños que abandonen el pecado y que acepten a Cristo como su Salvador. Usted podría recibir bendición, ayuda y aliento en sus sueños. O el Espíritu Santo podría guiarlo para que ore por alguien, o advertirle de algún peligro.

La mayoría de los sueños no son revelaciones de Dios. Su mente subconsciente sigue trabajando mientras usted duerme y teje sus pensamientos convirtiéndolos en sueños. Sin embargo, usted puede hacer que hasta estos sueños le sirvan. Úselos como recordatorio para orar por todas las personas que vea en sus sueños.

Circunstancias e impresiones

Una cristiana perdió el autobús que debía tomar. Cuatro horas más tarde abordó el siguiente autobús, se sentó al lado de una mujer que necesitaba a Dios, y pudo llevarla a Cristo. El Espíritu Santo la había dirigido por esa circunstancia.

¿Le parece que las puertas de la oportunidad se le cierran a usted? Mire a su alrededor. El Espíritu Santo podría estar abriéndole una puerta a mejores oportunidades. Piense en los primeros cristianos que huyeron de Jerusalén para escaparse de la muerte; pero dondequiera que iban compartían el evangelio y las almas se salvaban. Pablo en la prisión no podía continuar sus viajes misioneros, pero estando allí escribió algunas de sus epístolas.

¿Son terribles las condiciones que lo rodean? Quizás Dios lo ha puesto allí para que usted pueda hacer algo para remediarlas.

Pídale al Espíritu Santo que le ayude a ver qué es lo que usted puede hacer. Luego mantenga los ojos abiertos y póngase a trabajar para mejorar las condiciones. Usted es una de las lámparas de Dios. No se queje por la oscuridad. Sólo alumbre dondequiera que esté.

Con frecuencia el Espíritu Santo lo guiará por impresiones, cuando usted confía en que Él le ayudará a tomar las decisiones que debe tomar. Cuando usted piensa hacer una cosa, siente una profunda paz por ello. Pero cuando piensa en la otra probabilidad, se siente intranquilo.

Un hombre de negocios cristiano tenía una reservación en cierto vuelo, pero se sentía intranquilo por ello. Entre más pensaba en ello peor se sentía. Finalmente cambió su reservación para un vuelo más tarde. El avión que había planeado abordar tuvo un accidente y murieron todos los pasajeros. El Espíritu Santo le había salvado la vida.

Proverbios 16:9 dice: “El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos.” Un pastor, que se apresuraba a una cita, tuvo la impresión de detenerse y tocar a la puerta de una casa en particular. Él trató de ignorar la idea, pero se hizo más fuete. Por fin, volvió y fue a la casa. Allí encontró a un cristiano en desesperante necesidad de su ayuda.

Un cristiano sintió un impulso urgente de visitar a un amigo. Cuando llegó, encontró a su amigo a punto de suicidarse. El cristiano pudo llevarlo a Cristo y su vida se salvó.

“El Señor me dijo que le trajera esto,” dijo un hombre mientras le daba una canasta llena de comida a un pastor. El pastor y su esposa habían estado orando a Dios que supliera sus necesidades porque no tenían ni dinero ni comida.

Su vida puede ser una serie de aventuras emocionantes cuando usted está lleno del Espíritu Santo y aprende a seguir su dirección. Él lo guiará para que sea de gran utilidad y bendición.

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