Principios Básicos en el Estudio Bíblico

En la primera sección se le suministró una vista panorámica de muchos de los tópicos que serán discutidos en este curso. Supo que la Biblia es el libro revelado. La Palabra de Dios debe ser estudiada con más diligencia que la común. Toda su vida cristiana y su fe dependen de una comprensión clara de la Biblia.

En esta lección estudiará más particularmente el proceso de aprendizaje y las técnicas básicas para formular preguntas eficaces. Deseará emplear esta habilidad cuando tenga la oportunidad de dirigir a un grupo de estudio bíblico.

A medida que estudia estas lecciones debe mantener en mente dos propósitos principales por los cuales estudia la Palabra de Dios: 1) para su propio conocimiento y crecimiento espiritual; 2) para ser capaz de compartir verdades espirituales con los demás.

PREPARACION PERSONAL

El primer requisito para el estudio bíblico es el entendimiento espiritual. Lo descubrió en 1 Corintios 2:14 cuando lo examinó en la lección 1. La Palabra de Dios no es un libro muerto sino un libro vivo. Dios vive en la actualidad. El mismo Espíritu Santo que dio el mensaje hace centenares de años habla por medio de su Palabra hoy. Jesucristo le da el Espíritu Santo a todo aquel que lo acepta como Salvador y Señor.

El segundo requisito para el estudio bíblico es el carácter espiritual. El hombre espiritual vive en obediencia a Dios, en comunión perfecta con su Señor vivo. Esta clase de vida se caracteriza por una profunda reverencia, sensibilidad al Espíritu de Dios, mansedumbre, humildad, paciencia y fe. La inmediata confesión del pecado lo mantiene en comunión con Jesucristo. La desobediencia a la luz espiritual hará que la luz desaparezca y sea reemplazada por la oscuridad. Jesús dijo que sus amigos son aquellos que obedecen su Palabra (Juan 15:14).

El estudio de los hechos y verdades requiere una mente alerta, una buena disposición de concentrarse. Debe poseer celo, un deseo apasionado de estudiar la Palabra de Dios. El estudio se vuelve tedioso. Lleva tiempo. Implica trabajo. A menos que resuelva en su mente pensar profundamente acerca de estas cosas, el Espíritu Santo no podrá revelarle sus verdades a usted.

En la lección 1 discutimos la importancia de derivar verdades de un pasaje de las Escrituras, en vez de asignarle a ese pasaje nuestras ideas preconcebidas. El estudio de la Biblia requiere sinceridad. Requiere una mente abierta. Usted procurará que la Biblia hable por sí misma.

Las herramientas para el estudio bíblico son muy sencillas. Papel, lápiz, la Biblia, sus ojos y el tiempo son todo lo que necesita. Es importante dedicar tiempo sin distracciones. Si es posible, usted debe estar solo con el Espíritu Santo y la Palabra cuando estudia.

NECESIDAD DEL ESTUDIO METODICO

El creyente promedio aborda el estudio de la Biblia al azar. Las cosas más comunes que la gente cree y comparte acerca de la Palabra de Dios son las que han escuchado predicar, las que han escuchado de parte de otros, o quizá lo que han leído en libros acerca de la Biblia. El estudio para la mayoría de las personas si es que alguna vez intentan el estudio es quizá una lectura superficial de la Palabra. Con frecuencia, los mismos pasajes son leídos repetidamente. La gente por su timidez no se anima a apartarse de las porciones familiares e internarse en nuevo territorio. Desgraciadamente, muchos creyentes pasan toda su vida simplemente “atados” a una pequeña sección de la Biblia que consideran ser “más fácil” que el resto. No se compenetran así de los tesoros que el Espíritu Santo quisiera compartir con ellos. Pero las cosas no tienen que ser así. La gente común puede estudiar la Biblia metódicamente.

Un método es una forma ordenada de hacer algo. Es un procedimiento, seguido paso a paso, que está calculado para llevar a una conclusión. Los métodos no impedirán que usted use sus propias ideas, pero si servirán como un marco para guiarlo en su estudio. El estudio metódico le proporciona un plan de acción que concentra sus esfuerzos en su objetivo o meta.

¿Puede el Espíritu Santo usar un estudio metódico? Ciertamente que sí, y lo hace. Al emplear el método sintético aprenderá palabras e ideas que quizá le parezcan nuevas. Aprenderá a dar ciertos pasos en su estudio. Son guías para extraer verdades de las Escrituras. El Espíritu Santo ilumina la verdad y no las nociones equivocadas. Y esta iluminación de la verdad puede compararse con la acción del sol y la lluvia que produce las cosechas procedentes de la semilla viva. Así como la labor metódica del agricultor (plantar la semilla, cultivarla y luego cosecharla) ayuda a la acción del sol y de la lluvia para producir la cosecha, así también nuestro estudio metódico nos ayudará a recibir la verdad por medio del Espíritu Santo.

PASOS BASICOS EN EL ESTUDIO BIBLICO

Hay varios pasos básicos en el estudio bíblico que son fundamentales para todo aprendizaje. Esos pasos serán útiles en todo método de estudio. Son: observación, interpretación, resumen, evaluación, aplicación y correlación. Lea estos pasos repetidamente y luego escríbalos a fin de poder recordarlos mejor.

Esta sección de la lección definirá estos seis pasos básicos para usted. La sección siguiente, Técnica de preguntas y respuestas, los explicará más en detalle para demostrarle cómo proceden en el estudio real de las Sagradas Escrituras. De los seis pasos, los dos primeros son cruciales; es decir, de la mayor importancia. Si cumple bien los dos primeros pasos (observación e interpretación) los otros serán fáciles de recordar. Por esta razón, se pondrá más énfasis en estos dos primeros.

Cuando comience a aplicar estos pasos a las Sagradas Escrituras, recuerde que habrá cierta superposición. Por ejemplo, la aplicación y correlación están íntimamente relacionadas y a veces se combinan en un solo paso. Pero los consideraremos separadamente a fin de obtener una comprensión mejor.

La observación significa simplemente formularse la siguiente pregunta: “¿Qué dicen las Sagradas Escrituras?” El famoso poeta Rudyard Kipling escribió el siguiente poema:

Tengo a seis siervos fieles Que me enseñaron todo lo que sé Se llaman Qué, Dónde, Cuándo, Cómo, Quién y Por qué.

Ahora bien, si aplica estas seis preguntas a las Sagradas Escrituras, obtendrá lo que está buscando: hechos y verdades. ¿Busca respuestas a ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Quién? ¿Por qué?

Miles Coverdale fue un gran estudioso de las Sagradas Escrituras y traductor de la primera biblia en inglés en 1535. Con respecto al estudio de la Biblia dijo:

Mejorará notablemente su entendimiento de las Sagradas Escrituras si anota no sólo lo que se habla o escribe, sino también a quién, con qué palabras, en qué tiempo, dónde, con qué intención, en qué circunstancias, respecto de lo que va antes y lo que sigue.

Ahora bien, todo eso es simple observación. No está interpretando cuando está haciendo estas observaciones; la interpretación es el segundo paso en el aprendizaje. La primera vez que lee un pasaje de las Escrituras debe observar a fin de ver lo que dicen éstas. Estará formulándole a la Biblia preguntas relativas a los “hechos” (que serán discutidas en la última sección de esta lección). Este es el fundamento del estudio bíblico. Hallará detalles. A veces es tedioso. Se necesita disciplina para observar simplemente y reservarse el juicio de interpretación hasta que haya estudiado todos los hechos y verdades y tal vez se le haga un poco aburrido, porque usted quiere la interpretación.

Después de haber observado cuidadosamente, tendrá una serie de hechos y verdades. Tendrá nombres, lugares, circunstancias, razones y sabrá por qué las cosas son dichas o hechas. Después de haber terminado la observación, se preguntará: “¿Qué significa todo esto?” (Y a menos que aprenda a formularse esta pregunta nunca recibirá la respuesta.) La interpretación pregunta: “¿Qué significa esto?” Trata de discernir lo que quiso decir el autor.

En la próxima sección, Técnica de preguntas y respuestas, trataremos más directamente la formulación de preguntas interpretativas. Pero, “¿Qué significa esto?” es la base para todas estas preguntas. La idea aquí se relaciona íntimamente con la definición. Quiere decir aquí que debe hacer todo lo que puede para entender el significado común de las palabras en la Biblia. Si tiene acceso a un diccionario, puede serle de ayuda. Si encuentra palabras que no entiende, procure descubrir su significado.

Hacer un resumen en el estudio bíblico significa presentar los puntos principales y detalles acompañantes en una forma breve y conclusiva. El valor del resumen consiste en que enfoca los principíos básicos de la verdad expuesta en cualquier pasaje bíblico. En el resumen, usted verá el todo en forma condensada. Es en realidad el paso final del proceso de la interpretación.

Hay varias formas de demostrar el resumen. A veces se usan diagramas o gráficos. Cuando haya puesto por escrito sus observaciones, podrá organizarlos en forma conveniente. Esta organización debe destacar los puntos y detalles principales. Este curso está necesariamente limitado en cuanto a extensión, de manera que sus resúmenes se harán en forma simple de bosquejo. Estos resúmenes podrán a veces ponerse en forma de diagramas o gráficos.

La evaluación en el sentido en que se emplea aquí NO CONSISTE EN decir si a usted le gusta algo o no. Cuando usted evalúa, está procurando determinar si lo que lee es un principio eterno o una costumbre local aplicable sólo en aquella situación mencionada por la Biblia. Se dice a si mismo: “¿Estoy leyendo algo que constituye un principio eterno, aplicable universalmente a todos? ¿O es esto algo sólo aplicable a esta situación particular?”

Supongamos que está leyendo 1 Corintios y llega al pasaje que habla respecto a la mujer y su cabello. ¿Es incorrecto que la mujer se corte el cabello? ¿En todas partes? ¿En toda época? ¿O es algo que está condicionado a una situación cultural? Es decir, en la cultura de las tierras bíblicas, en los días bíblicos, ¿era ésta una costumbre que no tiene necesariamente aplicación universal? Esta es la clase de conclusión que debe considerar en su evaluación. O en otro pasaje, si llega a la conclusión de que la idolatría en todas partes y siempre está equivocada, entonces es algo universal y eterno. Estas conclusiones se derivan en base a lo que usted ha descubierto en su observación, interpretación y resumen. Si tiene otras fuentes y recursos a su disposición, podría consultar otras fuentes tales como libros sobre costumbres bíblicas, diccionarios bíblicos o comentarios. Si no tiene acceso a esos materiales, no podrá derivar conclusiones acerca de asuntos marginales con la convicción de que podría hacerlo si tuviese más información. Felizmente, podrá tomar decisiones básicas, todas las necesarias, en base a la Biblia solamente.

Aún las cosas destinadas para una situación local específica quizá tengan el respaldo de un principio eterno. Por ejemplo, si en el estudio de 1 Corintios 8 el alumno llega a la conclusión de que el comer o no comer carne ofrecida a los ídolos es asunto de entendimiento cultural y conciencia en una situación local determinada, no significa necesariamente que el alumno pueda comer lo que quiera. En 1 Corintios 8 la actitud de Pablo hacia los demás involucraba NO comer carne ofrecida a los ídolos aún cuando él dijo que en lo que a él concernía no importaba. En esta situación, el principio eterno y dominante es la consideración hacia los demás.

En toda cultura, hay situaciones que involucran la consideración hacia los demás, situaciones en las que el hacer algo o negarse a hacerlo no es un principio eterno sino asunto de ofensa en ese ambiente cultural. De manera que para obedecer el principio eterno de consideración hacia los demás, los creyentes modifican su comportamiento para no ofender a sus hermanos creyentes.

La aplicación está íntimamente relacionada con la evaluación. Después de haber descubierto un principio eterno en cierto versículo bíblico, deberá considerar su relación hacia la gente formulándose la siguiente pregunta: “¿Cómo podemos aplicar este principio a nuestra vida?” Para responder a esta pregunta tendrá que depender de su buen juicio y de la iluminación del Espíritu Santo, quien indudablemente lo guiará mientras usted busca al Señor y su voluntad.

La correlación significa preguntarse sencillamente “¿Cómo encaja esta verdad en la enseñanza total de las Sagradas Escrituras?” Aprendió en la lección 1 que existe una armonía básica en todas las Escrituras. Debe considerar todo el sistema de verdades para interpretar correctamente cualquier parte del mismo. La asombrosa evidencia de la revelación consiste en que los escritos de tanta gente, tan separados el uno del otro por el tiempo y el espacio, están de acuerdo los unos con los otros. La correlación es el paso en el estudio en el que debe ser empleada esta verdad básica.

La fe nos dice que todo en las Sagradas Escrituras está en armonía. Ahora bien, si todo en las Sagradas Escrituras dice cierta cosa y luego se presenta una idea que parece decir lo contrario. algo anda mal. Tendrá que pensar de nuevo, estudiar de nuevo el asunto y pedirle al Señor luz más específica sobre el asunto. El paso de la correlación trata de armonizar todo formando un cuadro bíblico completo formulándose preguntas como las siguientes: “¿Cómo se correlaciona Gálatas con Romanos?” y “¿Cómo se correlacionan Gálatas y Romanos con Santiago?”

TECNICA DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS

El Señor Jesús usó preguntas con habilidad extraordinaria. Puede hallar un ejemplo en Marcos 3. Jesús, antes de sanar al hombre con la mano paralizada, le habló a la gente que observaba. Sabía que había allí quienes lo observaban, esperando la oportunidad de acusarlo de quebrantar el día de reposo. “¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal?”, les preguntó. “¿Salvar la vida o quitarla?”

Sus preguntas hicieron dos cosas. En primer lugar, les demostró qué corrupta se había vuelto la ley cuando prohibía la ayuda en cl día de reposo. En segundo lugar, sus preguntas señalaron un principio eterno: Es bueno siempre ayudar en vez de perjudicar, salvar la vida del hombre en vez de destruirla. La gente se enojó tanto que no podía responder a Jesús. Había demostrado una verdad mediante el uso de preguntas.

Las buenas preguntas demandan respuestas particulares. Una pregunta que puede responderse con un si o un no no es muy eficaz para el aprendizaje. “¿Qué es lo que la ley nos permite hacer en el día de reposo?” fue la pregunta que hizo recordar a la gente los centenares de reglamentos triviales que habían elaborado durante muchos años. Aquellos reglamentos se parecían a los reglamentos de Dios, pero en realidad eran las tradiciones del hombre y nada tenían que ver con los reglamentos divinos. Una buena pregunta usada por el Señor Jesús fue tan eficaz como todo un sermón.

Se le mostrarán siete clases básicas de preguntas (cuatro preguntas) relativas a hechos o verdades y tres preguntas conceptuales que abarcan los pasos básicos del estudio bíblico. Quizá los nombres de las siete clases de preguntas sean nuevos para usted, pero verá que están relacionadas íntimamente con los principios que ha aprendido con anterioridad.\

En cada uno de los siete ejercicios siguientes se le dará una definición de una de las siete clases de preguntas, una referencia de ejemplo para cada pregunta, una pregunta (o preguntas) sobre esta referencia y una respuesta para cada pregunta. Escribirá en la página de su cuaderno de notas usando estos ejemplos como guía. Es muy importante escribir sus respuestas antes de mirar las respuestas sugeridas.

Las preguntas relativas a hechos son: 1) de identificación, 2) modales, 3) temporales, y 4) locales. Preguntan QUIEN o QUE, COMO, CUANDO y DONDE.

1) Las preguntas de identificación usan los pronombres QUIEN y QUE. Estas son preguntas de observación que usted recordará, preguntas para conseguir hechos. Hay variaciones para cada una de estas preguntas que le serán dadas según el pasaje con el que usted trabaja. Por ejemplo, QUIEN puede ser: “¿Quién es el que habla?” “¿De quién se habla?” “¿Quién será afectado por lo que se dice?” Lo mismo se puede decir de QUE. Puede ser: “¿Qué es lo que se dice?” “¿Qué se hace?” “¿Qué se está realizando?” “¿Qué vocablos se emplean?

Las preguntas que responden a QUIEN en las Sagradas Escrituras no son siempre idénticas y de igual manera podemos decir las preguntas que usan QUE. Las preguntas son instrumentos para llegar a los hechos. Cuando el obrero emplea instrumentos, usa los apropiados para la labor. Por ejemplo, si quiere cortar fruta en rebanadas, usa un pequeño cuchillo. Si quiere cortar las ramas de un árbol, usa otra cosa. Las preguntas referentes a hechos están a disposición suya, pero usted no usará necesariamente todas esas preguntas en cada oportunidad. Por ejemplo, si no se da un sitio determinado, quiza no necesite usar la pregunta local. Usará la pregunta apropiada. La referencia de ejemplo para la página modelo del cuaderno de notas es Filipenses 1:12-14. Esta porción de las Sagradas Escrituras se emplea porque tiene posibilidades para un ejemplo por lo menos de cada tipo de preguntas.

2) Las preguntas modales usan ¿COMO?: “¿Cómo se realiza esto?” “¿Qué modo se usó?”

3) Las preguntas temporales usan ¿CUANDO?: “¿Cuándo fue realizado esto?” “¿Cuándo ocurrió?” El adverbio CUANDO no necesita ser contestado siempre mediante una fecha específica. A veces es útil saber simplemente si es pasado, pasado reciente, futuro, futuro cercano o si el acontecimiento vino u ocurrió antes o después de otro acontecimiento.

4) Las preguntas locales usan ¿DONDE? Esta es una pregunta de lugar. El lugar puede indicar el país, la localidad, la casa de alguien, un lugar geográfico como montañas, desierto, etcétera.

Las preguntas conceptuales tienen que ver con la interpretación de los hechos una vez que usted ha elevado éstos al nivel de su comprensión. Hay tres clases básicas de preguntas conceptuales: 1) definitiva, que tiene que ver con definición; 2) racional, que tiene que ver con la razón o el porqué; y 3) implicacional que tiene que ver con la aplicación a la vida diaria, con el descubrir lo que se sugiere según lo que se afirma y con relacionarlo con la Biblia como un todo. Como verá, estas preguntas son en realidad parte de los pasos básicos de estudio bíblico discutidos con anterioridad.

1) Las preguntas definitivas usan la frase: “¿Qué significa esto?” Ha observado que se ha dicho algo. La siguiente pregunta después de haber finalizado la observación es: “Comprendo ahora lo que se ha dicho, pero ¿qué significa?” Una pregunta definitiva reclama una respuesta explicatoria. Puede aplicarse a palabras o vocablos, a declaraciones, gramática, formas literarias, al tono o a la atmósfera general del escrito.

2) Las preguntas racionales emplean la palabra ¿POR QUE? “¿Por qué se dice esto?” Además, “¿Por qué se dice esto aquí?” Ha definido el vocablo y hallado su significado, pero ¿por qué se emplea aquí? ¿Qué posición ocupa en la narración? Para responder a esto como conviene, tendrá que leer unas porciones mayores, tales como el capítulo del libro, a fin de obtener una perspectiva mejor.

Be sure to compare your answers with the suggested ones. Yours do not have to be exactly the same, but they should be similar.

3) Las preguntas implicacionales usan la frase “¿Qué implica todo esto?” ¿Existe aquí un principio que debo descubrir?¿Exíste una aplicación que debo hacer? Observe de nuevo que estas preguntas están relacionadas definitivamente con pasos básicos en el estudio biblico: evaluación, aplicación y correlación. Implicaciones son cosas que no están expresadas directamente, como en el texto, pero que se pueden ver como adicionales a lo que ha sido dicho directamente.

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