Lenguaje Figurado en la Interpretación

Esta lección es la segunda de las dos lecciones sobre interpretación. Ha aprendido ya que el lenguaje figurado explica una cosa en términos de otra. Esto requiere una habilidad especial en la interpretación. La lección 4 lo ayudará a entender algunas de las formas principales en que el lenguaje figurado es usado en las Sagradas Escrituras.

Esta lección le proporcionará una interesante información panorámica del lenguaje figurado según se usa en parábolas, profecías, tipos y símbolos, y poesía en la Biblia. Estas cuatro categorías representan una parte considerable de los escritos bíblicos. Es una parte muy valiosa que no debemos descuidar. No necesita temer en sus estudios de tales partes de las Sagradas Escrituras si aprende a comprender la característica única de cada categoría.

PARABOLAS

Definición

Una parábola es una narración relativa a la naturaleza o a situaciones comunes de la vida. Ilustra una lección moral o religiosa. Las parábolas eran empleadas por maestros de la antiguedad. El Señor Jesús usó parábolas en muchas de sus enseñanzas. En las enseñanzas impartidas por el Maestro, la parábola alcanzó el más alto nivel de perfección. La mayor parte de las parábolas de las Sagradas Escrituras se encuentran en los evangelios. No tienen límite en cuanto a su longitud: pueden ser largas o cortas.

Propósito

El Señor Jesucristo usó parábolas por dos razones: 1) para enseñarles a sus discípulos y a otros que escuchaban y respondían a sus enseñanzas (para esta gente, la parábola iluminaba la verdad); 2) para ocultar la verdad de aquellos que no respondían a sus enseñanzas. Los discípulos le preguntaron a Jesús acerca de esto. En Mateo 13:10 le preguntaron: “¿Por qué les hablas por parábolas?”

Hechos que debemos recordar

En primer lugar, las parábolas siempre ilustran por medio de un proceso o acontecimiento terreno. El perder una moneda, dejar que la luz brille en la oscuridad, un agricultor con su semilla, hombres ricos, hombres pobres, edificación de una casa: todos éstos son temas familiares para la mayoría de la gente. Si tienen oídos para oír, el entendimiento no está lejos. En segundo lugar, la parábola contiene siempre una lección espiritual que tiene la intención de enseñar. En tercer lugar, existe siempre una analogía entre la lección espiritual y la ilustración terrena o común. La analogía es “el parecido, en algunos sentidos, entre cosas que de otra manera son distintas”. En cuarto lugar, tanto la ilustración como la lección deben ser correctamente interpretadas.

Debe existir solamente una verdad central en cada parábola. Los protagonistas, los elementos y conducta necesitarán identificación, pero serán presentaciones de la vida real más bien que presentaciones difíciles y abstractas que se hallan por lo general en una alegoría.

Comprensión de las parábolas

Consideremos cuatro cosas en nuestro método de entender las parábolas. Primero, las parábolas en los evangelios están relacionadas con Cristo y su reino. La primera pregunta que debe formularse cuando las estudia es: “¿Cómo se relaciona esta parábola con Cristo?” ¿Recuerda la parábola del sembrador y la semilla en Mateo 13? Cuando Jesús interpretó esta parábola dijo que El, el Hijo del Hombre, era el hombre que sembraba la buena semilla (v. 37). Formúlese preguntas como las siguientes: “¿Hay un personaje en la parábola que representa a Cristo?” “¿Hay alguna enseñanza en la parábola respecto a Cristo o a su misión en el mundo?” “¿Cómo se relaciona esta parábola con el reino?”

Los reinos de este mundo caen y se levantan. Con respecto a muchos de ellos, podríamos decir que son cosas del pasado, significado que están extinguidos. El reino de Dios ha venido ya para aquellos que son nacidos de nuevo. Continúa, porque la gente continúa naciendo de nuevo. Y vendrá en su sentido más amplio a la venida del Señor Jesucristo. Cuando estudiamos una parábola, entonces, las preguntas importantes que debemos responder en primer lugar son: “¿Cómo se relaciona con Cristo?”, y “¿Cómo se relaciona con el reino?”

En segundo lugar, las parábolas deben ser consideradas según el lugar y la época de donde vinieron. La forma ideal de hacer esto, naturalmente, consiste en estudiar libros respecto a costumbres y culturas de la época bíblica. Añade cierto significado para comprender la parábola de la moneda perdida, por ejemplo, el saber que las mujeres en aquellos días en ese lugar tenían recursos muy limitados. Llevaban sus riquezas personales en el cuerpo en alguna forma de joyas. Representaba un sentido de seguridad contra las dificultades que podrían surgir en el futuro. Una mujer sentiría más ansiedad y preocupación respecto a perder una moneda así, que una mujer moderna que podría tener sencillamente varias otras monedas sin importancia fundamental para ella. De manera entonces que aprenda todo lo que pueda de libros. Ya tenga otros libros de consulta o no, lea con toda la frecuencia que pueda, de la Biblia misma. Por ejemplo, hallará muchísima información en el Antiguo Testamento, en los libros de Exodo y Levítico, que le ayudarán a comprender las costumbres, fiestas, días de reposo y aspectos de la vida bíblica en el Antiguo Testamento.

En tercer lugar, busque la propia explicación que hace Jesús de la parábola. Con frecuencia, su explicación está al final de la parábola, ya sea inmediatamente después o a continuación de varios versículos. Por ejemplo, Jesús explica la parábola de la oveja perdida en Lucas 15:7. Su explicación sigue a las palabras “os digo que . . .”, así como su explicación de la parábola de la moneda perdida en 15:10 sigue a las palabras “así os digo”. Jesús esperó hasta estar solo con sus discípulos para explicar la parábola del sembrador y la semilla (lea Lucas 8:4-9). En este caso, el versículo antes de la parábola (Lucas 8:4) nos ayuda a entender la explicación que Jesús hace de ella.

En cuarto lugar, compare las enseñanzas que parece hallar en las parábolas con el contexto completo de las Escrituras: el capítulo en el que se halla la parábola, el libro o cualquier asociación del Antiguo Testamento que sería útil para entenderla. Mateo, Marcos y Lucas son llamados “evangelios sinópticos” porque tratan de materia similar la vida del Señor Jesús en la tierra. Pero proporcionan la narrativa desde puntos de vista diferentes. Compare los relatos de una parábola si más de un escritor la menciona. A veces podrá hallar más detalles en un relato que en otro. Podrá hallar doctrina en las parábolas, pero debe compararla con otros versículos de las Sagradas Escrituras para su confirmación.

PROFECIA

Definición

La profecía puede ser definida como una declaración inspirada de voluntad y propósitos divinos. A veces los profetas bíblicos “predijeron” acontecimientos que ocurrirían en el futuro, otras veces “declararon” o proclamaron la verdad divina para el presente. Por alguna razón, la gente siente más curiosidad sobre el futuro que sobre la voluntad de Dios para su propia época. Pero ambos tipos de declaración hechas por los profetas eran importantes.

Problemas

¿Pueden las porciones proféticas ser siempre literalmente interpretadas como son los grandes pasajes de enseñanza de la Biblia? ¿Puede entender a Isaías en la misma forma en que entiende el Sermón del monte (Mateo 5 al 7)? No, Isaías será más difícil de interpretar. Podría esperar una respuesta afirmativa, puesto que la regla general para la interpretación bíblica radica en usar el lenguaje literal o normal para el significado de las palabras. Los pasajes que declaran la verdad divina concerniente a la voluntad de Dios para el hombre ahora, pueden ser interpretados mediante los principios básicos que ha aprendido. Pero la profecía que predice futuros acontecimientos es más difícil. Se emplea más lenguaje figurado, de manera que debe realizarse un estudio más profundo para entender cada palabra simbólica. (La próxima sección de la lección amplía este punto.) Una lectura más profunda debe realizarse para descubrir el tiempo, el lugar y las circunstancias del mensaje profético.

Naturalmente, cuando una profecía se ha cumplido y su interpretación está en la Biblia misma, el entendimiento es fácil. Un ejemplo de esto se encuentra en el sermón de Pedro en el día de Pentecostés (Hechos 2:25-33). Pedro citó un Salmo profético (Salmo 16:8-11) y demostró, bajo la unción del Espíritu Santo, cómo se cumplió en Cristo Jesús. Más adelante encontrará otro ejemplo.

¿Pero qué diremos de las profecías que no son interpretadas en las Escrituras? Hay muchas de ellas. Son las más difíciles de interpretar y la gente tiene distintas opiniones sobre ellas. Quizá existan varias razones para ello, pero exploraremos sólo tres:

1) Con frecuencia, los profetas vieron visiones que les revelaron acontecimientos futuros. Es decir, recibieron cuadros mentales de esos acontecimientos. Escribieron lo que vieron, pero es difícil explicarle a otra persona lo que uno ha visto. Piense qué difícil sería explicarle a un ciego cómo es un perro. Puede darle una explicación correcta, pero su cuadro mental puede resultar muy distinto de lo que usted está viendo. Y así es en el caso de las visiones proféticas. El libro del Apocalipsis es un ejemplo de lo que decimos. Juan recibió la visión. Y la escribió. Pero nos es difícil imaginarnos un cuadro exacto de las cosas que él vio. Podemos recibir el mensaje general: el Señor está realizando un programa sobrecogedor en la tierra, los malvados serán castigados, los justos heredarán el reino, Jesucristo será el todo en todo (Rey de reyes y Señor de señores). Pero existen muchas discrepancias de opinión respecto a los detalles del libro del Apocalipsis.

2) La extraordinaria cantidad de material profético en las Sagradas Escrituras requeriría años de estudio especializado para comprender. Además de los últimos diecisiete libros del Antiguo Testamento (que son libros proféticos), hallamos profecía en los Salmos, en el Apocalipsis y esparcida en la mayoría de los otros libros.

3) El elemento temporal en la profecía no es claro por lo general. Quizá se nos proporcione la secuencia de los acontecimientos, pero la época del cumplimiento y el tiempo transcurrido entre los acontecimientos no son velados generalmente. Algunas profecías eran para una época cercana o un futuro cercano, otras para un futuro distante. Estas dos clases de profecías eran a veces unidas de tal manera que parecía que eran las mismas cuando no lo eran. A continuación damos un ejemplo de tal pasaje. Podemos estar seguros de su interpretación porque Jesús mismo lo interpretó.

Cuando el Señor Jesucristo leyó el pasaje de las Sagradas Escrituras en la sinagoga de Nazaret (Lucas 4:16-21), leyó en Isaías 61:1-2. Cuando terminó lo que había querido leer, enrolló el manuscrito, lo entregó y se sentó. Sus palabras dirigidas a la gente fueron: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (v. 21). Pero Jesús no leyó todo el pasaje en el libro de Isaías. Se detuvo en la mitad de una oración. La parte que omitió habla de juicio, del Señor que derrota a los enemigos de su pueblo. La primera parte de la profecía se cumplió mientras escuchaban. La última parte no se ha cumplido aún. Ningún ser humano al leer Isaías 61:2 hubiera podido adivinar que el cumplimiento de lo que él profetizaba estaría dividido por un espacio de tiempo de casi dos mil años. De manera que es prudente no ser dogmático acerca de la profecía. Hay tantas cosas que no sabemos.

Este versículo nos proporciona la perspectiva correcta de la profecía. Jesús es el centro de toda ella. En el último capítulo del libro de Apocalipsis (22:6-10), se señala a Jesús como la persona que está tras la profecía. Por lo tanto, toda profecía debe verse según el Espíritu de Jesús nos da (a sus hijos) “indicios” y “pistas” a lo largo del camino, ayudándonos a entender que participamos en un plan que tendrá su conclusión y un glorioso futuro más allá de esta vida. A pesar de las dificultades que rodean la interpretación de la profecía, sigue siendo una fuente de ánimo y de fe para el creyente. Usted tiene parte en el plan de Jesucristo que avanza hacia adelante. Toda profecía debe ser entendida según esa luz.

TIPOS Y SIMBOLOS

Definición

En la Biblia, un tipo es una persona o cosa en el Antiguo Testamento que, según se cree, prefigura a otra persona o cosa en el Nuevo Testamento. Un símbolo es algo que simplemente representa alguna otra cosa y la representa en alguna forma, con frecuencia, sin la consideración del tiempo que hallamos en un tipo. Pero un símbolo está a veces relacionado con el tiempo, y un tipo es a veces llamado un símbolo.

Los tipos son en realidad “lecciones objetivas” de Dios. Los introdujo en el Antiguo Testamento como una forma de profecía de cosas que se cumplirían en realidad en el Nuevo Testamento. La mayor parte de los tipos del Antiguo Testamento son observados en el tabernáculo y en el peregrinaje de los hijos de Israel en el desierto. Algunos de los tipos principales del Antiguo Testamento son explicados en el libro de Hebreos. En los capítulos 9 y 10, el escritor de la epístola a los Hebreos explica muchos de los arreglos en el tabernáculo y luego dice: “Dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entretanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto” (Hebreo 9:8-9). Luego continúa para demostrar que Cristo es el sacrificio perfecto del cual los sacrificios humanos eran un tipo.

Rasgos de los tipos

Hay tres rasgos del tipo bíblico que son característicos: 1) Debe parecerse realmente a la cosa que prefigura. Por ejemplo, el sacrificio de animales prefiguraba el derramamiento de la sangre del Señor Jesús. Esto era un “tipo” de la muerte expiatoria de Jesucristo. 2) El tipo debe ser indicado en las Sagradas Escrituras ya sea directa o indirectamente. Hebreos 3:7 al 4:11 es un ejemplo de una explicación directa de un tipo. El descanso prometido al pueblo de Dios bajo Moisés y José era un tipo del descanso que se nos promete a nosotros en Cristo. En realidad, puede hallarse toda una serie de tipos de descanso. Los israelitas desobedientes no podían entrar en la tierra de descanso (3:10-11), de la misma manera en que una persona no puede entrar en el descanso de Dios si su corazón es malo e incrédulo. En Hebreos, capítulos 8 y 9, hay ejemplos de tipos que son indicados indirectamente. El tabernáculo del Antiguo Testamento tiene significado, pero el escritor de la epístola a los Hebreos no explica toda relación posible. En virtud de lo que él dice, creemos que hay algunos tipos que se observan en el mobiliario y arreglo del tabernáculo. 3) No se puede obligar a que los tipos correspondan en todos sus detalles con lo que prefiguran. Por ejemplo, varios hombres del Antiguo Testamento son designados como tipos de Cristo. Moisés es uno de ellos, pero ni él ni ningún otro, era igual a Cristo, en todo sentido.

Uso de los tipos

Dios ha empleado una amplia variedad de materias como “lecciones objetivas” o tipos. Si usted estudia esta materia, descubrirá que la gente es usada como tipos. Lugares, tales como la Tierra Prometida, son a veces usados como tipos. Muchos acontecimientos, desde la creación hasta las fiestas y celebraciones del antiguo Israel, eran usados como tipos. Los deberes eran usados como tipos. Esto abarcaba los deberes sumosacerdotales que prefiguraban a Jesucristo el gran Sumo Sacerdote y la forma levítica de transportar el arca del pacto con tanto cuidado, puesto que el tocarla con las manos significaba muerte. Esto enseñaba respeto por la santidad de Dios (2 Samuel 6:6-7). Objetos materiales tales como el tabernáculo y su mobiliario eran tipos.

Los libros que hemos escogido para este curso son libros cortos que puede estudiar y aprender principios para aplicarlos a cualquier libro en la Biblia. A medida que se profundiza en el estudio bíblico, probablemente se interesará en aplicar dichos métodos aprendidos a libros más extensos. Los libros del Antiguo Testamento en los que más abundan tipos y simbolismos son los libros de Moisés: desde el Génesis hasta Deuteronomio.

La comida de la Pascua es designada como un tipo con verdadero significado por el Señor Jesús (Lucas 22:14-16). En virtud de esto podemos esperar hallar varios tipos interesantes en el acontecimiento de la Pascua.

Símbolos

Un símbolo fue definido al principio de esta sección como algo que está en lugar de alguna otra cosa y la representa en alguna forma. Con frecuencia es diferente de un tipo en el sentido de que no procura prefigurar la cosa que representa. Simplemente está en lugar de ella. Necesita proceder con cuidado tanto con los símbolos como con los tipos en el sentido de que la interpretación de ellos proceda de las Escrituras mismas. El peligro reside en permitir que su imaginación haga comparaciones forzadas que no son correctas.

Los símbolos en las Sagradas Escrituras tienen a veces más de un significado. Por ejemplo, Jesús fue llamado “el León de la tribu de Judá” (Apocalipsis 5:5), pero el símbolo de un león que anda buscando a quien devorar es empleado para el diablo (1 Pedro 5:8). El aspecto del león para ilustrar al Señor Jesucristo es el rasgo fuerte, soberano, del animal. Jesús es representado como el Cordero de Dios, muerto desde antes de la fundación del mundo. El cordero es también una ilustración del nuevo creyente. La higuera y la sal son símbolos del pueblo de Dios. La cosecha, un casamiento, el vino, fueron símbolos del fin de los siglos. Pueden hallarse símbolos en el Nuevo Testamento también como en el Antiguo Testamento.

POESIA

Dónde se halla

La poesía aparece en la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Exodo 15 nos proporciona hermosos cánticos de Moisés y María; Lucas 1 nos proporciona el cántico de alabanza de María y la profecía de Zacarías que está redactada en lenguaje poético. Al estudiar la Biblia hallará muchísima poesía hebrea. El libro de los Salmos, naturalmente es el libro de himnos de Israel: poesía lírica escrita para ser cantada.

Rasgos de la poesía hebrea

La poesía hebrea no tiene rima. La longitud de las líneas no tiene importancia. El poema hebreo sigue un modelo de pensamiento. El escritor goza de gran libertad en la estructura de cada línea.

La poesía hebrea recibe mucho de su estilo del paralelismo. Paralelismo es un vocablo que procede de la palabra “paralelo”. En el sentido empleado aquí, se refiere a la relación entre cada dos líneas o versos en la poesía hebrea. Hay tres clases de paralelismo empleadas en la poesía hebrea. Le proporcionaré el

nombre y la explicación de cada una. No necesitará recordar los nombres técnicos, pero será bueno observar las clases de paralelismo. Cuando los encuentre en las Sagradas Escrituras, estará consciente de que lo dicho no es un accidente, sino una parte planeada de la escritura del poema. Las tres clases de paralelismo son: sinónimo, antitético y sintético. El paralelismo sinónimo significa que la segunda línea del poema REPITE la VERDAD de la primera línea con palabras similares. Hallará un ejemplo de esto en el Salmo 24:1.

De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo y los que en él habitan.

El paralelismo antitético significa CONTRASTE. La segunda línea se contrasta con la primera. El Salmo 1:6 es un ejemplo de esto.

Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

El paralelismo sintético AUMENTA. La segunda línea añade algo a la primera. Puede observarse esto en el Salmo 19:7.

La ley de Jehová es perfecta, Que convierte el alma.

En la poesía hebrea, los sentimientos, pensamientos y emociones son de elevadísima importancia. Está escrita regularmente en la primera persona “yo” y trata de experiencias personales. El autor hebreo combina hechos concretos y experiencias verdaderas con el lenguaje figurado que presenta cuadros vívidos para la mente del lector.

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