Composición—Conocer las partes

Las tres lecciones de esta unidad tratarán sobre aspectos del método sintético o de todo el libro en el estudio bíblico. Habacuc es el libro que examinaremos. La palabra sintético no debe alarmarlo. Procede de dos palabras griegas que significan “junto” y “poner” De manera qué sintético significa “poner junto”.

Hallará algunas otras palabras poco comunes en esta lección y en la siguiente. No se desanime si no puede recordarlas. Lo más importante son las ideas relacionadas con estas palabras. Pero si recuerda unas pocas de las palabras, tanto mejor. Esta lección será fundamental para todos sus futuros estudios bíblicos, de manera que asegúrese de que entiende cada uno de los puntos antes de avanzar al siguiente.

DEFINICION DEL METODO DE ESTUDIO DE TODO EL LIBRO

Cuando el arqueólogo visita una zona de excavación en busca de los restos de antiguas civilizaciones, empieza por la investigación general y amplia de la zona, hasta los menores detalles en la que hasta el polvo de la tierra se examina para hallar artículos de interés. Llega al terreno y examina la tierra. Luego lo divide en secciones. Ni él ni sus colaboradores jamás comienzan una “excavación” sin primero realizar esta investigación; luego, buscan los detalles. Todo hallazgo es finalmente examinado cuidadosamente, fotografiado y registrado. Pero el arqueólogo no estudia los detalles mínimos hasta no examinar y medir primero todo el campo dónde piensa trabajar.

El método sintético de estudio bíblico corresponde al amplio sistema de investigación general pensado por el arqueólogo. El estudiante de la Biblia podrá hallar el tesoro de un profundo significado en los detalles de las Sagradas Escrituras cuando observa primero el libro o un pasaje principal como un todo unificado.

Recordemos que el vocablo sintético significa “poner junto”. El método sintético (o el método de todo el libro) proporciona un cuadro general del libro, una vista “a vuelo de pájaro”. Este método puede usarse como una parte del libro si esa parte constituye una unidad (tal como un salmo o el Sermón del monte) que puede estudiarse sola.

El primer paso en el método sintético consiste en la lectura de todo el libro. Se ha escogido para este caso un libro corto a fin de que lo pueda leer todo de corrido. Cuando llegue el momento de aplicar el método, estará buscando una información específica a medida que lee de nuevo el libro. Cuando haya reunido la información en forma escrita abreviada, podrá hacer un resumen mediante un bosquejo. O quizá procure hacer un breve diagrama. Cualquiera que sea el sistema que escoge para hacer un resumen, tendrá una buena idea del contenido general del mensaje del libro. Luego, al igual que el arqueólogo y sus tesoros, examinará cada sección pequeña del libro que estudia. Descubrirá que el tesoro de la Santa Palabra de Dios no puede agotarse nunca. Mientras viva, podrá retornar a los pasajes una y otra vez y hallar nueva inspiración cada vez que lo haga.

PRINCIPIOS DE COMPOSICION

Una composición consiste en poner juntas varias partes a fin de hacer una cosa de ellas, hacer un todo. Una composición puede consistir en una pintura, una obra musical, poesía o lenguaje escrito. Cualquiera que sea la composición, expresará unidad. Tendrá un comienzo, una parte central y un final. Si es una obra de arte, consistirá de varias partes que se unirán para formar una unidad.

Una composición formada de palabras debe comunicar pensamientos. Dios le dio al hombre el lenguaje. Junto con el lenguaje, viene el orden, arreglo y principios que hacen posible la comunicación. Todo lenguaje tiene orden, aunque existan diferencias entre uno y otro.

La gente, por lo general, no considera que los autores bíblicos tenían un plan en la mente cuando se sentaron a escribir lo que reconocemos hoy por las Sagradas Escrituras. Puesto que prestamos tanta atención a la inspiración que recibieron del Espíritu Santo estos hombres, nos olvidamos casi que el Espíritu Santo usó el talento de estos escritores. Las Sagradas Escrituras son inspiradas del Espíritu Santo en contenido y mensaje, y El, usó a los escritores, su idioma, su vocabulario y las formas de literatura de la época. Todo esto tenía que ser así, puesto que el Espíritu Santo comunicaba la verdad. Nos comunicamos con la gente empleando las formas idiomáticas que ella sabe.

Me doy tiempo de prepararle a usted para que aprenda los principios de la composición, porque son importantes. Estoy seguro de que reconocerá muchas de las ideas que representan estos principios.

Consideremos al apóstol Pablo. El sabía que estaba escribiendo cartas. Usó el estilo epistolar de su época. Los saludos de sus cartas se parecen mucho a los de cartas que han hallado los arqueólogos escritas durante este periodo. David sabía que escribía poesía. Hemos discutido algunos aspectos de la poesía hebrea y ampliaremos la discusión en la lección 6. Moisés escribió la ley de Dios con toda la intención de que se convirtiera en documento que fuera recibido por el pueblo como una bendición y una advertencia. Consideremos Deuteronomio 31:24-26:

Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse, dio órdenes a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo: Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová, vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.

Todos los escritores del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento escribieron con la plena conciencia de que escribían algo que comunicaría.

Ahora bien, cuando usted escribe algo, trata de escribir con claridad. Hay principios sencillos de arreglo u organización que es bueno saber porque hacen que el todo sea más comprensible. Sin duda, usa esos principios, pero quizá no haya aprendido los nombres o se haya dado cuenta de que eran principios de composición. Quizá compare una cosa con otra. Tal vez emplee una ilustración. O quizá repita ideas porque usted quiere realmente que la persona que lee el escrito se dé cuenta de lo que usted quiere decir. Quizá advierta o diga cosas de otra manera a fin de ayudar a alguien a entender. Usará todos estos principios de escritura si quiere convencer a alguien de la importancia de sus palabras.

Bien, los Advirtieron, escritores de la Biblia hicieron lo mismo. ilustraron, repitieron, hicieron comparaciones, demostraron relaciones, y declararon cosas en otra forma. Si usted observa estos principios como pistas o indicios de lo que el escritor bíblico trataba de comunicar, comprenderá estos principios y comenzará a ver su motivación. Los ojos de su entendimiento comenzarán a abrirse a medida que observa el poderoso empleo que hace el Espíritu Santo de estos principios.

GRUPOS DE RECURSOS LITERARIOS

Comparación y contraste

La comparación involucra la asociación de dos o más cosas que son similares en alguna forma. A veces las palabras “como” o “igual que” le darán un indicio de que dos cosas similares están siendo comparadas. Cuando observa este recurso, se dará cuenta de que la similitud está siendo recalcada por el autor. Cuando se da cuenta de que el autor realiza la comparación de dos o más cosas similares, usted se dirá: “Este es un recurso de la composición: la comparación.” Descubrirá que la comparación se efectúa en lo que respecta a la gente, lugares, cosas o ideas.

La comparación es el primero de veinte recursos de composición que aprenderá a reconocer en esta lección. Cada uno de estos recursos será explicado e ilustrado con varios ejemplos de las Sagradas Escrituras. Deberá escribir usted respuestas para estos ejemplos en su cuaderno de notas. Al final de esta sección intitulada Grupos de recursos literarios, habrá un ejercicio de emparejamiento fundamentado en la definición para cada uno de los doce recursos en esta sección. Habrá otro ejercicio similar de emparejamiento fundamentado en los ocho recursos restantes bajo la sección de Recursos literarios misceláneos.

El contraste involucra diferencias entre cosas. A veces las cosas contrastadas tienen sólo pequeñas diferencias, pero en otras ocasiones las cosas son totalmente distintas. El contraste puede ser realizado como vocablos como “pero”, “sino”, “asimismo” y “sin embargo’’. La esencia del contraste no consiste en la palabra que se emplea para indicarlo, sino en el hecho de que se recalcan cualidades distintas. De manera que observe contrastes.

Repetición, intercambio, continuidad, continuación

La repetición consiste en usar de nuevo palabras idénticas, frases u oraciones para conseguir énfasis. Por ejemplo, varias veces en el segundo capítulo de Habacuc, aparecen advertencias acompañadas de “ayes”. En el capítulo 23 de Mateo, leemos repetidamente las siguientes palabras: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!” Este recurso podría denominarse enérgica repetición. Le proporciona al pasaje unidad de pensamiento.

En el intercambio, el estudiante observará una clase especial de repetición que consiste en una norma alternada que se repite. Tenemos un hermoso ejemplo de este recurso en Lucas capítulos 1 y 2, en donde hallamos intercambio o alternación entre los temas de Juan el Bautista y el Señor Jesucristo: el anuncio del pronto nacimiento de Juan y del Señor Jesús; el nacimiento de Juan y el de Jesús. El empleo de este recurso de intercambio recalca el contraste o la comparación. Es un recurso literario muy bueno cuando se usa eficazmente, como lo ha usado Lucas.

La continuidad es aparente en pasajes en los que se emplea la repetición de términos “mas o menos” semejantes. Con frecuencia se observa en la repetida expresión de una idea en vocablos similares. Quizá exista movimiento hacia un punto determinado en el pasaje. Por ejemplo, en Amós 1:6 al 2:6 observamos una oración repetida: “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de… y por el cuarto, no revocaré su castigo.” La misma oración gramatical se repite para Gaza, Tiro, Edom, Amón, Moab, Judá y finalmente Israel. Los pecados de cada uno de estos grupos son diferentes, pero la norma o pauta es la misma. El asunto consiste en que la condenación se aproxima cada vez más a Israel, al pueblo por el cual Dios se preocupa intensamente. Así que la continuidad consiste en el uso repetido de vocablos o frases similares para expresar la misma idea.

Ahora bien, la continuación involucra el trato amplio de un tema particular. El tema se desarrolla después de haber sido presentado o introducido. La esencia de la continuación es el progreso mediante extensión. Usted ha estudiado ya el paralelismo en conexión con la poesía hebrea. La continuación está estrechamente relacionada con el paralelismo “sintético” en donde el pensamiento de una línea es reforzado o extendido en la segunda línea. Cuando estudia un pasaje de las Sagradas Escrituras, adopte el hábito de preguntarse: “¿Qué es lo que se está haciendo aquí?” Cuando un autor toma una idea y avanza con ella, extendiéndola y desarrollándola, está usando el recurso o principio de la continuación. Este recurso literario se hallará especialmente en la narración o en los cuentos. Todo el libro de Jonás contiene el recurso de la continuación.

Clímax (o gradación) y punto crucial

El clímax (o gradación) implica llegar al punto crítico de una historia o narrativa: el punto más elevado de interés. El autor pasa de un simple punto de interés hasta llegar a otro más elevado y finalmente al punto más elevado de interés e importancia. Luego, hay un corto período ya casi al final cuando todas las cosas se combinan, la tensión es liberada y el lector ve cómo se produce todo. Mas el clímax es ese punto crítico. Exodo se desarrolla con un clímax. El punto más elevado se encuentra en 40:34-35. Después de todo el relato de la partida de Egipto, la promulgación de la ley, las instrucciones, los detalles del tabernáculo, finalmente la nube y la esplendente luz de la presencia de Jehová cubre y llena el tabernáculo. Este es el clímax o punto culminante del libro.

El punto crucial es una expresión íntimamente relacionada con el clímax, pero se halla en pasajes didácticos o de enseñanza más que en pasajes narrativos o de cuentos. En un pasaje didáctico, constituye el eje de la discusión, el “eje” alrededor del cual gira el asunto bajo discusión. En un libro como el de Gálatas hay varios puntos cruciales porque hay “sub-divisiones” dentro de la discusión principal. El punto crucial, central de todo el libro es Gálatas 5:1: “Estad pues, firmes en la libertad con que Cristo os hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.” Los primeros cuatro capítulos conducen a este punto crucial y fundamental.

Sin embargo, hay otros puntos fundamentales en la enseñanza de Pablo a los Gálatas. Uno de estos se encuentra en 3:16. Pablo ha estado demostrando que la ley de Israel, que no es suficiente para la salvación, está relacionada con la muerte de Cristo (3:13). Luego procede a demostrar cómo las promesas que Dios le hizo a Abraham estaban realmente dirigidas hacia Jesucristo, en quien todo se cumple. El versículo crucial y fundamental sobre el cual todo gira, sin el cual todo fracasaría, es 3:16. Las promesas son hechas por Dios a la simiente de Abraham (singular y no plural).

De manera que el punto crucial o fundamental es el eje en la enseñanza de un pasaje. Puede hallarse también en historias o relatos narrativos, pero no como el clímax o punto culminante, sino como un punto crucial. En el libro de Rut, por ejemplo, constituye un punto crucial el incidente en el que Booz se sienta a las puertas y negocia con los otros parientes. Si las cosas no marcharan bien hasta ese punto, todo fracasaría. Por lo tanto, es un punto crucial.

Particularización y generalización

La particularización es el pensamiento que pasa de lo general a lo particular, muy semejante al hecho de que el estudio sintético pasará de una investigación general de todo el libro al estudio de detalles. En la particularización se pasa del todo a sus partes, de lo general a lo específico. En otras palabras, se podría generalizar diciendo, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Pero, “Fulano de Tal ha pecado”, o “Yo he pecado”, lo lleva al terreno de lo específico. Esta es la particularización, que se denomina a veces pensamiento deductivo.

La generalización es el movimiento inductivo del pensamiento que pasa del ejemplo específico al principio general. Es lo opuesto de la particularización.

Causalidad y comprobación

El principio de causalidad procede de la causa al efecto; trata primero con la razón para algo, luego con el resultado de eso. Esto se observa en Habacuc 2:15,16. Dice: “¡Ay del que da de beber a su prójimo! . . . le embriagas para mirar su desnudez! . . . bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.” Causa: tratamiento malintencionado del prójimo. Efecto: el juicio de Dios.

La comprobación es lo contrario de la causalidad. La comprobación de caúsa pasa del efecto a la causa. Algo ocurre. La razón se explica más tarde. El vocablo “porque” es la palabra clave en el uso de este recurso literario. Yo digo: “Me duele el dedo.” Alguien me pregunta: “¿Por qué?” Le respondo: “Porque me quemé.” Se trata de una ilustración muy sencilla, pero señala la progresión .

RECURSOS LITERARIOS MISCELANEOS

Instrumentación

La instrumentación involucra los medios, herramientas o instrumentos que se usan para hacer que algo ocurra. Una palabra clave es “por” como se usa en Santiago 1:18: “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad”. En este versículo, la palabra por indica que seguirá la instrumentación.

Explicación

La explicación aclara, analiza o explica. Por ejemplo, en Lucas 2:4 se nos dice que José fue de Nazaret a Galilea. Su viaje se debía a que era descendiente de David.

Preparación

La preparación es un material de introducción preliminar al resto de una sección o libro. Por ejemplo, en Lucas 1:14, Lucas nos proporciona una corta introducción preliminar diciéndonos cuáles son sus propósitos y cuál es su metodología. No es parte del relato del evangelio mismo; es preliminar.

Resumen

El resumen es información condensada en su forma más breve. Usted hace el resumen de lo que ya ha escrito o dicho. El estilo es terso. Es conciso. Busca la esencia del todo. Por ejemplo, Génesis 45 es un capítulo de resumen de toda la historia de José. Expresa con brevedad lo que ha acontecido hasta este punto.

Interrogación

La interrogación consiste en hacer preguntas. A veces los escritores de la Biblia formulan una pregunta y siguen dando la respuesta. El apóstol Pablo lo hace con frecuencia. Un ejemplo de ello lo encontramos en Romanos 3:31: “¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.” Otras preguntas son de carácter retórico, significando que la respuesta es tan evidente que la pregunta no necesita ser contestada. Gálatas 3:5 es un ejemplo de ello: “Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?”

Armonía

La armonía involucra unidad por acuerdo o consecuencia. Cuando se establece un punto, los otros puntos más adelante en el pasaje deben coincidir con él. Se llama la “ley” de la armonía, pero en realidad es “verdad”; establece con seguridad que todas las partes dicen la verdad. Las Sagradas Escrituras en su totalidad ilustran la armonía. Y la armonía se observa con facilidad en pasajes en los que surge un problema y la solución correspondiente: la enfermedad y el remedio, la promesa y su cumplimiento.

Principal

La principalidad no es simplemente una idea principal que surge sola, sino que involucra una idea principal apoyada por ideas subordinadas. Es dominio y subordinación. Un bosquejo es una buena ilustración de la principalidad. Un encabezado principal está separado de sus sub-encabezados, pero éstos contribuyen con detalles. En las Sagradas Escrituras, este recurso literario es ilustrado en las parábolas del Señor Jesucristo. Se le ha enseñado ya que la parábola enseña una lección principal o dominante. La lección que la parábola procura enseñar se desarrolla en un fondo de detalles menores. Todo ello contribuye a hacer la parábola, pero una lección dominante se destaca. En la interpretación de las Sagradas Escrituras, es importante adiestrar el ojo y la mente a fin de enfocar lo central o esencial en cada libro o pasaje y ser capaz de identificar a la vez las cosas secundarias o subordinadas.

Radiación

En la radiación todo señala hacia cierta cosa o hacia afuera de ella. Las ramas de un árbol o los rayos de una rueda son ejemplos visuales de radiación. En las Sagradas Escrituras, el Salmo 119 demuestra este curso en forma maravillosa. Sus 176 versículos son divididos en 22 estrofas. Todos ellos radian el mismo punto o tema: la grandeza y excelencia de la ley de Dios.

Una nueva advertencia respecto a estos recursos literarios: descubrirá que se superponen. Por ejemplo, descubrirá que la misma pregunta se formula varias veces. Esto sería superposición de interrogación y repetición. Quizá una u otra sea dominante. Comience observando estos recursos a medida que lee. Finalmente, los distintos aspectos de la composición son a veces considerados como principios de composición y otras veces como recursos literarios, como en el caso de la comparación y repetición en esta lección.

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