Al Escoger su Futuro Cónyuge


¿Cómo puede un joven saber cuando ha encontrado a la señorita ideal para hacerla su prometida? ¿Cómo escoge una señorita al hombre con quien pasará el resto de su vida? Dios mismo, quien entiende mucho mejor que cualquiera otra persona la importancia de escoger al compañero ideal, ha prometido: “Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma” (Isaías 58:11).

La oración, y una mirada honesta a lo que la Biblia dice acerca del matrimonio, ha salvado a muchos jóvenes de hacer una mala decisión. En esta lección descubriremos la importancia de considerar las actitudes de la otra persona hacia la vida, y sus rasgos y modelos en el comportamiento. También, podemos aprender lecciones de mucho valor, de matrimonios que se han formado sobre principios divinos y de otros que
se han formado sin principios divinos. Dios sabe quién es la “persona indicada” para cada uno de sus hijos, y no dejara de dirigir a aquellos que sinceramente desean hacer su voluntad en esta decisión tan importante.

La Importancia de Saber Escoger

La elección de la persona que va a ser su cónyuge toda su vida es extremadamente importante. ¿Por qué? Existen varias razones.

Primero, es importante por la influencia que su cónyuge tendrá sobre usted. La persona con quien usted se case le ayudará a moldear su vida. Él o ella puede cambiar el curso de su vida, ya sea hacia lo recto y rumbo al cielo o hacia el pecado y rumbo al infierno. La influencia diaria de su cónyuge le ayudará a que alcance su meta de eterna felicidad o le alejará de Dios quien es la única fuente del gozo verdadero. La elección
de su futuro cónyuge le hará más fácil o más difícil el amar, servir y obedecer a Dios.

Segundo, esta elección es importante porque es para toda la vida. Los cristianos no se  unen en matrimonio con la idea de que se pueden divorciar si no se llevan bien el uno con el otro. Si usted tiene una bicicleta o un automóvil que no le gusta, lo puede vender y comprarse otro. Pero no puede hacer eso con la esposa o el esposo. La Biblia enseña que el matrimonio es para siempre.

Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. (Romanos 7:2)

Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. (Marcos 10:9)

Tampoco existe el matrimonio a prueba para los cristianos, es decir, vivir juntos temporalmente para ver si se llevan bien antes del matrimonio. De acuerdo con las normas morales de Dios, esto está mal, es inmoral.

Puesto que la elección de su cónyuge para toda la vida es tan importante, no se debe hacer apresuradamente. Afortunadamente, la Palabra de Dios nos da algunos principios básicos a seguir al hacer la elección para que el matrimonio sea feliz.

La Dirección de Dios

Dios esta Dispuesto a Guiarnos

Si usted es hijo de Dios, puede estar seguro de que su Padre quiere que tenga el mejor cónyuge.

Dios le ama y quiere ayudarle. Por tanto, antes de hacer la elección, asegúrese de pedirle a Dios que lo guíe definitivamente a la persona que Él ha escogido. Ore al respecto y esté dispuesto a seguir la dirección del Señor.

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídale a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1:5)

Cómo Dios Dirige

¿Cómo le da a conocer Dios a una persona con quién debería casarse? Por lo general Dios dirige a sus hijos en este asunto por medio de una combinación de maneras. Un cristiano debe buscar la dirección de Dios en todas estas formas.

Primero, uno que va a escoger al cónyuge para la vida deberá asegurarse de que está de acuerdo con los principios que se encuentran en la Biblia. Una segunda consideración es esta: ¿Se adaptan las cualidades personales del uno para con el otro? Tercero, las circunstancias deben obrar en armonía para hacer posible el matrimonio. Debe haber amor mutuo y aceptación del uno para con el otro. Por último, debe haber una seguridad de que es la voluntad de Dios.

Normas Bíblicas

Lo primero y más importante es la manera como Dios lo guía a través de su Palabra. En la Biblia Él le da algunas reglas para obedecer. Usted puede tener la seguridad que su dirección no será contraria a su Palabra. Dos de estas reglas para los cristianos son: 1) Cásese con una persona cristiana; 2) Asegúrese de que están de acuerdo.

Cásese con una Persona Cristiana

Aquellos que ya han formado su hogar tienen obligaciones morales para sus cónyuges, cristianos o no cristianos. Pero si usted es soltero y es cristiano puede estar seguro que Dios no quiere que se case con un incrédulo.

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la
justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6:14)

Leemos en la Biblia acerca de dos jóvenes con un buen futuro que cometieron el error de casarse con mujeres que no creían en Dios: Sansón y Salomón. Sansón se enamoró
de una joven que no era de su misma religión. Sus padres le aconsejaron que se casara con una joven de su propio pueblo, pero él no los escuchó. Su primer matrimonio fue todo un fracaso desde el principio. Pero aun así no siguió las normas morales de Dios. La segunda vez se enredó con una incrédula y esto le condujo a una tragedia personal y a la muerte. El rey Salomón también se alejó de Dios por causa de una mujer incrédula, la hija de Faraón (1 Reyes 3:1). De este error tan craso que cometió, fue conducido a tomar muchas más mujeres incrédulas y apoyar la idolatría, una decisión que acarreó el juicio de Dios sobre su reinado (1 Reyes 11:1–11).

Así que, cuidado con sus amistades. Siempre hay una atracción entre los sexos. No permita que esto le conduzca a un noviazgo con una persona inconversa. Escoja a sus mejores amigos entre los cristianos. No deje que Satanás lo desvié de la voluntad de Dios y arruine su vida al unirse en matrimonio con una persona incrédula.

Asegúrese de Estar de Acuerdo

El simple hecho de que la persona con la cual usted se va a casar es cristiana no basta. La Biblia enseña que no pueden tener un hogar feliz a menos que estén de acuerdo en
ciertas cosas.

Los desacuerdos sobre la religión pueden hacer muy infeliz el hogar. Usted y su cónyuge deben estar de acuerdo en el lugar que Dios tendrá en sus vidas, cómo le servirán, a qué iglesia asistirán y qué clase de instrucción religiosa le darán a sus
hijos. Las diferencias doctrinales a veces dividen un hogar. Si los cónyuges asisten a diferentes iglesias, es una manera muy pobre de empezar un hogar.

No existen dos personas que estén de acuerdo en todo perfectamente; usted no debe esperar eso. Pero el esposo y la esposa deben convenir en los principios básicos.

¿Está usted y la persona con quien espera casarse de acuerdo con las normas morales de la Biblia para su hogar? ¿Cómo disciplinar a los hijos? ¿Las responsabilidades de
ambos? ¿Cómo distribuir su dinero? Si no, tenga cuidado. Puede estarse encaminando hacia dificultades.

Estas lecciones le ayudarán a tener un hogar más feliz, al estudiar ambos cónyuges las instrucciones de Dios y estar de acuerdo en las normas morales que Él les da en su Palabra.

Cualidades Personales

¿Cuáles son las cualidades que le gustaría encontrar en la persona con quien piensa casarse? Algunos jóvenes dicen: “La joven con quien me case tiene que ser bonita, que tenga talentos y educación. Debe venir de una familia de prestigio.”

Algunas de estas cosas son deseables, pero ninguna de ellas garantiza un matrimonio exitoso. De hecho, una joven que sea bonita puede ser vanidosa y orgullosa debido a su belleza. Puede inclusive hacer uso de su belleza para atraer a los hombres aun después de casada.

Una señorita que provenga de una familia rica puede esperar que su joven esposo, que está apenas empezando en su trabajo, le provea con muchas cosas que él no puede comprarle.

La belleza, la educación, y una buena posición social pueden ser posesiones buenas, pero existen otras cualidades más importantes tales como el carácter, los intereses similares, las buenas costumbres y la buena salud.

Carácter Personal

¿Con qué clase de persona le gustaría vivir el resto de su vida? ¿Agradable o quejumbrosa? ¿Amigable o rencillosa? ¿Paciente o irascible? ¿Bondadosa o dominante? ¿Perdonadora o amargada? ¿Cooperadora o exigente? ¿Generosa o egoísta? ¿Dada a confiar o sospechosa?

¿Anda usted en busca de alguien con buena reputación o de carácter dudoso? ¿Siempre honesta o alguien que le engañaría? ¿Trabajadora o perezosa? ¿Perseverante o que se desanima fácilmente? ¿Alguien en quien se pueda depender o que es incumplidora??

El carácter se forma y se desarrolla durante la niñez. Así que el hogar de la persona en la cual usted tiene interés le puede dar una idea de cómo es ella. Los dichos populares por lo general son muy ciertos: “Como es el padre así es el hijo.” “Como es la madre así es la hija.” El niño casi siempre sigue el ejemplo de sus padres.

Sin embargo, la gracia de Dios siempre puede ayudar a un cristiano a cambiar los caminos aunque haya tenido muy poca instrucción en su hogar. Existen algunas personas de hogares maravillosos que han rehusado seguir el buen ejemplo de los padres. Así que, el hogar le puede ayudar a buscar ciertas cualidades, pero no base su criterio del carácter de la persona totalmente en la familia de donde ella viene.

Buenas Costumbres

Las costumbres son difíciles de cambiar. Si una persona tiene costumbres que a usted le molestan, no piense que las cosas se arreglarán después de casados. Recuerde el dicho: “Nunca se case con un hombre para reformarlo”. No crea que podrá moldear a su cónyuge a las costumbres o comportamiento que usted tiene.

El verdadero amor hará que el esposo y la esposa traten de ajustarse el uno al otro, y a ignorar algunas cosas de poca importancia. En cosas que son importantes se deberían de ayudar mutuamente. Pero no se aventure al matrimonio a ciegas sin ni siquiera pensar qué clase de costumbres tiene su cónyuge en perspectiva; pues éstas revelan grandemente la clase de carácter que la persona tiene y de lo que puede esperar en el
futuro..

¿Es él o ella limpia o sucia? ¿Amable o grosera en ocasiones? ¿Cuidadosa de su persona o descuidada? ¿Habla él o ella demasiado todo el tiempo o sabe escuchar con interés lo que otros tienen que decir? ¿Toma las responsabilidades de Dios y de la iglesia en serio? ¿Cómo trata él o ella a sus hermanos, hermanas y padres?

Intereses Similares y Personalidades

¿Le gustaría vivir toda su vida con alguien que no tiene el menor interés en aquellas cosas que son muy importantes para usted? Los cónyuges que tienen los mismos intereses tienen también mucho más en común y es más fácil que tengan un hogar feliz.

Algunas veces las características opuestas son buenas si se complementan la una con la otra Por ejemplo, una persona que habla demasiado puede ser feliz con una persona que hable poco y que sepa escuchar. Una persona idealista, creadora, pero impráctica, necesita el equilibrio de alguien que sea práctico.

Sin embargo, si el esposo y la esposa son de temperamentos o personalidades extremadamente diferentes, pueden tener dificultades para llevarse bien. Si un joven hombre es ambicioso, trabajador y activo, probablemente no tendrá mucha paciencia con una esposa perezosa, sin educación y lenta para todo.

Eva fue creada para ser ayuda idónea de Adán. Dios quiere que su compañera sea idónea para usted, por así decirlo “hecha para usted.” Deberán tener muchas cosas en común para poder llevarse bien, y al mismo tiempo ser lo suficientemente diferentes para que tengan un hogar equilibrado.

Buena Salud

La buena salud es importante no solamente por la felicidad de un hogar, sino por el bienestar de los hijos. Usted quiere que sus hijos sean saludables y fuertes, no incapacitados por alguna herencia física o alguna enfermedad mental. Muchos países
requieren de examen médico y un certificado de salud antes del matrimonio. Esto es para protegerlo a usted y a sus hijos.

Esto no quiere decir que una persona necesita tener una salud perfecta. Algunas personas con incapacidades físicas han aprendido a vencerlas y son buenos esposos, esposas y padres. La buena salud no es la cualidad más importante que uno debe buscar, pero sí debe ser considerada. Pregúntese a sí mismo, ¿llegará a ser ella una buena madre para mis hijos? ¿Llegará a ser él un buen padre para mis hijos? Por supuesto que un hombre no debería casarse con una joven que todavía no ha alcanzado la edad apropiada y la madurez física para el matrimonio.

Las Circunstancias

Ya hemos mencionado que muy a menudo Dios lo guía a uno por medio de circunstancias. Esto lo vemos ilustrado en varias hermosas historias de amor en la Biblia.

Rut dejó a su familia y su casa para servir al único Dios verdadero. Ella fue a espigar el trigo en los campos de Belén y sucedió que fue a dar al campo de Booz, Dios la había dirigido a aquel lugar. Booz la conoció y vio en ella todas las cualidades que a él le gustaría ver en una esposa. Pero había ciertos obstáculos en el matrimonio, obstáculos que Dios arregló. Todos cooperaron y ellos pudieron casarse.

Una de las circunstancias que Dios usó para conducir a Rut fue el consejo de la gente de más edad v con más experiencia. Ella respetó el consejo de Noemí, actuó de acuerdo con él. Muchas veces Dios usa hoy día el consejo de los padres. de los pastores y de cristianos de más experiencia para ayudar a los jóvenes a conocer la voluntad de Dios.

El romance entre Isaac y Rebeca fue muy diferente del de Booz y Rut. Ellos no conocieron hasta que Rebeca llegó donde él estaba, para casarse. Abraham había enviado a su siervo para que buscara una esposa para su hijo Isaac. El siervo oró para
que Dios lo guiara. ¡y pueden estar seguros que Abraham e Isaac también estaban orando por lo mismo!

Dios contestó la oración y trajo a Rebeca hasta el mismo lugar donde el siervo estaba en oración. Mientras él se familiarizó con los padres de Rebeca, el siervo podía ver que
ella tenía todas las cualidades que se requerían para ser una buena esposa para Isaac. Toda la familia de Rebeca reconoció que Dios había conducido al siervo a ellos y estuvieron de acuerdo en dejarla ir con él para que se casara con Isaac. Los padres le preguntaron a ella si estaba dispuesta a irse con el siervo y llegar a ser la esposa de Isaac. Ella aceptó e hicieron el largo viaje de regreso. Ellos se amaron mutuamente y tuvieron un hogar feliz.

En esos hogares donde los padres escogen a la novia y hacen los arreglos para la boda, ellos deberían orar y pedir a Dios que los guíe. El mismo Dios que obró por medio de
las circunstancias y trajo a Isaac y a Rebeca juntos, todavía contesta la oración hoy día.

Amor Mutuo y Aceptación

Ningún matrimonio podrá ser feliz si no hay amor verdadero entre el esposo y la esposa. El amor mutuo imparte a las dos personas un sentido de pertenencia el uno hacia el otro. Los hace que deseen complacerse el uno al otro, ayudándoles a hacer cualquier ajuste que sea necesario. El amor los une más firmemente que ninguna otra cosa.

El amor es más que una atracción física o sexual. El verdadero amor incluye el respeto, honor, aprecio y consideración por cada uno. No confunda la mera atracción física con el amor. Si usted no está seguro de sus sentimientos, ore al respecto. Hable con sus padres o con cristianos de experiencia al respecto.

¿Qué sucede si el matrimonio es arreglado por las familias, como el de Rebeca e Isaac? No puede haber un amor profundo antes de tener la oportunidad de conocerse mutuamente. Pero al menos ambos deberían estar dispuestos a aceptarse el uno al otro antes de casarse. El amor se puede cultivar, y se debe cultivar. Dios, quien es la fuente de todo amor verdadero, le dará amor hacia la persona que Él tiene para que sea esposa de usted, y también hará que esa persona lo ame a usted.

Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: “¿Irás tú con este varón?” Y ella respondió: “Sí, iré.” Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre. (Génesis 24:58, 67)

Por supuesto que estamos hablando acerca del matrimonio de acuerdo con las normas morales de Dios. Si usted es cristiano, no aceptará a alguien que no sea cristiana aun si
ambos se sienten atraídos mutuamente.

Si usted está considerando casarse con cierta persona, examine sus sentimientos de acuerdo a la lista que hizo. ¿Es esto lo que siente? ¿Se siente la otra persona de igual manera hacia usted? Ore para que no sea engañado por una atracción que no es amor puro. Pídale a Dios que lo guíe en este momento importante de su vida.

Seguridad de la Voluntad de Dios

La dirección de Dios no siempre viene por medio de una revelación especial, sino por medio de una combinación de formas que ya hemos mencionado: las normas bíblicas, las buenas cualidades, las circunstancias, el amor mutuo y la aceptación, y la seguridad de la voluntad de Dios.

Esta seguridad puede venir como una sensación de paz acerca del asunto cuando usted ora, una creencia arraigada de que es la voluntad de Dios. Esto no debe ser únicamente de parte suya; tanto el hombre como la mujer deben orar acerca de ello y tener esta seguridad.

La dirección de Dios puede llegar a través de un período de tiempo. La seguridad puede venir antes o después de que le haya conducido por otros medios, o puede llegar más pronto a una que a la otra. No se apresure. Pruebe sus sentimientos usando los otros medios que Dios usa para guiar.

No se preocupe si no encuentra a alguien que tenga todas las cualidades personales que usted busca. Seguramente usted tampoco tiene todas las cualidades que la otra persona desea que tenga. Quienquiera que tenga que hacer tal decisión, necesita buscar las cualidades más importantes para un hogar cristiano feliz. Mientras tanto, usted deberá estar cultivando estas mismas cualidades en su carácter.

Que Dios le bendiga y le guíe en los caminos que Él ve son los mejores para la persona que Él ha elegido para usted.

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