Compromiso y Matrimonio


Es muy normal que cuando dos personas entran en una sociedad en el mundo de los negocios, necesitan hacer muchos planes y preparación. Aquellos que estarán involucrados querrán estar seguros de que el riesgo resultará en algo satisfactorio y provechoso, antes de firmar el contrato final.

El matrimonio es un don maravilloso de Dios que Él da a dos personas imperfectas que están entrando en una sociedad extremadamente íntima. Pero para asegurar una relación de mutuo contentamiento, es necesario hacer muchos planes y preparaciones durante el noviazgo y el compromiso.

Algunas veces los enamorados se sorprenden al ver que tienen desacuerdos. El mejor momento para descubrir y tratar con muchos de estos desacuerdos es antes del matrimonio. En esta lección estudiaremos algunas formas en que las parejas se preparan para el matrimonio, las oportunidades que tienen de conocerse mejor, y cómo sus vidas pueden honrar a Dios durante la etapa de compromiso.

La Preparación para el Matrimonio

Cuándo una pareja joven puede casarse, depende de las circunstancias. Sin duda que ambos deberían tener la edad adecuada para las responsabilidades del matrimonio. Deberán tener bastante madurez como para estar dispuestos a hacer los ajustes necesarios y empezar a pensar en términos de qué es lo mejor para ambos en lugar de qué es lo mejor para sólo uno de ellos.

El matrimonio no es para la persona inmadura. El joven debiera saber cómo trabajar, y también necesita tener los medios para sostener una esposa y una familia. La joven debiera aprender a cocinar y a cuidar del hogar. Ambos deben entender cuáles son sus responsabilidades en el matrimonio y estar dispuestos a aceptarlas con agrado.

Antes de casarse, es sabio que la pareja esté segura de que tiene un lugar propio donde vivir. Puede ser un apartamento pequeño rentado, o un lugar muy sencillo, pero es mejor que sea su casa y no la de los padres. No es bueno para los recién casados que vivan con sus padres, particularmente no indefinidamente.

El tiempo del compromiso y los preparativos para la boda pueden ser momentos felices para la pareja que sigue el plan de Dios en todo lo que hace. Iniciar un nuevo hogar sobre principios morales cristianos es una de las mejores maneras de asegurar un matrimonio con éxito y un hogar feliz.

Costumbres de Compromiso

Juzgados Según las Normas de Dios

Generalmente el matrimonio es precedido por el compromiso. Las costumbres varían de país en país. A veces hay una celebración en donde la pareja anuncia sus intenciones de casarse. Pueden intercambiarse anillos de compromiso o hacer otra clase de ceremonia para demostrar que se han prometido el uno al otro. Cualesquiera que sean las costumbres de compromiso que se presten a la situación de ellos, que estén dentro de las normas de Dios, pueden ser aceptadas. Pero los cristianos no deberán practicar costumbres que no agradan a Dios.

La meta principal del cristiano en la vida es honrar a Dios y agradarle en todas las cosas. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Los cristianos desean la bendición de Dios en su matrimonio, y ellos le honran en la forma en que celebran su compromiso. Ellos no harán de éste una ocasión para emborracharse o fiestas de esa clase, aunque en algunos hogares esa es la costumbre.

Problemas Financieros

En muchas partes del mundo el joven tiene que dar una dote, o un precio por la novia, a los padres de la muchacha con quien desea casarse. En otros lugares los padres de la joven dan la dote al novio o a los padres de éste. Esto puede ser una gran cantidad de dinero o regalos muy caros. Hay una costumbre que se practica en algunos países del mundo: el varón le da a la joven un anillo, o un collar, como símbolo o prenda de su compromiso.

Estas costumbres pueden dificultarles a dos jóvenes que se casen si las cargas financieras son demasiadas. Surgen problemas adicionales. Un joven que desee lo mejor para su novia puede ir y adeudarse para comprar el anillo de compromiso. En los países en donde los padres de la novia pagan los gastos de la boda, ellos gastan mucho más de lo que pueden y mucho más de lo necesario.

Un joven que no puede pagar la dote que se requiere puede escoger hacer a un lado la ley del matrimonio y sencillamente vivir con su amada. Aun otros no tratan de formar un hogar sino que sencillamente viven vidas inmorales y promiscuas, sin limitar sus relaciones sexuales a una persona como la Palabra de Dios lo demanda.

Aunque no hay respuestas fáciles para algunas de estas situaciones, Dios no hace demandas que sean imposibles de cumplir. Sin duda que los padres y los pastores cristianos pueden proveer el consejo y la dirección necesarios para las parejas jóvenes que están pensando casarse. Los padres cristianos deben darse cuenta de que lo que más importa no es la dote, sino el carácter cristiano de la persona con quien su hijo
o hija se va a casar. No deberían insistir en recibir una gran dote o en una boda demasiado lujosa.

Por supuesto que una pareja que venga de hogares no cristianos no recibirá ningún consejo piadoso de sus padres. Sin embargo, de una cosa si pueden estar seguros, de la dirección de Dios, si ellos se proponen honrar a Dios. Si es la voluntad de Dios que ellos se casen, a su debido tiempo y conforme Él quiere, Él hará posible que ellos establezcan un hogar cristiano.

El Comportamiento Durante el Compromiso

El compromiso puede ser un tiempo para que la pareja se conozca mejor. Es entonces cuando empiezan a discutir las responsabilidades del matrimonio, a planear sus vidas juntos. Hablan acerca de las necesidades primordiales para establecer su hogar.

El compartir ratos alegres con los amigos, con la iglesia y en grupos familiares, es otra forma de conocerse mejor. Entre más sean las situaciones diferentes en las que se pueden ver el uno al otro, más se conocerán tal como verdaderamente son. Una
cosa es ver al novio en la iglesia, pero otra cosa es verlo en las actividades sociales, y aun otra cosa es verlo en el trabajo.

Si se espera que los esposos se amen y se respeten, seguramente no es de menor importancia que dos jóvenes con planes de casarse se amen y se respeten. Un joven y una joven que se amen y se respeten mutuamente tendrán un interés sin egoísmo en la felicidad y bienestar mutuos. Cada uno hará su parte para proteger y salvaguardar las relaciones intimas del matrimonio para cuando sean marido y mujer. Un matrimonio
puede encaminarse hacia el desastre si la pareja lo comienza con un gran peso de culpa por las libertades que se tomaron durante el compromiso, o antes.

La forma como se comporten durante el tiempo del compromiso no deberá traer critica o deshonra a la causa de Dios. Una pareja que honra a Dios debe ser un ejemplo para otra gente joven. Dos personas que amen a Dios y se amen mutuamente, pueden ejercitar disciplina y paciencia en cada circunstancia, y más tarde estar contentos de haberlo hecho. ¿Recuerda la historia de Jacob, quien tuvo que trabajar siete años como pago por Raquel? “Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba” (Génesis 29:20).

La Boda

Requisitos Civiles

Los cristianos necesitan ciertos documentos para que su matrimonio sea legal. Estos pueden ser el certificado de nacimiento, certificado de salud y licencia de matrimonio.

Es un buen testimonio, apropiado ante Dios y el hombre, que una pareja cumpla con los requisitos civiles para legalizar el matrimonio. “Por causa del Señor someteos a toda institución humana” (1 Pedro 2:13). De esta manera, un hombre les da a su esposa e hijos el honor y la protección de su nombre, así como la protección de las leyes terrenales.

La Boda en la Iglesia

Antes de que se celebre la boda en la iglesia, se deben cumplir con todos los requisitos civiles. En algunos países se celebra una ceremonia civil antes de celebrar la ceremonia religiosa.

En una boda cristiana los novios se intercambian votos el uno al otro públicamente, y ante la presencia de Dios. Prometen amarse, honrarse, cuidarse y ser fieles mutuamente, hasta que la muerte los separe. Un ministro les habla de sus responsabilidades, escucha sus votos, los declara marido y mujer, y pide a Dios la bendición sobre su hogar.

Celebrar la ceremonia religiosa es una manera de reconocer que el matrimonio es instituido por Dios. También demuestra que la pareja tiene su vista puesta en Dios para que le ayude y le guíe al iniciar su vida matrimonial y establecer su hogar.

Ya hemos hablado sobre el error de endeudarse innecesariamente. Para evitar lo anterior, los trajes de los novios, el adorno y la recepción han de ser sencillos.
Probablemente también haya que limitar al número de invitados..

Por supuesto que los novios querrán verse de lo mejor, pero es posible celebrar una boda sencilla y hermosa a la vez.

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