Iglesias que Establecen Nuevas Iglesias

“¡Gloria a Dios, hermano Luis. Dios nos está ayudando a organizar una iglesia fuerte y más personas se convierten cada semana”, dijo David al presentar él y Juan su inform e mensual. “Son tantos los que asisten que ya no cabemos en el salón. El hermano Lanka nos está ayudando a preparar a los creyentes para la feligresía y el bautismo en agua.”

“Parece que Dios está edificando su iglesia en Valle Alto,” contestó el hermano Luis. “Ha llegado el momento de que le enseñen a la iglesia su responsabilidad de testificar y establecer otras iglesias. Las personas están testificando en su comunidad, pero no muy lejos de Valle Alto hay pueblos que también necesitan iglesias. El Señor desea que cada iglesia nueva establezca otras iglesias nuevas.”

Cuando un grupo ha llegado a form arse como iglesia local de gobierno propio, su responsabilidad no term ina allí. Como parte de Cristo, la iglesia debe aprender que su misión consiste en plantar otra s iglesias. Esta lección le dirigirá en los pasos que les enseñarán a los recién convertidos cómo participar en la fundación de nuevas iglesias.

AUTOPROPAGACION REQUERIDA

¿Recuerda que en la lecc ión 1 estudiam os las dos funciones básicas de la iglesia local? Son el evangelismo y la enseñanza. En otras palabras cum plir el m andato de Cristo de Mateo 28 :19-20: “Id, y haced discípulos . . . enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.” Además el Señor le dio dones del ministerio a la iglesia para ayudarle a cum plir su m andato. Efesios 4:12 nos muestra que los dones del m inisterio son dados para “perfeccionar a los santo s para la obra del m inisterio, para la edificación del cuerpo de Cristo”.

No es suficiente con qu e una iglesia tenga la capacidad de gobernarse a si m isma, de hacer decisiones respecto a sus ministerios. Para cumplir su propósito bíblico la iglesia también debe ser autopropaga dora. Examinemos ahora lo que significa ese térm ino. También en la lección 1 estudiamos acerca de cóm o plantar iglesias. C uando se establece una nueva iglesia, el proceso se asemeja al plantar de semillas que hace un agricu ltor las cuales producirán plantas. Cuando decim os que una iglesia es autopropagadora, se describe como una planta viva, saludable. Una planta viva y creciente produce semillas, las cuales a su vez producen plantas nuevas. No sólo produce una sola planta, sino muchas plantas nuevas.

Una iglesia autopropagadora es aquella que ayuda a plantar nuevas igles ias. Tiene las características descritas en Mateo 28:19-20 y E fesios 4:12. Lleva a los perdidos a Cristo (evangelismo) y prepara al pueblo de Dios para obras de s ervicio (enseñanza). Al ser preparados los creyentes para el serv icio, ellos a su vez ganarán a otros para Cristo. Como resultado el cuerp o de Cristo se edif ica se agregan nuevos creyentes y se establecen nuevas iglesias. La iglesia ha propagado otras iglesias locales. Este es el método por el cual la ig lesia se ha estado extendiendo para formar grupos locales del cuerpo de Cristo en todo el mundo.

Así como una planta tiene que estar viva y en pleno crecimiento para reproducirse a sí misma una iglesia lo cal debe también así tener vida. ¿Cuáles son las evidencias de que una iglesia está espiritualm ente viva y se está autopropagando?

En una iglesia con vitalidad espiritual los m iembros tienen amor activo e interés por los que les rodean. Oran pidiendo la dirección del Espí ritu Santo y buscan la form a de ganar a los perdidos. Se celebran clases para preparar a los miembros para el evangelismo personal y para enseñarles a los recién convertidos. Se hacen planes de evangelismo y se llevan a cabo. Se celebran regularmente clases de estudio bíblico. La predicación de la Palabra la oración y la alabanza ocupan un lugar prom inente en la iglesia. Continuamente se agregan recién convertidos (Hechos 2:47 5:14) y la iglesia busca lugares en donde se puedan plantar nu evas iglesias locales. En esta lección estudiaremos algunos m étodos que pueden ayudar en la tarea de plantar iglesias nuevas.

Métodos para plantar iglesias

Al ser esparcidos los creyentes de la iglesia del Nuevo Testamento desde J erusalén, predicaron el ev angelio por dondequiera que fueron (Hechos 8:4). Al ir de pueblo en pueblo usaban diversos m étodos de evangelismo. En la actualidad, como en a quel entonces, no existe ningún método que funcione bien en todos los lugares.

Estudiaremos cuatro métodos usados por plantadores de iglesias con éxito en varias partes del mundo. Al estudiarlos piense en la forma en que pueden ser usados en su área.

Evangelismo de grupos pequeños e iglesias domiciliarias

Las reuniones de grupos pequeños se usan con frecuencia como método principal de hacer nuevos discípulos y congregarlos en iglesias locales. Los creyentes de los tiempos del Nuevo Testamento, por supuesto, no t enían templos o edificios, sino que se reunían con fines de compañerismo y evangelismo en las cas as de las personas (Hechos 5:42). En algunas partes del mundo, en particular en países política o socialmente restringidos donde lo s creyentes no se pueden reunir públicamente, la iglesia se ha establecido al principio en casas pri vadas y ha cr ecido y se ha m ultiplicado rápidamente. Incluso en área s donde no hay restricciones políticas quizá algunas personas no estén dispuestas a asistir al templo; en cambio, si lo es tán a asistir a una reunión en una casa. Tanto a los creyentes como a lo s inconversos se les invita a participar en la oración y la lectura y discusión de la Palabra de Dios. Este es también un método efectivo en áreas donde los creyentes pued en reunirse en ed ificios o templos. En algunas iglesias muy grandes de ciudades metropolitanas a las personas se les dificulta viajar a un lug ar central de reunión durante la se mana, por lo que se reúnen en “grupos celulares” en diversas casas en toda la ciudad. E l compañerismo o la herm andad espiritual ayuda a lo s creyentes y atrae a lo s inconversos hacia Cristo. Muchas personas han sido ganadas para Cristo por este método.

Trabajo personal

El trabajo personal describe la obra de una persona que conversa con otra, las dos solas, sobre la salvación por m edio de Cristo. También se le puede llamar testimonio personal, es decir, contar uno su propia experiencia de salvación. Consiste en contar lo que Jesús ha hecho por usted personalmente. Jesús dijo: “Y m e seréis test igos” (Hechos 1: 8). Testificar significa dar pr ueba. Si la gente observa lo que Cristo ha hecho en su vida, se interesará en lo que usted le dice. El testimonio personal es poderoso.

Las iglesias pueden establece rse porque por lo m enos una persona siente la carga de hacer discípulos por contacto personal en cierto lugar. El cr eyente que estudia y aplica la Palabra de Dios, va se trate de un recién convertido o un creyente maduro, puede ser diri gido por el Espíritu a dar testimonio personal de Cristo. El testim onio puede darse a colaboradores en el em pleo o a estudiantes en la universidad. Un creyente puede sentirse llam ado a ir a otra aldea o pueblo cercano y permanecer allí hasta ganar almas por contacto personal. Es muy importante alentar a los recién convertidos a dar testim onio personal porque aún tienen muchos amigos inconversos. Les ayudará a crecer en la fe rápidam ente y el gozo de su salvación recién descubierta será muy efectivo para ayudar a otros a aceptar a Cristo también. Quienes responden y aceptan la salvación de Cristo se reúnen para com enzar a form ar una nueva iglesia local. Puesto que la persona trabaja sola, al principio, esta m anera de pl antar iglesias puede ser m uy difícil. La persona dirigida por el Espíritu para hacer trabajo personal, com o Felipe (Hechos 8:26-34), quizá nunca conozca el resultado de su testimonio. El hecho importante radica en que obedeció a Dios.

Campañas evangelísticas

En muchas partes del mundo, las campañas evangelísticas son efectivas para establecer nuevas iglesias. Las campañas evangelísticas se pueden celebrar en una iglesia, un auditorio alquilado, una carpa, un estadio o al aire libre. Las reuniones en áreas publicas tienen muchas ventajas. Muchas personas prejuiciadas contra la asistencia a un l ugar de adoración asistirán dispuestas a una reunión al aire libre o en un edificio público. Uno de los m étodos que se usa con efectividad en algunos lugares consiste en llevar a un grupo de creyentes de otras áreas para que den su testimonio personal del poder de Cristo para cambiar vidas. Por lo general un grupo de personas se reúne para es cuchar a al guien que narra experiencias personales. En o casiones como esas, pueden presentarse oportunidades de predicar mensajes sencillos en los que se presenta el camino de la s alvación. En a lgunos casos los creyentes van de casa en casa testificando de Cristo. En Romanos 10:14 leemos: “¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” Ore y confíe en el Espíritu Santo para que le dirija en el uso de los m étodos correctos en el m omento oportuno para ganar a los perdidos.

Cualquiera que sea el método que usemos para presentar el evangelio, por sobre todo debe estar bajo la unción y la dirección del Espíritu Santo. Es decir, será necesario establecer el hábito de buscar al Señor en oración y luego hacer planes y preparativos para cualquier form a en que podamos seguir con efectividad su dirección. El Espíritu Santo ungirá a quienes desean tr abajar para el S eñor y les dará fe a los creyentes para que crean, pero nosotros tenemos la responsabilidad de estudiar la Palabra de Dios, de dedicarnos a la oración y prepararnos de la m ejor manera posible para realizar la obra de Dios.

Si desea estudiar m étodos de evangelism o en m ayor detalle, puede tomar el curso del ICI intitulado Compartamos las buenas nuevas, el cual también forma parte del Program a de Servic io Cristiano qu e está us ted estudiando.

Fundación de iglesias por el método madre-hija

El método de fund ación de iglesias madre-hija puede compararse con el sistema por el cual crecen las fresas. Estas plantas crecen a ras de tierra. Se extienden por medio de guías (retoños) en di ferentes direcciones. Al crecer estas guías, echan raíces en un punto lejano de la planta matriz central. Al ahondarse la nueva ra íz, brotan hojas nuevas. Con el tiem po se seca la guía y la planta nueva se nutre sólo de su nueva raíz. Entonces la planta nueva también envía guías, las cuales a su vez se convertirán en nuevas plantas. Este proceso continuo de planta matriz-hija hace que las f resas se extiendan rápidamente en un área grande.

Cuando una iglesia se establece y cr ece por lo gener al tiene algunos miembros que viven más lejos que otros de su templo. Los miembros quizá vivan en un áre a que crece en población, pero que no tiene iglesia. La ig lesia establecida decide entonces convertirse en “madre” y comienza a darle vida a una iglesia “hija” en la nu eva área. La ig lesia madre organizará un grupo de planta dores de iglesias para que testifiquen y prediquen. Quienes viven en el área serán líderes y ayudantes en el esfuerzo. Sus casas se podrán usar para las reuniones. Si las leyes locales lo permiten, la predicación y el canto en reuniones al aire libre se podrán usar para ganar a nuevos creyentes. A l formarse un grupo de recién convertidos, las personas de la iglesia madre que viven en el área se les unen para organizar la nueva iglesia. Durante este proceso, otros grupos de la iglesia madre ayudan con los cantos, el testimonio y en el esfuerzo en general. La iglesia madre quizá tam bién subsidie los gastos de la cam paña de predicación en el área. Tan pr onto como el nuevo grupo se fortalece, puede organizarse en una iglesia de gobierno propio como lo estudiamos en la lección 3. Entonces la nueva iglesia tiene la responsabilidad de enseñarles a los recién convertidos a testificar y a desarrollar su capacidad para ser “m adre” de nuevas iglesias en otras áreas.

AUTOPROPAGACION PLANEADA

Pasos para la fundación de iglesias

Además de seleccionar el m étodo de evangelismo m ás apropiado para su área se necesita mucha planificación para lograr con éxito la m eta de plantar nu evas iglesias. Recordemos de nuevo el propósito doble de la iglesia local. Este consiste en qu e cada iglesia debe 1) estab lecer ministerios de enseñanza para recién convertidos y edificarlos en su fe, 2 ) hacer discípulos y enseñarles a testificar y conducir a otros a Cristo. Este es el principio de autopropagación el cual hace que las iglesias se multipliquen.

Todos los creyentes pueden participar en el testimonio y la ganancia de persona s para Crist o. No tie nen que ser creyentes experimentados ni m aduros. De a cuerdo con s u capacidad y talento, cada creyen te puede participar en la predicación del evangelio a los perdidos. No debemos pensar que sólo aquellos que pueden predicar o testificar en público son los que pueden evangelizar. Hay muchas otras tareas que deben realizarse para llevar el evangelio a quiene s no lo han oído. Quizá algunos te ngan el talento de enseñarl es a otros creyentes a usar las Escritura s para dirigir a una persona hacia Cristo. Cua ndo se planifica una reunión pública, es necesario que alguien prepare los carteles o afiches, o se encargue de la publicidad. Quizá otros tengan la capacidad y la habilidad para construir una plataforma y bancos, si se necesitan, para reuniones al aire libre. Y aun otros quizá sentirán que su tarea consiste en dedicarse a la oración intercesora. Todos los creyente s pueden participar en l os pasos de planificación de la fundación de una nueva iglesia y todos necesitan estar conscientes de que s u parte es de importancia. Los siguientes pasos constituirán una guía para ayudarle en el m inisterio de fundac ión de nuevas iglesias. Estos pasos también pueden aplicarse al plantador de iglesias que quizá tenga que trabajar solo para llevar el evangelio a un área nueva.

Paso 1: Oración

Lo primero que un grupo de creyentes debería hacer al trazar planes para establecer una nueva igle sia sería un plan de oración integrado en todo el calendario de trabajo. Los plantadores de iglesias necesitan el poder de D ios para combatir “contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (E fesios 6:12). Esta lucha no s e libra sólo con fuerza h umana. Ore con fe, sin tem or. Predicamos el evangelio por mandato de C risto y en su poder (Mateo 28:19-20; 2 Timoteo 4:1-2). E l desea que sus obreros recojan el fruto de l a cosecha que ha prometido (Lucas 10:2) y que lo hagan triunfantem ente (Colosenses 2:15; 1 Juan 4:4).

Además de los momentos de oración privados, quizá sea benéfico reunirse todos en las horas anunciadas regularmente para orar. Al orar la iglesia unida, el Espíritu Santo da dirección en los planes trazados.

Paso 2: Estudio de la población local

Una vez que ha determ inado el grupo de personas a las cuales cree usted que Dios desea qu e alcance, le será muy útil estudiar con cuidado a ese grupo. Quizá ya conozca bien a esas personas. Probablem ente hasta era u sted como ellas antes de aceptar a Cristo.

Primero, defina las diferencias entre ellas y las personas de su grupo. Incluso si son del m ismo grupo suyo, al convertirse a Cristo cam bió usted de actitud y comportamiento en relación con los m ismos cuando era usted inconverso. Ve el m undo, las cosas y a las personas en forma diferente que antes. Segun do, necesita definir las similitudes entre ellas y su grupo. ¿Cuáles cosas pueden ser importantes para ellas que a ún lo son para usted incluso después de haber aceptado al Señor? Finalmente, es importante relacionarse con la s costumbres sociales o requisitos legales que pueden in fluir sobre su presentación del evangelio. Este tipo de inform ación le ayudará a conocer algunos problemas que necesitará resolver para ganar a estas personas.

Escriba una lista de estos problemas en una hoja de papel. Entonces al orar o al reunirse con otros obreros para orar, llévele a Dios estos problem as en or ación. Trate de encontrar una solución espiritual para problemas espirituales y soluciones prácticas para problemas prácticos. Al llegar a un acuerdo para las soluciones de problemas, escriba sus planes en la otra página de la hoja de pape l. Confíe en que Dios le dará las soluciones y prepárese para el éxito al llevar sus planes a la práctica.

Paso 3: Determinación de necesidades espirituales

Toda persona experimenta neces idades espirituales. Muchas personas quizá no reconozcan que esas experiencias indican necesidad espiritual. Quizá se sientan solitarias, infelices, o que la vida no tiene significado. Otros quizá sientan tem ores, pero no pueden quizá detectar la causa de lo s mismos. Quizá le te man a la muerte, a las guerras, o al fracaso financiero. En algunos lugares las personas creen que están obligadas a observar costum bres que han practicado en su f amilia por genera ciones. las cuales son opresivas para ellas. Algunas personas no tienen ningún concepto acerca de Dios y otros pueden sustentar un concepto totalmente diferente de las enseñanzas cristianas.

Cuando haga planes para llevar el evangelio a un área nueva, trate de aprender todo lo que pueda acerca de las actitudes espirituales de la ge nte. Incluso si va conocen mucho del evangelio, trate de aprender todo lo que pueda acerca de sus concep tos espirituales. Es ta práctica le ayudará a planear m ejor la form a de presentarles. Esta práctica le ayudará a planear mejor la forma de presentarles a Cristo como Salvador, quien puede suplir sus necesidades.

En Hebreos 4-10 se ilustra esta verdad. El escritor usó el conocimiento que tenían los judíos acerca de la ley de Moisés para dem ostrarles que Cristo fue el sacrificio hecho “una vez para siempre” por el pecado y que es el gran sumo sacerdote del nu evo pacto. Además, San Pablo apeló al deseo de los atenienses de conocer nuevas ideas com o medio para enseñarles acerca del Dios verdadero (Hechos 17:21-23).

Paso 4: Revisión de planes como se necesite

Ocasionalmente los planes no resultan como lo esperaba uno, por tanto, un buen plan necesita flexibilidad. Quizá esa parte del plan funcione bien por cierto tiempo, pero después necesite cambiarse para sup lir ciertas necesidades espirituales. Los líderes deben estar conscientes de que tal circunstancia ocurre con frecuencia, por lo que deben estar dispuestos a cam biar cualquier parte del plan en la continuación de la obra.

Nietas de la iglesia

Dependiendo del tiempo, la cultura y el lugar, quizá se usen diferentes m étodos para ganar a los perdidos y organizarlos como un cuerpo de iglesia. Pero s iempre que se establece una iglesia en algún lugar, hay ciertas m etas por el logro de las cuales se debe trabajar a fin de que la iglesia experimente un buen com ienzo. El esfuerzo para lograr estas metas desde el principio le ayudará a la iglesia a cumplir el propósito de Dios para ella. Les pode mos llamar a estas m etas las cinco funciones básicas de la iglesia:

  1. Hacer discípulos. Cuando Jesús les dio a sus discípulos su mandato registrado en Mateo 28:19, no dijo: “Id a predicar”, sino “Id, y haced discípulos”. Un discípulo es aquel que hace m ucho más que simplemente escuchar a su maestro o amo. Un discípulo es aquel que acepta y cree la enseñanza de un maestro, y luego le ayuda a extender su enseñanza entre otras personas. Un discípulo se identifica con su maestro, o es como él. La naturaleza máxim a de la enseñanza de Jesús es el am or, por lo cual les dijo a sus discípulos: “En esto conocerán todos que sois m is discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35). Otra forma en que los discípulos se identifican con el Señor co nsiste en llevar a otros a Cristo : “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:8). Ganar a otros para que sean discípulos de nuestro Señor demanda una consagración sincera de parte de quienes predican y dan testim onio del evangelio. Como lo expresó San Pablo en Rom anos 9:3, estaba dispuesto a perderlo todo con tal de llevar a Cristo a sus hermanos judíos. La vida total de San Pablo giraba en torno del cumplimiento de la voluntad de Dios y alentó a quienes les escribió a que siguieran su ejemplo 1 Corintios 11:1; Filipenses 3:14,17). La enseñanza bíblica para la iglesia consiste no sólo en sem brar la semilla de la Palabra de Dios, sino tam bién en llevar a los oyentes a confesar a Cristo, a id entificarse con El como su Señor. Leem os en Romanos 10:9: “Si con fesares con tu boca que Jesús es el Señor . . . serás salvo.”
  2. Reunir a los creyentes. Cierto experimentado plantador de iglesias contó en una ocas ión acerca de u n grupo de creyentes que deseaban dar testim onio de Cristo en todo el m undo. Creyeron que podrían cum plir el mandato de Cristo d e predicar el evangelio a todas las naciones. Anduvieron de l ugar en lugar, pero no permanecieron lo suficiente en un solo lug ar como para organizar a los convertidos en una iglesia ni para darles las enseñanzas necesarias para la vid a de la iglesia. Como resultado, después de años de trabajo m uy poco fruto permaneció. Estas personas no comprendieron que aun cuando es importante el eva ngelismo, la m eta del m ismo consiste en establecer la igle sia de Jesucristo. Los recién convertidos necesitan compañerismo espiritual y capacitación (Mateo 28:20; He breos 10:25). En los planes se debería incluir dónde, cuándo y cóm o deberán reunirse regularmente los creyentes.
  3. Interactuar con la comunidad. A los recién convertidos se les debería al entar a mantener contacto con los incrédulos de su com unidad. La planificación puede incluir las formas de mostrar un testimonio cristiano y, en todo lo que sea posible, mantener la influencia de los recién convertidos en su com unidad (Mateo 5:13-17, Juan 17:11, 15, 18). Así se ayudará a los reci én convertidos a testificar de Cristo ante los d emás y ta mbién a d isminuir la posibilidad de una persecuci ón que pueda resultar de su decisión de seguir a Cristo (Hechos 2:47).
  4. Organizar a los creyentes. De acuerdo co n los principios que estudiamos en la lección 3, un grupo de creyentes organizado com o iglesia de gobierno propio puede con m ayor efectividad cumplir el propósito y los ministerios de la igles ia. La iglesia local es el m edio que Dios ha escogido para edificar a los creyen tes (Efesios 4:12; 2 Timoteo 3:16), enseñarles doctrina, a ser generosos en ofrendas y a servir en la herm andad del cuerpo de Cristo. Cada grupo de creyentes puede seleccionar la form a de organización que s e ajuste a sus neces idades. El propósito de la organización cons iste en ayudar a la iglesia local a es tablecer un plan de enseñanza, testim onio, capacitación de obreros y para hacer lo necesario para capacitar el cuerpo co n el fin de trabajar u nidos en el ministerio en favor de Cristo.
  5. Enseñarles acerca de la obra de extensión. Al comprender los recién convert idos el propósito de los plantadores de iglesias de tratar de hacer discípulos en su propia comunidad, también ellos pueden participar en la obra y el gozo de llevar a ot ros a Cris to. Estos recién convertidos deberían recibir capacitación y ser invitados a unirse a los diversos grupos de plantadores de iglesias. Así se les provee entrenamiento práctico, el cual es im portante en la continuación de la obra de extensión de la iglesia (Lucas 10:1; Hechos 1:8; 2 Timoteo 2:2). Además, puede ayudarles a desarrollar líderes entre los recién convertidos y ayudar a la iglesia a crecer con mayor rapidez.

Al estar haciendo planes pa ra establecer una iglesia, quizá descubra usted que otro método, además de los cuatro que estudiamos al principio de la lección, sea mejor para su área. Al orar y buscar la dirección de Dios, confíe en que el Espíritu Santo le dirigirá en los planes que serán los mejores para que usted los siga.

AUTOPROPAGACION CONTINUADA

El cuidado de la iglesia enviadora

Cuando una iglesia local se propone ser “m adre” de una iglesia local, también es im portante equilibrar las responsabilidades para la obra en am bos lugares. Los miembros de la iglesia enviadora tienen interés en la nueva iglesia, ya sea a través de oración, ofrendas, o por algún ministerio directo en favor de la nueva iglesia; sin embargo, no todos pueden dedicar todo su tiempo a la nueva iglesia. Obviamente, algunas personas deben continuar los ministerios de la iglesia enviadora. Los líderes de la iglesia enviadora bien pueden reunirse y determ inar un plan adecuado para delegarle responsabilidad a la nueva iglesia. Al ser enviados obreros a nueva s iglesias, otros más de la iglesia enviadora tendrán la oportunidad de desarrollar sus ministerios y proveer nuevo lid erato. Por tanto , la iglesia enviadora continúa creciendo y fortaleciéndose.

Edificación de la iglesia mundial

Cada nuevo creyente se convierte en parte de una gran hermandad de creyentes en todo el m undo. Cada iglesia local constituye un bloque de construcción de una gran hermandad de ig lesias que a v eces es llam ado la iglesia universal o iglesia mundial. El apóstol San Pablo le llama a esta hermandad “el cuerpo de Cristo” (1 Corintios 12:1217). Si a usted le gustaría estudiar mas acerca de la obra y los ministerios de la ig lesia universal, deberá estudiar el curso del I CI intitulado: El ministerio de la iglesia, otro curso del Programa de Servicio Cristiano.

Donde sea posible hacerlo, la s iglesias locales pueden ser bendecidas y fortalecidas po r el trabajo unido en el ministerio del evangelio. En el Nuevo Testam ento, las iglesias de Asia Menor y la s de J udea trabajaron como grupos de iglesias de toda el área. Ayudaron en la obra misionera y se unieron para hacer decisiones (Hechos 15:121). Reconocieron la necesidad de unirse a o tras iglesias locales para realizar la obra de Dios juntos (1 Corintios 16:1-4; 2 Corintios 8:1-15).

La unidad con otros herm anos y hermanas en Cristo, y con otras iglesias locales, es muy importante para la iglesia porque era de sum a importancia para nuestro Señor (Juan 17:20-21). La unidad se experimenta en la hermandad y en el servicio a Dios. Cada iglesia local, como parte del cuerpo de Cristo, comparte la “f e igualmente preciosa” (2 Pedro 1:1) y se une en una hermandad que bendice y fortalece. El Espíritu Santo da poder y dirección a la iglesia, capacitándola para cumplir el m andato de Cristo de hacer nuevos discípulos y edificarlos en la fe. Al obedecer este mandato, la igles ia siembra la se milla del e vangelio que continuamente se rep roduce a si m isma en iglesias multiplicadoras en todo el mundo.

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