Las Iglesias Demuestran la Técnica de la Multiplicación

“Bien, David y Juan, no me han visitado durante los tres meses pasados. ¿Sigue bien la obra en Valle Alto? preguntó el hermano Luis al saludar a los jóvenes alegremente.

“¡Si, muy bien, gloria a Dios!” dijo David. “La iglesia está creciendo más cada mes. Dos diáconos están enseñando la clase para recién convertidos.”

“Estas son muy buenas noticias”, dijo el hermano Luis, “¿pero por qué se ven tan preocupados?”

David le mostró dos cartas. “He recibido estas cartas de mis amigos que se sienten llamados a plantar iglesias en otros países donde se necesita el evangelio. Pero esos países tienen varios problemas. Uno experimenta pobreza y alborotos por la reciente guerra civil. El otro es muy hostil para los creyentes, poniendo muchas restricciones a la predicación. ¿Qué les puedo escribir para alentarlos?”

La respuesta del hermano Luis se concentró en hablarle a David acerca de las iglesias que estudiaremos en esta lección. Estos son ejemplos de iglesias que crecen bajo circunstancias muy difíciles. Al estudiar la lección, trate de encontrar los principios que dieron resultado en cada iglesia. Estos principios pueden aplicarse a cualquier situación.

EN UN AREA RURAL

En esta lección estudiará la forma en que fueron plantadas cuatro iglesias diferentes. Una en un área rural, otra en una ciudad, otra más en un área donde las presiones políticas o económicas dificultaban la conversión al cristianismo y la última establecida por un método nuevo y extraordinario. Esta lección debería ayudarle a comprender bien el principio de la fundación de iglesias. También le ayudará a descubrir algunas características de iglesias que crecen y se multiplican. Al estudiar estos ejemplos, permita que Dios le dé una visión en su corazón para establecer nuevas iglesias donde usted vive.

La siguiente historia acerca de una iglesia de América Central la narró en una entrevista el Dr. Melvin Hodges, conocido misionero, administrador y maestro de misiones. Es autor de varios libros muy buenos sobre crecimiento de la iglesia, incluyendo Cómo Fundar Iglesias que se ha traducido a muchos idiomas. La lectura de este libro puede proveerle valiosos conceptos sobre el desarrollo de iglesias.

En 1934, en un área rural muy pobre de un país de América Central, un hombre con muy poca educación formal estableció una iglesia. No lo conocían como gran predicador, pero el pastor era hombre de gran fe con un fuerte deseo de hacer discípulos de Jesucristo.

La iglesia no creció rápidamente. El área era tan pobre que los miembros de la iglesia tardaron como diez años para construir el templo. Hacían lo que podían cuando tenían dinero. La iglesia nunca registró más de 100 miembros y raramente la asistencia subía a 150. Mas por muchos años esa iglesia fue una de las más importantes para la extensión del evangelio en todo el país.

El pastor era fiel maestro de la Palabra de Dios. Cada domingo por la noche les enseñaba a sus miembros las doctrinas bíblicas. Los miembros estudiaban la Biblia fielmente. El pastor les enseñó a los obreros de la iglesia los principios de las Escrituras y la forma de enseñárselos también a los demás (Mateo 28:20; 2 Timoteo 2:2). Estos obreros fueron seleccionados para establecer escuelas dominicales y obras de extensión en las aldeas circunvecinas. Muchas iglesias nuevas comenzaron en reuniones en las casas de los recién convertidos. Los obreros siguieron el ejemplo de su pastor. Fueron fieles a sus responsabilidades y les demostraron amor a las personas a quienes ministraron (Juan 13:34-35). El pastor creía que su iglesia debía establecer nuevas iglesias en todas las áreas circunvecinas. Creía que la mitad de la distancia entre su iglesia y la siguiente en cada dirección constituía el área por la cual era responsable su iglesia.

Al obtener más experiencia los obreros a quienes el pastor les enseñó, se hicieron cargo de las nuevas iglesias. Continuaron recibiendo la ayuda y la capacitación de la iglesia enviadora, a la cual le llamaban en ocasiones la iglesia “madre”. La iglesia se convirtió en multiplicadora. No sólo estableció iglesias ella misma, sino que también les enseñó a las nuevas iglesias a hacer lo mismo. Recuerde que en la lección 4 ilustramos este proceso con la planta de fresas, en el sistema de crecimiento de iglesias madre e hija. Una planta “madre” envía guías o retoños que después se convierten en plantas “hijas”. Las nuevas plantas echan raíces y a su vez envían retoños se convierten en plantas hijas. Se experimenta así un desarrollo continuo de plantas que se extienden sistemáticamente en un área grande.

La iglesia envió obreros (como guías de plantas) a ganar a nuevos creyentes y a reunirlos en iglesias hijas. Al establecerse los recién convertidos en la Palabra de Dios, pudieron crecer y fortalecerse aún más con la Palabra. Tan pronto como una iglesia era la suficientemente fuerte, se le permitía funcionar por sí sola.

Los miembros desarrollaron un sentido de responsabilidad y amor por su iglesia y por los perdidos de su área. Con el tiempo pudieron sostener a su pastor y enviar obreros a testificar a los necesitados de Cristo. Así se convirtieron en iglesias “madres”.

En la actualidad hay 25 iglesias establecidas en un radio como de 32 km de la iglesia madre. Cada iglesia está enviando constantemente obreros voluntarios para establecer nuevas iglesias. Constantemente se forman nuevos grupos de creyentes. Dentro de un radio de 16 km en cada dirección existe una iglesia bien establecida.

EN UN AREA URBANA

En l958 un recién graduado de un instituto bíblico estableció una nueva iglesia en una carpa en los suburbios de una gran ciudad. La iglesia comenzó a establecerse en plena época de pobreza de la posguerra. El pastor predicaba palabras de fe, esperanza, salvación y sanidad. Todas las mañanas muy temprano celebraban cultos de oración. Muy pronto las noticias de sanidades circularon por toda el área circunvecina. Con frecuencia ocurrían sanidades dramáticas y liberaciones de posesión demoníaca. Muchas personas experimentaban el gozo de la salvación en Cristo y encontraban libertad de hábitos pecaminosos que los habían dominado. En dos años el número de creyentes había aumentado a 300.

Entonces compraron una propiedad para construir un templo en la ciudad. Cuando quedó terminado el templo, organizaron una campaña evangelística en una carpa instalada junto al mismo. Cuando dedicaron el templo con capacidad para 1.500 personas, los creyentes ya sumaban 800. La predicación positiva y otros milagros de sanidad propiciaron el rápido crecimiento. La iglesia le dio realce a la enseñanza de las doctrinas bíblicas para edificar a los recién convertidos, así como al evangelismo continuo.

Dos años después fueron nombrados los primeros diáconos y ancianos. El pastor les enseñaba regularmente. (Los líderes laicos no son obreros de la iglesia de tiempo completo. Se sostienen a sí mismos y dan su tiempo libre para la obra del Señor.)

La iglesia siguió creciendo rápidamente. En cierta ocasión sucedió algo que afectó indirectamente el crecimiento de la iglesia. Mientras que predicaba un domingo por la noche, el pastor se desmayó, estaba exhausto. La causa de su desmayo era que llevaba casi toda la responsabilidad del ministerio de la iglesia. Durante los meses de su recuperación elaboró un plan para capacitar a otras personas a fin de que asumieran las responsabilidades de la iglesia.

El pastor capacitó a hombres y mujeres como líderes de “unidades celulares”, o grupos de personas que se reunían en casas por toda la ciudad por lo menos una noche por semana. Las unidades celulares se componían de 10 a 15 familias que testificaban activamente, oraban y estudiaban juntos la Biblia. Un líder laico supervisaba el ministerio de cinco unidades celulares. Al multiplicarse el número de unidades celulares, fueron organizadas en secciones de 50 unidades. Hasta dos secciones de unidades celulares eran supervisadas por un miembro del personal pastoral y, de 10 a 20 secciones de unidades celulares eran supervisadas por un pastor ordenado de la iglesia. Estas unidades celulares proveyeron capacitación y hermandad para los recién convertidos. Para 1983, ya había más de 18.000 unidades celulares que se reunían en casas por toda la gran ciudad.

Para 1969 la feligresía había aumentado hasta 8.000 miembros. Por fe la congregación comenzó a construir un nuevo edificio con capacidad como para 10.000 personas. El costo era de tres millones de dólares. El Espíritu Santo le había revelado al pastor que no recibiera ayuda extranjera, aun cuando su país seguía siendo muy pobre y experimentaban dificultades financieras. El pastor y muchas otras personas vendieron sus casas y se mudaron a apartamentos pequeños, con el fin de donar el dinero para el proyecto de construcción del nuevo templo. Después de mucho sacrificio fue dedicado el templo en 1973. Quince meses después la feligresía rebasó la cifra de 20.000.

Al crecer la iglesia, sus ministerios se extendían continuamente. Se comenzó un instituto bíblico nocturno, se abrieron nuevas iglesias por todo el país, se comenzó a publicar una revista evangélica, se daban seminarios de crecimiento de la iglesia y se enviaban misioneros a ministrar a compatriotas que se habían mudado a otros países de todo el mundo.

Para 1979, era común observar que cada mes se afiliaban a la iglesia como 3.000 nuevos miembros. En 1983, la iglesia ya contaba con una feligresía de 275.000. Una de las características sobresalientes de la iglesia la constituye su fuerte insistencia sobre la oración. La oración ocupa el primer lugar en la vida de los miembros de la iglesia, desde las personas que se reúnen en unidades celulares en casas hasta los pastores y los líderes laicos. En todos los ministerios de la iglesia son comunes el ayuno y la oración por sus necesidades.

EN UN AREA RESTRINGIDA

En algunas partes del mundo es más difícil ser creyente y hacer nuevos discípulos. En tales lugares, con frecuencia se ejerce presión religiosa o política contra los que se convierten a Cristo. En ciertas áreas, se combinan la presión política y religiosa para perseguir severamente a los recién convertidos. Los familiares inconversos de los creyentes tienen que forzar a los recién convertidos a negar su fe. Si no lo hacen, los matan. Esta fuerte presión de la comunidad contra la conversión demanda diferentes métodos para el establecimiento de nuevas iglesias. Pero nuestro Señor no quiere “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). El Señor soberano de la cosecha encuentra la forma de edificar su iglesia incluso en los lugares más difíciles.

Podemos aprender importantes métodos de una iglesia nueva que se comenzó a establecer en una ciudad de un país que impone severas, restricciones sobre cualquier religión que no sea la oficial, la cual no es cristiana. En ese país los habitantes han profesado la religión oficial por muchos años. Es en contra de la ley convertirse a Cristo. Los únicos creyentes que viven en el país son unos cuantos extranjeros.

Pero Dios envió a un hermano (un plantador de iglesias), quien era creyente y vivía en un país cercano. Pronto descubrió lo que debía hacer primero. La gente no podía leer la Biblia porque había sido escrita en un idioma muy diferente del que ellos hablaban. Ni siquiera los mejor educados podían entenderla. Por ello el plantador de iglesias tradujo el Evangelio según San Marcos al dialecto local. Pero cuando los primeros ejemplares estaban listos para su distribución, descubrió que no era posible distribuir literatura cristiana en público.

Before the church is officially started, the church planting team should have a good picture of what the new congregation will be like. The church planter and or church planting team should have clearly defined their target group, the style of ministry and worship the church will use to minister to its people, and the purpose of this particular church. They should have a clearly defined statement of theological beliefs upon which the church will be built, and the values that the church will embrace from the pastor all the way to the newest believer.

San Marcos a sus amigos. Al leer sus amigos el libro, el hermano los invitó a su casa a discutir temas de religión y de costumbres de diversos pueblos. Al llegar a la casa, invitó a sus amigos a sentarse en el suelo, en una alfombrilla de paja, de acuerdo con las costumbres locales. Tan pronto como la gente entraba en el cuarto se daba cuenta de que era un lugar religioso y se sentía bien. Podían discutir sus ideas libremente.

Después de varias semanas, una persona comprendió que había encontrado la verdad que buscaba su corazón. Se arrepintió de sus pecados y confesó a Cristo como su Salvador. Poco a poco otros comenzaron a creer. Algunos recibieron el bautismo del Espíritu Santo. El grupo comenzó a crecer.

El plantador de iglesias fue muy sabio. No trató de controlar todo en la nueva iglesia. Desde el principio, los recién convertidos dirigían las discusiones, las oraciones, los cantos y otras actividades de adoración. Al crecer el grupo fue dividido en grupos pequeños que se reunían en diversas casas. Este era un buen plan. Los nuevos grupos atrajeron a personas de las diferentes áreas del pueblo. Por ser grupos pequeños, no llamaron la atención de los oficiales, lo cual hubiera pasado si los grupos hubieran sido grandes.

En la actualidad los grupos están estrechamente relacionados entre si. Ofrecen fuerte apoyo a quienes son perseguidos. El liderato de la nueva iglesia se ha desarrollado tan rápido que el plantador de iglesias se ha mudado a otro país para comenzar a establecer otra iglesia. Mientras tanto, la nueva iglesia continúa creciendo y multiplicándose.

POR UN METODO NUEVO

La experiencia de Felipe

Vio la necesidad

Cierto joven, a quien le llamaremos Felipe, era alumno de un instituto bíblico. Su padre era adorador del diablo. Cuando Felipe fue salvo, su familia lo desconoció. Durante su último año en el instituto bíblico, sintió la carga de llevar el evangelio a un área montañosa remota de su país. Era un área muy pobre donde la gente nunca había oído el evangelio. Muchas personas adoraban a los malos espíritus. Felipe comprendió las necesidades espirituales de ellos.

Descubrió un medio

Mientras que cursaba sus estudios en el instituto bíblico, Felipe ayudaba en la oficina nacional de la Universidad ICI. Se entusiasmó mucho al pensar en la posibilidad de evangelizar a la gente de las montañas usando el curso de evangelismo del ICI: Los grandes interrogantes de la vida. De esta manera encontró el medio para suplir las necesidades espirituales.

Se comprometió

Felipe se comprometió a usar este medio para llevar el evangelio a la gente de la montaña. Cada sábado abordaba el ómnibus en el que viajaba tan lejos como le era posible. Entonces caminaba como por dos horas en las montañas. El primer sábado hizo contacto con 15 personas que estaban dispuestas a estudiar el curso. Completaron su curso y dieron los nombres de otros candidatos. Cada sábado Felipe regresaba con las lecciones corregidas. Cuantas veces tuvo oportunidad les predicó el evangelio y matriculó a todos los que le fue posible. Muchos estudiantes aceptaron a Cristo como su Salvador. Felipe continuó enseñándoles verdades bíblicas usando otros cursos del ICI: Sucesos cumbres en la vida de Cristo, y El amigo que le ayuda, un estudio sobre el Espíritu Santo.

Al poco tiempo un grupo de creyentes comenzó a construir una capilla pequeña con techo de paja. Poco después, la iglesia se organizó de acuerdo con los principios que estudió en la lección 3.

Ahora ya tienen una iglesia de más de 250 miembros en esa área montañosa. Felipe no se quedó allí. Usando estos mismos métodos ha plantado seis iglesias más. Hace poco Felipe fue a una isla de su país. Allí aceptaron a Cristo 35 personas como resultado del estudio de Los grandes interrogantes de la vida. Le han pedido a Felipe que vaya a la aldea a predicarles el evangelio y a enseñarles más de la Palabra de Dios. Felipe ha inspirado a otros a plantar iglesias con el uso de los mismos métodos.

Normas que se deben seguir

En el país donde trabajaba Felipe, la organización de la iglesia nacional descubrió que era necesario establecer normas al plantar nuevas iglesias, por lo que acordaron ciertos principios.

Primero, el plantador de iglesias debe ser un obrero motivado y dirigido por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo pone la carga en el corazón del plantador de iglesias. Cuando una persona está bajo la dirección del Espíritu Santo puede perseverar y soportar cualquier dificultad y sacrificios necesarios para que la iglesia se establezca.

Segundo, al obrero se le deben proveer las credenciales apropiadas del cuerpo de la iglesia nacional. Los oficiales locales quizá sospechen de un extranjero que enseñe utilizando materiales que ellos nunca han visto. Con una carta de introducción de la oficina nacional, el obrero puede explicar su misión y evitar problemas con las autoridades locales. Además, tiene la oportunidad de entablar amistad con los oficiales.

Tercero, el obrero debe ir a un área donde no se ha establecido obra evangélica. El obrero y los directores nacionales en oración deberán seleccionar un área que no tenga iglesias evangélicas, que no ha sido evangelizada. No tenemos el propósito de sacar a miembros y adherentes de otras iglesias evangélicas, sino de alcanzar a los inconversos.

Cuarto, el plantador de iglesias debe trabajar estrechamente con la iglesia nacional. Se le debe informar al cuerpo de la iglesia nacional sobre los planes de fundación de iglesias. Este cuerpo ayuda a seleccionar las áreas de evangelismo, comisiona al obrero y ayuda en la planificación general. Tan pronto como sea posible la nueva iglesia deberá afiliarse a la organización de la iglesia nacional.

Estas cuatro ilustraciones de fundación de iglesias que ha estudiado muestran cómo éstas pueden ser plantadas y crecer bajo una variedad de circunstancias. Cada situación era singular, pero todas tenían algo en común. Siguiendo los mismos principios la iglesia de Jesucristo podrá crecer en cualquier lugar.

 

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