La historia de la Iglesia
En la primera lección estudiamos a la iglesia desde el punto de vista de la eternidad. Dios trazó los planes para ella. A su debido tiempo, reveló esos planes. A pesar de los problemas que hoy estemos experimentando, Dios está activo en su iglesia. Un día, Dios completará esos planes para la iglesia.
Cristo vendrá al mundo otra vez y se la llevará con Él al cielo.
En esta lección estudiaremos a la iglesia desde el punto de vista humano. Cuando Cristo dijo: “Edificaré mi iglesia” se estaba refiriendo a este mundo. En esta lección estudiaremos brevemente lo que ha ocurrido desde el día de Pentecostés hasta el presente.
La historia puede enseñarnos mucho. Es emocionante estudiar el crecimiento de la iglesia. Pero, como lo estudiaremos más adelante, se enfrentó a muchos problemas, los cuales nos pueden enseñar muchas lecciones.
El nacimiento de la iglesia
El Pentecostés era una gran fiesta judía. Se celebraba al tiempo de la cosecha. Desde lugares muy lejanos la gente viajaba a Jerusalén. En el primer día de Pentecostés, después que Jesús resucitó, los discípulos se reunieron en Jerusalén. ¡Sucedió algo muy especial! Lea Hechos 2:1–5 para que descubra lo que ocurrió en esa ocasión.
La iglesia experimentó un hermoso comienzo. Muchos nuevos convertidos se unían (Hechos 2:41) y la iglesia crecía diariamente (v. 47). Pero los problemas comenzaron de inmediato. Los enemigos de Dios comenzaron a atacar a la iglesia. El libro de Hechos registra algunos de estos sufrimientos (4:23; 5:17–18).
La gente contaba mentiras acerca de los creyentes. Al Imperio Romano no le agradaban estos grupos cristianos. Se les acusaba de ser malos ciudadanos. Por ello muchos cristianos sufrieron. Algunos fueron torturados, otros asesinados. Pero la verdad no puede ser destruida.
Los creyentes fueron obligados a huir de sus ciudades. Tuvieron que viajar a Partia, Mesopotamia, Egipto, Libia y hasta Roma, la ciudad capital del imperio. Por dondequiera que iban, los cristianos contaban lo que Dios había hecho. De esta manera se formaron muchos nuevos grupos de creyentes.
La legalización de la iglesia
Gran parte del libro de los Hechos narra cómo se extendió el mensaje. Describe la obra de los apóstoles Pedro y Pablo. Muchos libros del Nuevo Testamento son las cartas que Pablo escribió a las nuevas iglesias. Con el tiempo, hubo tantos convertidos en el imperio romano que ¡hasta algunos
emperadores recibieron la influencia de los cristianos! El Emperador Constantino (como 300 años después del nacimiento de Cristo) legalizó el cristianismo en el Imperio Romano. Muchas personas se unían a la iglesia sólo porque grandes multitudes lo hacían. Algunos ni siquiera conocían
a Dios. Se unían como quienes se hacen socios de un club, sin convertirse verdaderamente a Cristo. Por supuesto, esto provocó algo de confusión, porque la verdadera iglesia se compone de aquellos que aceptan a Cristo.
Pero a pesar de la confusión, la verdadera iglesia siempre existió, formada por creyentes fieles a Dios y crecía rápidamente. Junto con este crecimiento se presentó la necesidad de organizarse para que los creyentes pudieran trabajar mejor juntos. Las viudas necesitaban ayuda, por lo
que se escogieron varios diáconos (Hechos 6:1–4). Pero había también otras necesidades, como protegerse de hombres malos y de los que no enseñaban la verdad. Las iglesias grandes tenían que ayudar a las pequeñas. Necesitaban organizarse a fin de trabajar juntos, en armonía y unidad.
Los daños causados a la iglesia
Con el paso del tiempo, los emperadores cristianos (gobernadores) trataron de controlar a la iglesia y ésta se envolvió en la política. Los dirigentes de la iglesia, llamados obispos, comenzaron a pelear entre sí por el control de las grandes ciudades. Algunos miembros de la iglesia olvidaron el propósito de existencia de ella.
Aproximadamente a los 500 años después del nacimiento de Cristo, Roma fue destruida. Para el año 1000 D.C., los cristianos del Oriente no tenían relaciones con los del Occidente. Algunos cristianos dejaron de ser miembros de la iglesia, pues deseaban vivir sin contaminarse del pecado que
existía tanto dentro como fuera de la iglesia. Se apartaron del mundo y de los creyentes menos espirituales. Se unieron a unas comunidades especiales llamadas monasterios. En éstas por lo general los monasterios tenían altas murallas para mantener el mundo fuera.
¿Acaso fue bueno que los cristianos vivieran en monasterios? Esta pregunta es difícil de contestar. Los monasterios hicieron buenas contribuciones, pero también tuvieron muchos defectos. Algunos se convirtieron en centros de aprendizaje. Sus habitantes fueron los primeros en llegar con las enseñanzas del evangelio a muchos lugares. Aproximadamente en el año 500 D.C. llevaron el evangelio a Europa, a Inglaterra en el año 700, y a Escandinavia en el año 1000.
Pero también surgieron problemas. Las altas murallas de los monasterios aislaron a sus habitantes del mundo exterior y de las necesidades de los demás. No podían ayudar al mundo de esta manera. Se preocupaban más por sus propias almas que por las de las demás. En ocasiones los monasterios se convertían en centros de pecado. Las murallas no podían detener el avance del pecado.
La reforma de la iglesia
Con el paso de los años, surgieron muchos errores dentro de la iglesia. Las ceremonias paganas (impías) tomaron el lugar de la libertad del Espíritu Santo. Las religiones paganas fueron cambiadas un poco para que parecieran cristianas. La feligresía en la organización de la iglesia cobró más importancia que una vida piadosa. A los bautizados se les consideraba cristianos, aunque siguieran viviendo en pecado. Cuando algunos trataron de hacer volver a la iglesia al camino de la verdad, fueron rechazados. Cuando Dios enviaba el avivamiento, mataban a los dirigentes.
Cambios en la enseñanza
Pero poco después del año 1500 D.C., se inició un cambio espiritual. Lo comenzó un hombre Martín Lutero que habitaba en un monasterio. Este había tratado de hallar a Dios. Había obedecido a la iglesia. Se había aislado del mundo. Ayunaba y golpeaba su cuerpo. Pero no podía hallar a Dios. Después de algunos años comenzó a estudiar la Biblia seriamente. Finalmente, encontró la respuesta a su búsqueda. “Mas el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17). Por la fe, Martín Lutero ¡fue puesto en la debida relación con Dios! A sus seguidores se les llamó protestantes. Estos explicaban sus enseñanzas con las frases: “Sólo las Escrituras, sólo la fe, sólo la gracia.” Con la frase: Sólo las Escrituras se referían a que sólo la Biblia era la guía segura para la fe, no la tradición. Con la frase: Sólo la fe enseñaban que el ser humano puede reconciliarse con Diospor medio de la fe. El hombre no puede hacer nada por sí mismo para ganar el favor de Dios. Con la frase: Sólo la gracia enseñaban que el ser humano puede estar bien con Dios por lo
que Cristo realizó en la cruz. Dios da gratuitamente a quienes creen.
Cambios en la organización
Lutero alentaba el regreso a las enseñanzas y las prácticas bíblicas. Las prácticas paganas fueron rechazadas y los ídolos lanzados fuera de los templos. Tanto a los monjes como a las monjas se les ordenó que salieran a ministrar al mundo. Los protestantes rechazaron o dejaron de practicar costumbres que no se basaban en la Biblia. El dirigente de la iglesia en el Occidente rechazó este movimiento, pero Lutero dijo: “¡Debemos obedecer a la Biblia antes que al hombre!”
Los protestantes descubrieron muy pronto que necesitaban organizarse. Debido a las costumbres de cada país, se desarrollaron diversos tipos de organización. Algunos querían apegarse al sistema que por tanto tiempo habían conocido. Deseaban a un líder fuerte que pudiera dirigir a los líderes de cada región. Estos líderes regionales, a su vez, gobernarían sobre otros. En esta forma de organización se destaca un fuerte liderazgo central.
En Suiza, donde Juan Calvino dirigió a los protestantes, se desarrolló otra forma de organización. Suiza se ha caracterizado por su antigua tradición de permitir a sus ciudadanos que escojan a sus propios líderes. La organización de la iglesia bajo Calvino les permitía a los miembros de la iglesia que
escogieran a sus propios líderes, quienes a su vez escogían a los líderes regionales y nacionales. En esta forma de organización se les da más poder a los líderes locales.
En otras partes de Europa se desarrolló otra forma de organización. En este caso no se concedía autoridad a nadie más fuera del círculo de miembros de la iglesia. No deseaban a ningún dirigente nacional ni relación con ningún rey. En esta forma se le da más poder a cada congregación local. Cada
grupo buscó en la Biblia apoyo para su sistema. ¡Y todos encontraron por lo menos una parte!
El Nuevo Testamento no especifica el tipo de organización que cada iglesia debe adoptar. La organización debe ajustarse a las necesidades del grupo. Si un cristiano se cree más espiritual porque se apega a cierto tipo de organización, está en un error. La iglesia de Corinto se enfrentó a este mismo problema (1 Corintios 1:12). Los corintios descubrieron que las partes más importantes de la organización de la iglesia son la armonía y el amor.
Investigue la forma de organización de la iglesia en su comunidad. ¿Se ajusta a las necesidades del pueblo? Entonces únase a ella y apóyela decididamente.
El avivamiento de la iglesia
Desde el tiempo de la Reforma de Martín Lutero, han ocurrido nuevos avivamientos en la iglesia. Dios permitió el surgimiento de nuevos grupos para que enseñaran las verdades bíblicas que no se estaban enseñando. Veamos dos de ellos.
El movimiento evangélico
Cuando los problemas de la iglesia aumentaron y las normas morales del pueblo se degradaron, Dios llamó a Juan Wesley. En Inglaterra, en ese tiempo, muchos se consideraban cristianos. Pero aunque eran miembros de la iglesia no eran cristianos verdaderos. Juan Wesley enseñó que debían
experimentar un encuentro con Dios. Predicó fuera de los templos, bajo cualquier circunstancia. Llevó el evangelio a todas las personas de todas las clases sociales. Viajó a caballo por todo el país. También escribió libros, fundó escuelas y ayudó a los necesitados. Produjo un cambio espiritual en toda la nación. El crimen disminuyó. El alcoholismo desapareció en ciertas regiones. Los lazos familiares fueron fortalecidos.
Piense en las necesidades espirituales de su comunidad o región. ¿Acaso su iglesia necesita un avivamiento? Pídale a Dios en oración que prepare a un cristiano como Juan Wesley para cambiar a su comunidad.
El movimiento pentecostal
Durante el siglo XIX, la iglesia envió a muchas personas a predicar en lugares nuevos. Los misioneros de Norteamérica y Europa establecieron nuevas iglesias en África, Asia y en muchas islas.
A principios del siglo XX, Dios derramó su Espíritu Santo sobre la iglesia. Ocurrió al mismo tiempo en muchas partes del mundo. Muchos cristianos experimentaron lo mismo que los primeros discípulos en el Pentecostés: el bautismo en el Espíritu Santo. Recibieron los dones del Espíritu Santo y el
poder para testificar. A este movimiento se le conoce como el movimiento pentecostal. En la actualidad se ha extendido por todo el mundo. Desde 1950, muchos grupos de creyentes han recibido esa misma experiencia. Este movimiento está ayudando a la iglesia a prepararse para la venida de Cristo.
Espero que esta breve historia de la iglesia le haya beneficiado. En ocasiones la iglesia ha hecho cosas que no glorifican a Dios. Hemos de aprender lecciones arrancadas de ese pasado a fin de no repetir los mismos errores. Además, hemos de ser comprensivos con los creyentes que pertenecen
a otros grupos. Aunque la organización sea diferente, todos podemos pertenecer a Cristo.
El cristiano no sólo recibe su dirección a través de la historia, sino de toda la Biblia. En la siguiente lección estudiaremos lo que la Biblia dice acerca de la iglesia. Pero antes de concluir esta lección, oremos para que Dios nos use en la obra a través de su iglesia en nuestra comunidad.