Crecimiento y Aprendindizaje

A Juan le agradó que la madre y la abuela de María le dieran la receta para hornear pan que habían usado por años. Siempre había disfrutado de las piezas de pan caliente y dorado que preparaban las mujeres de la familia de su esposa. María leyó la receta y la dejó sobre la mesa de la cocina. Procedió a preparar la masa usando su propia receta y los ingredientes que había usado desde que se había casado. Al probar el pan recién horneado, Juan se dio cuenta de inmediato que no tenía el mismo sabor del que preparaba su suegra. María tenía a su alcance todas las instrucciones para preparar un pan delicioso, pero seguía usando su antiguo método de preparar la masa. ¡Sin los cambios estipulados en la nueva receta, el sabor del pan que María horneaba no podía compararse con el de su madre!

Quizá usted recuerde alguna experiencia en la que recibió nueva información, pero no la llevó a la práctica inmediatamente. El aprender incluye el descubrimiento de la verdad, pero no termina allí. El aprender también debería conducirnos a la aplicación de la verdad aprendida a las experiencias de la vida diaria. En esta lección estudiará cómo aprenden las personas y descubren que el aprender involucra el descubrimiento de la verdad y la acción subsecuente en esa verdad para realizar los cambios de conducta apropiados.

DOS CONCEPTOS DEL APRENDER

Se le pidió que escribiera una definición de estos términos. Puesto que ha escrito lo que usted piensa, no puede haber respuestas correctas o incorrectas. Muchas personas sostienen ya sea uno u otro de los dos puntos de vista populares sobre este asunto. Como ya lo expliqué, usted decide cuál punto de vista es más o menos como el suyo.

Algunas personas consideran el narrar como enseñanza y el escuchar como aprendizaje. Si alguien narra una historia, declara hechos o explica información, se supone que ha enseñado. Y si alguien escucha a un maestro hacer eso, se supone que ha aprendido. Quizá se espera que el alumno escriba o copie las palabras del maestro y las memorice. Si el alumno puede recordar la información después y recitar las palabras exactas del maestro, de acuerdo con este punto de vista, ha demostrado dominio del material —ha aprendido.

Los maestros que perciben el proceso de enseñar y aprender de esta manera hablan mucho y exigen que sus alumnos escuchen en silencio. Creen que los maestros enseñan las lecciones; por tanto, consideran el contenido de la lección como el elemento clave de este proceso. Para ellos, la enseñanza es la transferencia de información del maestro al alumno. ¿En qué forma supone usted que esta interpretación influye sobre el desempeño del maestro en el salón de clases?

El maestro, en este contexto, se considera como fuente de conocimiento. Se supone que tiene un conocimiento muy extenso de la materia, mientras que el alumno casi no sabe nada. Por tanto, la tarea del maestro consiste en transferir su conocimiento superior sobre el tema a la “mente vacía” del alumno. Este concepto del proceso de enseñar y aprender ha llevado a muchos maestros a tratar de presentar conferencias con rapidez a fin de cubrir muchos datos, completar sus lecciones y darle al alumno toda la información posible. Debido a que en este punto de vista se espera una transferencia de conocimiento del maestro al alumno, se le llama enfoque de transferencia o enseñanza por transferencia.

Otro método de enseñanza se basa en la suposición de que el alumno es el sujeto de la operación y que debe participar en el proceso. Los que sostienen este punto de vista creen que se debería capacitar al alumno a hacer mucho más que recitar simplemente la información en forma correcta. Quieren que el alumno comprenda el material y que sea capaz de relacionarlo con conocimiento previo, que desarrolle algunas convicciones personales sobre el mismo y aprenda a usarlo en el establecimiento de valores como base para solucionar los problemas de la vida. Este enfoque exige que el alumno aplique personalmente el material; debe descubrir la verdad por sus propios esfuerzos.

Observe el diferente hincapié que se hace en este segundo enfoque: el maestro le enseña a una persona en lugar de enseñar simplemente una lección. Los elementos importantes son el alumno y los resultados del aprender. Este método de enseñanza exige que el maestro dirija al alumno en el proceso de aprender. Los que sostienen este enfoque no comparan el llenar la mente del aprendiz con conocimiento con el aprender significativo; creen que el maestro puede y debería ayudar al alumno a descubrir y aplicar la verdad. Por eso, a este punto de vista se le llama enfoque de descubrimiento o aprender por descubrimiento.

Brigette ha enseñado una clase de estudio bíblico para niños cada domingo en su iglesia por varios meses. “Muy bien, niños y niñas, siéntense por favor. Junten sus manos y guarden silencio mientras les enseño la lección”, dice por lo general al comenzar a dar su lección. Entonces procede a narrar una historia bíblica mientras los niños se sientan y la escuchan.

En otra iglesia, Pierre ha enseñado también una clase de estudio bíblico para niños por algún tiempo. Si le echara un vistazo a su clase, observaría que los alumnos van de un lado a otro del salón de clase ocupados en hacer accesorios visuales para la historia bíblica que están aprendiendo. O quizá observe que toman turnos para declarar un aspecto de la lección bíblica al grupo y lo que se puede aprender del ejemplo bíblico. O quizá los observe participar en la dramatización de la historia misma. No importa cuándo los observe, siempre los verá participando en diversas actividades y comentando libremente la historia bíblica.

Quizá haya asistido usted a clases donde se han observado estos dos conceptos de enseñar y aprender. En el pasado era muy común el enfoque de transferencia, el cual aún se sigue usando; sin embargo, los maestros modernos tienen la tendencia de apegarse al enfoque de descubrimiento. Este se basa en la comprensión actual que ha resultado de la investigación sicológica y educacional. Si ha estudiado usted bajo el enfoque de transferencia, quizá se haya preguntado si ese era el mejor. Es de suma importancia comprender muchos hechos que nos afectan en el mundo de hoy. Es importante que seamos capaces de recordar y expresar esta información que nos ayuda a estar conscientes y alertas a la vida que nos rodea. Sin embargo, es mucho más práctico comprender lo aprendido de manera que se pueda aplicar a la solución práctica de problemas de la vida real. La capacidad para aplicar conocimiento, como veremos, se obtiene a través de la experiencia, del uso.

Por favor memorice las siguientes definiciones de enseñar y aprender. Se espera que reconozca las definiciones correctas de estas palabras en el autoexamen y en el informe del alumno.

1. El aprender consiste en el descubrimiento de información y en hacer las aplicaciones prácticas a la vida.

2. El enseñar consiste en ayudar a las personas a aprender.

Quizá esté comenzando a comprender que la enseñanza y el aprendizaje son interdependientes. Por lo general, si enseñamos con eficacia de acuerdo con la definición anterior, se produce el aprender. Si los alumnos receptores no aprenden, no ha habido enseñanza eficaz. Podemos considerar el enseñar y el aprender como dos caras de la misma moneda. Son inseparables como dos partes de un concepto total. Por eso nos referimos al proceso como enseñar y aprender.

TRANSFORMAR AL ALUMNO

El cambio es esencial para el aprendizaje. El aprendiz descubre información y responde a ésta. Si el aprendiz no cambia, no ha habido aprendizaje; si no ha habido aprendizaje, la enseñanza ha sido inefectiva.

¿Comprende usted la relación entre enseñar a los discípulos a “obedecer” todo lo que Jesús mandó v la observación de que los alumnos deben cambiar si han aprendido? ¿Cómo puede alguien “obedecer” los mandatos de Jesús sin comprenderlos antes y luego edificar su vida en torno de los mismos? La obediencia implica plena aceptación y realización de lo que se ha aprendido. El conocimiento debe ser puesto en acción para que sea eficaz. La meta principal del aprendiz consiste en poner la verdad en acción, estar convencido de la verdad hasta el punto de apropiarse de ella y transformar su vida de acuerdo con la verdad.

Este concepto afecta particularmente nuestros esfuerzos de nutrir el crecimiento cristiano. Nuestra meta consiste en transformar a las personas al ayudarles a crecer en Cristo de modo que la vida de El pueda expresarse a través de sus vidas. El nutrimiento cristiano ayuda a las personas a cambiar progresivamente en la semejanza de Jesús. Cuando nos convertimos en creyentes, nuestra vida puede estar muy lejos de ser como Cristo; sin embargo, al crecer la vida de El dentro de nosotros y al ajustarnos a lo que hemos aprendido acerca de El, nos conformamos a su semejanza.

Debe ocurrir la transformación de los alumnos para que hayan aprendido. ¿Pero cómo se espera que cambien los alumnos? Al ir creciendo un niño, se va transformando, cambiando. Con frecuencia continúa viéndose igual, aunque poco a poco va tomando las características de la madurez. Con el crecimiento se espera que ocurran cambios. El cambio que resulta de aprender por lo general se considera como de crecimiento, madurez o ajuste.

Los educadores han identificado tres áreas en las que ocurre el cambio de aprender. Estas son: (1) conocimiento; (2) actitudes; (3) conducta o comportamiento. Se me facilita recordarlas si las comparo con la cabeza (conocimiento), el corazón (actitudes) y las manos (comportamiento). Todos los cambios ocurren en estas tres áreas.

El cambio en conocimiento puede incluir añadir nueva información, corregir un punto de vista o adquirir apoyo nuevo o aumentarlo para un punto de vista. Los cambios de actitud involucran valores y sentimientos. Los valores o sentimientos transformados pueden reflejar un grado de aumento o disminución en el sentir hacia algo. Los cambios en comportamiento con frecuencia involucran las habilidades necesarias para hacer algo. Estos cambios pueden incluir el desarrollo de nuevas habilidades o ser mejor, más rápido o eficiente en el desempeño de una tarea. Con mucha frecuencia en el ámbito espiritual los cambios también incluyen las metas y los hábitos —dejar de practicar lo que vaya en detrimento del crecimiento cristiano y adquirir lo que lo impulsa.

El área de las actitudes es la más difícil de cambiar. Las personas tienen la tendencia de aferrarse a sus valores. Las emociones humanas tienen bases profundas, por lo que un cambio de valores necesita ajuste en las emociones y las actitudes. El cambio de valores no es fácil; no obstante, esta área es de suma importancia para quienes se ocupan de nutrir el crecimiento cristiano. Sin embargo, con la debida enseñanza pueden ocurrir los cambios en las tres áreas.

NIVELES DE APRENDER

¿Cuándo puede usted decir que conoce a alguien? ¿Conoce a alguien luego que se lo han presentado? Puede conocerle lo suficiente como para reconocerlo cuando lo vea y para recordar su nombre, pero ¿le conoce en realidad? Para conocer bien a alguien son necesarios varios encuentros. Podemos decir que una relación en aumento con alguien se caracteriza por grados o niveles de amistad.

De igual manera, hay varios niveles de aprender. Aprendemos cierta información en un nivel y otra en otro nivel. Los educadores han identificado cuatro niveles con términos diferentes, los cuales se encuentran con frecuencia con el nutrimiento.

Recitación. El alumno memoriza datos de información y es capaz de expresarlos o reconocerlos después.

Repetición. El alumno sabe el material lo suficiente como para repetirlo en sus propias palabras. Puede cambiar la información en formas diferentes sin alterar su significado.

Comprensión. El alumno descubre relaciones entre datos, integra nueva información a lo que ya ha aprendido, hace generalizaciones, forma valores y desarrolla habilidades.

Aplicación. El alumno usa la información para resolver problemas de la vida diaria, modificar sus actitudes y comportamiento, así como para hacer evaluaciones de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto. Al aplicar la información a situaciones nuevas y concretas, participa del pensamiento original, creativo. Estas habilidades requieren la identificación, así como la selección y el uso de información y habilidades apropiadas para darles solución a cuestiones y problemas.

COMO APRENDEN LAS PERSONAS

¿Cuáles factores se involucran en el aprender humano? ¿Cómo aprenden las personas?

A través de los sentidos

Los cinco sentidos—vista, oído, olfato, tacto y gustoconstituyen puertas por las cuales las personas experimentan físicamente su ambiente. Aprenden más a través de unos sentidos que por otros. La investigación indica que las personas aprenden a través de los sentidos en las siguientes proporciones aproximadamente:

Como Aprendemos
Viendo 83%
Escuchando 11%
Oliendo 3.5%
Tocando 1.3%
Gustando 1%

Los sentidos de la vista y el oído se consideran como los más eficaces para el aprender. Este aumenta notablemente cuando la información se ve y se oye. La retención es considerablemente mayor cuando la información se percibe por más de uno de los sentidos.

Lo Que Retenemos
10% de lo que LEEMOS
20% de lo que OIMOS
30% de lo que VEMOS
50% de lo que VEMOS y OIMOS
70% de lo que OIMOS y DECIMOS
90% de lo que OIMOS y HACEMOS

Por tanto, para facilitar el aprendizaje y aumentar la retención, las actividades de aprender deberían involucrar más de uno de los sentidos. Idealmente, la experiencia de aprender se aprovecha al máximo cuando el alumno responde a lo que ha oído ya sea verbalmente o poniéndolo en acción.

Compare mentalmente lo que ya ha aprendido en esta lección acerca de la necesidad de que el alumno obedezca la verdad y lo que usted ha descubierto acerca de los sentidos. Lo que se aprende por el oír y la vista se retiene por más tiempo. El uso de la verdad como la base para hacer decisiones en la vida y medir las acciones constituye la meta del aprender.

A través de la participación

El alumno solo puede llevar a cabo el aprender. Debe descubrir la verdad por sí mismo poniendo en práctica la información. Nadie más puede aprender por él ni forzarle a hacerlo. El alumno debe usar personalmente el material para lograr los cambios deseados. Esta práctica puede ser intelectual, emocional, o física y, en el nutrimiento cristiano, podemos agregar participación espiritual. Las personas aprenden a través de la participación directa, activa, así como poniendo el material en acción.

Aun cuando no podemos aprender en favor de otro ni forzarlo a aprender, podemos planificar actividades de aprender que proveen oportunidades que facilitan la práctica del alumno con la verdad. Si usted le ayuda a alguien a crecer en lo espiritual, puede crear un ambiente propicio para la lección, proveer recursos y forjar experiencias que le conducirán a descubrir, cambiar y aprender.

A través de la práctica

Las personas aprenden por medio de la práctica o el acondicionamiento. Cuando una acción se repite muchas veces por lo general se convierte en hábito. Luego, en forma rutinaria, sin planificar o ni siquiera pensar en la actividad, continuamos haciéndola de la misma manera en la que hemos practicado. El hablar se aprende de esta manera. Aprendemos a conducir una bicicleta por la práctica, así como nadando aprendemos a nadar. También desarrollamos modelos de comportamiento en la vida cristiana, como la lectura de la Biblia. la oración, la asistencia a la iglesia y la obediencia a la Palabra de Dios.

El acondicionamiento se considera en un nivel bajo de aprendizaje porque no requiere comprensión de parte del alumno. Desarrollamos hábitos simplemente al repetir la acción con frecuencia. Es muy posible actuar por hábito sin comprender el significado de la acción o lo que está ocurriendo. En la formación de hábitos entran en juego factores tanto positivos como negativos. Al enseñarles usted a otros y ayudarles a madurar en semejanza a Cristo, debe estar consciente de estos factores y usar este principio con sabiduría.

A través de la solución de problemas

La solución de problemas es un medio por el cual aprendemos. Cuando se confronta una situación difícil, se tiene la tendencia de buscar una solución. Un refrán popular señala esta verdad: “La necesidad es la madre de los inventos.”

En situaciones del enseñar, puede ser útil comenzar con problemas que el maestro y los alumnos pueden resolver juntos. Al dirigir a los alumnos a la Biblia y a otros recursos, encuentran soluciones significantes. El maestro dirige a los alumnos en situaciones que resultan en la solución de problemas, pero no les da las soluciones a los problemas. Al considerar el alumno posibles alternativas y decidir sobre un curso de acción, ocurre el aprender. De esta manera sus habilidades de pensar críticamente comienzan a desarrollarse y comienza a solucionar problemas por sí propia.

El aprendizaje humano no es sencillo. Entran en juego muchos factores tales como la naturaleza del individuo, habilidad natural, intereses y necesidades, antecedentes y valores para que el alumno descubra la verdad por sí mismo y la aplique a las experiencias de su vida. El aprender lo capacita a uno para la vida. Las actividades de planificación que conducen al alumno a relacionarse con la verdad, además de las oportunidades de aprender estructuradas que lo capacitan para reconocer cuándo y cómo aplicar el material de la lección para hacer decisiones y resolver problemas, constituyen una de las funciones principales del maestro.

APRENDER COMO NUTRIR EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

El aprender involucra descubrimiento y acción —interacción personal con la verdad y llevar la verdad a la práctica en la vida. El alumno debe cambiar. Debe crecer a través de la modificación del conocimiento, del ajuste de las actitudes y de la corrección del comportamiento.

Estos principios fundamentales del aprender son indispensables para el nutrimiento cristiano. El nutrimiento cristiano está centrado en la vida. Involucra mucho más que la adquisición de conocimiento bíblico y espiritual. El nutrimiento cristiano es un proceso de transformación de vidas a la semejanza de Cristo, de capacitación de personas para crecer en madurez espiritual.

Hay un cuerpo de verdad espiritual revelada que debe estudiarse. Dios se ha revelado a sí mismo en la forma de verdad escrita. Los cristianos que se ocupan en el proceso de nutrimiento impulsarán a las personas a estudiar las Escrituras y a conocer esta información.

Quienes participan en el nutrimiento cristiano también reconocen que las actitudes y los valores son de suma importancia. Los cambios de actitudes son básicos para la tarea del nutrimiento cristiano. Jesús enseñó que la esencia misma del creyente consiste en amar a Dios con todo su ser. Este amor, que es una expresión de la voluntad, se extiende a su prójimo y, en su forma más alta se revela en el concepto que abriga de sí mismo. El amor impregna las actitudes y los valores de un creyente, por lo que la forma en que estas actitudes se proyectan depende de cómo ha aprendido uno a expresarlas. El crecer espiritualmente y ser más y más como Cristo nos ayuda a ajustar nuestra actitud para ser más como El.

De la misma manera, no basta con conocer y sentir. Se necesita la obediencia plena a Cristo. No estamos cumpliendo nuestra responsabilidad de nutrir para el crecimiento cristiano hasta que la verdad encuentre expresión viva en los creyentes. La conducta obediente es básica para la vida cristiana. Puesto que nuestra tarea en el nutrimiento cristiano consiste en impulsar la vida espiritual, hemos de procurar que las personas crezcan hasta que la vida de Cristo encuentre expresión madura y viva en su comportamiento.

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