Firmeza moral en comunidad

—Gracias, y aquí está su cambio.

—Pero, señor, usted me dio cambio de más. Aquí tiene.

—Tiene razón. ¡Usted es muy honesto! ¡Muy pocos harían lo que usted hizo!

—¡Pero yo soy cristiano, y la Biblia me enseña que debo ser
honesto siempre!

A usted probablemente le haya ocurrido algo similar. ¿Ha demostrado algún elevado principio cristiano, cuando bien pudo haber hecho lo contrario? Adoptar una posición de firmeza moral es un ejemplo de cómo se demuestra un verdadero espíritu de comunidad.

Firmeza moral y la palabra de dios

El apóstol Pablo insta: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo” (Efesios 6:11). ¿Qué significa estar firme? ¿Acaso significa sólo oponerse a algo, o también estar en favor de una cosa? En la mayoría de los casos, la Biblia nos alienta a permanecer firmes contra ciertas cosas. Por supuesto, como cristianos estaremos en favor de lo piadoso. Desearemos hacer lo recto. Permanecer
firme significa obedecer la voluntad de Dios como la ha aprendido de las Escrituras.

En el versículo bíblico citado, se nos exhorta a vestirnos con la armadura de Dios. Una armadura, en términos militares, se refiere a una vestidura metálica que sirve para proteger el cuerpo. Observe que se nos dice que debemos vestirnos con esa armadura para poder estar firmes contra las asechanzas del diablo.

La armadura de Dios se le ofrece a usted para que se proteja. Pablo menciona cada pieza de la armadura para ilustrar la manera en que debemos estar preparados para luchar contra el enemigo Esta ilustración significa que no debe uno negar su fe, o lo que cree.

Estar firmes significa firmeza moral: La decisión de que una mala acción o enseñanza no influirá sobre uno; Poner en práctica buenas obras o enseñanzas que fortalecerán su vida cristiana.

Podemos ilustrar esta clase de acción con un buen hábito: asistir a la iglesia. Usted sabe que cuando llega la hora de asistir a la iglesia para adorar al Señor, sencillamente lo hace. No tiene que estar decidiéndolo cada vez. Este es ya el modelo o patrón para su vida. Para usted, es muy natural hacerlo. Sin embargo, en algunas situaciones de la vida tiene usted que oponerse a algo. “Y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes…” (Efesios 6:13–14).

En Daniel 3, leemos que el rey construyó una estatua y ordenó que todos los habitantes de Babilonia se inclinaran ante ella y la adoraran. Tres jóvenes se negaron a hacerlo. Incluso después que les advirtieron sobre el castigo que recibirían si desobedecían, ser echados en el horno de fuego, no cambiaron de opinión. Entonces el rey se enojó. Ordenó que calentaran el horno aun mucho más allá de su capacidad. Los jóvenes habían decidido permanecer firmes en su posición y no cedieron. Fueron lanzados al horno de fuego. Aparentemente se enfrentarían a una muerte segura.

Sin embargo, Dios no permitió que murieran. Sumamente maravillado, el rey liberó a los jóvenes y agregó: “No hay dios que pueda librar como éste” (Daniel 3:29). Estos jóvenes habían permanecido firmes en su decisión de que no se inclinarían ante un dios falso ni lo adorarían. Debido a la
firmeza de estos jóvenes, ¡el rey y su pueblo presenciaron el gran poder de Dios en acción y quedaron maravillados! ¿Tiene usted esa clase de determinación para servir a Dios?

Su fe debe brotar de lo profundo de su corazón. Cuando sus amigos vean su espíritu de comunidad y su firmeza moral en favor de lo recto, le respetarán, y podrán notar el poder de Dios en su vida. Cuando alguna práctica le pueda conducir a la negación de su cristianismo, ¡adopte una posición de firmeza moral en favor de lo recto!

Firmeza moral y la tradicion

La tradición es una creencia o costumbre que se ha trasmitido de generación en generación, de padres a hijos. Aunque no siempre se ha escrito, es muy importante para los miembros de la comunidad. Muchas tradiciones son buenas y útiles. Ayudan a la gente a recordar su pasado. Otras no son
buenas para los cristianos. En ocasiones algunas tradiciones nos conducirían a hacer algo a lo que la Biblia se opone. En esas ocasiones, debemos asumir una posición de firmeza moral en favor de lo recto.

Por ejemplo, en algunas partes del mundo se venera a los familiares ya muertos. Esta costumbre no es mala en sí misma. Hemos de recordar con respeto a nuestros familiares que han muerto. Pero no hemos de respetarlos hasta el grado de adorarlos. Al adorar a nuestros antepasados, desobedecemos la Palabra de Dios. En Éxodo 20:3 Dios dijo: “No tendrás dioses ajenos delante de mí.” Quienes han muerto ya han vivido lo que
les correspondía y han partido. Hemos de dejarlos en las manos de Dios. Nos corresponde a nosotros vivir de tal manera que estemos seguros de nuestra condición espiritual para cuando nos enfrentemos a la muerte.

Firmeza moral y las leyes civiles

Los gobiernos, los gobernantes y las autoridades han sido instituidos por Dios. En 1 Timoteo 2:1–2 se nos exhorta a que oremos por aquellos que ejercen autoridad sobre nosotros. Al orar por ellos, Dios los ayudará para que sean una bendición.

La Biblia también nos enseña que debemos honrar y obedecer las leyes promulgadas por nuestros gobernantes. Se nos dice en Tito 3:1 que debemos sujetarnos “a los gobernantes y autoridades”, que obedezcamos y estemos “dispuestos a toda buena obra”. El cristiano obedece las leyes de su gobierno aun cuando no esté personalmente de acuerdo con ellas, a menos que se opongan a las enseñanzas cristianas y a la Palabra de Dios.

Los gobiernos generalmente deciden sobre los días feriados oficiales. Muchos de estos días feriados tienen relación directa con las religiones de ese país. En ocasiones las celebraciones se llevan a cabo en días que no son especiales para los cristianos. No permita que esta situación le moleste. Usted puede honrar al Señor cada día del año. Cuando tenga que unirse a estas celebraciones, aproveche la oportunidad para descansar y agradecerle al Señor la luz que le ha enviado a su corazón.

En algunas áreas, los días feriados ofrecen oportunidades especiales para el cristiano. Toda la gente anda en las calles. Fácilmente aceptarán y leerán literatura evangélica. Si se lo permiten en donde usted vive, use estos días feriados para repartir literatura y para testificar a quienes necesitan a Cristo. Si se lo permiten las autoridades, hasta puede predicar la Palabra en lugares públicos. ¡Haga de estos días no cristianos una oportunidad de trabajar para el Señor!

En ocasiones quizá tengamos que ajustar nuestros planes y horarios para cumplir con los requisitos del gobierno. Por ejemplo, en un país el gobierno acostumbra celebrar actividades políticas en domingos por la mañana. Es necesario que todos asistan a estas reuniones. Las iglesias tienen que cooperar. ¿Qué pueden hacer las iglesias en este caso? La adoración a Dios no está limitada a los domingos. La mayoría de las iglesias han organizado un culto que celebran el sábado por la noche. Así obedecen la ley, y los cristianos no dejan de congregarse para adorar al Señor.

Si deseamos que nuestro testimonio cristiano sea eficaz en nuestra comunidad, debemos adoptar una posición de firmeza moral en favor de lo recto. Hasta donde nos sea posible, debemos ser ciudadanos leales al gobierno y respetarlo, así como a los gobernantes. Cuando las leyes vayan contra nuestros principios cristianos, hemos de orar y pedirle a Dios sabiduría para saber qué hacer.

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