Contribuya a su comunidad

En casi cada país del mundo existe la organización de la Cruz Roja. Su función consiste en servir a la humanidad. Ayudan a la gente ante desastres, hambres, huracanes o terremotos. La Cruz Roja se sostiene por medio de contribuciones o donativos, la gente contribuye con dinero, materiales y sangre, a fin de que pueda servir cuando ocurra una emergencia. La gente no contribuye porque espera recibir algo a cambio. ¡No! Lo hace porque siente el deseo de ayudar a otros en emergencias y dificultades.

Lo mismo se aplica a la contribución nuestra a la comunidad. No ayudamos porque esperamos recibir un gran regalo como recompensa. No, lo hacemos porque es justo, es bueno que demos nuestro tiempo, dinero y talentos para suplir las necesidades de la comunidad. En esta lección estudiaremos cómo podemos prepararnos para servir mejor a nuestra comunidad.

Prepárese para servir

Antes de poder servir a alguien, necesitamos prepararnos para ese servicio que prestaremos. El mejor servicio que el cristiano puede prestar a su comunidad consiste en ganar almas. He aquí tres formas en que usted se puede preparar para dar testimonio en su comunidad:

1. Tenga la seguridad personal de su salvación. ¿Cómo puede sentirse seguro de su salvación? Estableciendo una relación segura con el Señor. Puede lograrla orando y estudiando la Palabra de Dios. Cuando usted conoce al autor de un libro, siente un intenso deseo por leerlo. Al conocer mejor a
Dios, sentirá un deseo más intenso de leer su Palabra, la Biblia.

Permita que su confianza en Dios se base sobre lo que la Biblia dice, y no sobre cómo se siente usted. Si siente que nadie le ama, ¡Dios sí le ama! Si siente que ha fracasado, ¡anímese! ¡Dios todavía le ama! Acepte su amor y deposite su fe en la Biblia, no en sus sentimientos. Si usted no le ha sido fiel a Dios o por alguna razón comienza a dudar de su relación con Él, recuerde estos versículos de Efesios 2:4–5:

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).

Ninguno de nosotros puede ganarse el amor de Dios. Por tanto, sencillamente acepte este don gratuito y viva de tal manera que le demuestre a Dios que es usted agradecido. Pablo pregunta:

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?… Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:35, 37).

Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, podemos obtener completa seguridad en nuestra salvación por su misericordia, no por nuestros sentimientos.

2. Aprenda cómo conducir a alguien a Cristo. ¿En alguna ocasión alguien le ha dicho: “Sígueme, conozco bien el camino”, y ambos se han perdido? No se siente uno muy a gusto en esas circunstancias. Nos gusta seguir a personas que en realidad conocen bien el camino.

Si deseamos conducir a otros a Dios, necesitamos conocer bien el camino. La Biblia contiene muchos versículos que nos ayudan a dirigir a otros a Cristo. En el siguiente cuadro he hecho una lista de algunos pasajes que puede memorizar y con los que puede comenzar.

Si usted desea usar estos versículos para mostrarle a alguien cómo encontrar a Cristo, primero memorícelos y escriba el número de la página donde se encuentra el primer versículo en el interior de la tapa de su Biblia. Luego, al final de la página donde se encuentra el primer versículo, escriba el número de la página del siguiente versículo. Así sucesivamente, hasta que haya completado todos los versículos. Contará así con un sencillo, pero efectivo sistema de usar su Biblia para conducir a alguien a Cristo. Ahora usted está preparado para servir. Al encontrar otros versículos que le ayudaren a testificar, márquelos de la misma manera.

3. Dependa del Espíritu Santo. No importa qué tan bien conozca la Biblia, debe depender de la ayuda del Espíritu Santo. Él le dirigirá, le pondrá en su mente las palabras adecuadas al testificar.

El Espíritu Santo es quien conduce a la gente a Dios y los hace sentirse tristes por su pecado. Conoce la condición de cada corazón humano. Al orar pidiendo su dirección, le ayudará a servir a su comunidad a través de su testimonio personal.

Participe

Hay muchas formas en que el cristiano puede servir e influir en su comunidad. Debe ser mejor ciudadano, vecino y amigo porque es cristiano. Su comunidad será un mejor lugar debido a su presencia en ella. Si esperamos influir sobre nuestra comunidad en favor de Dios, debemos participar en
las actividades de la misma. Pero tenemos que seleccionar con cuidado cuáles actividades son buenas, y cuáles dañarían nuestro testimonio cristiano. ¿Cómo decidirlo?

En primer lugar, cuando necesite decidir si participará o no en cierta actividad, pregúntese a usted mismo: “¿Se opone a las enseñanzas cristianas básicas según la Biblia?” Si responde no, hágase la siguiente pregunta: “¿Puedo dar testimonio de Dios, disfrutar de esa actividad y salir ileso espiritualmente?” Si contesta sí y ha orado respecto a ello, vaya a la actividad.

Si asiste y descubre subsecuentemente que la actividad no está de acuerdo con las normas ya mencionadas, retírese y dé gracias a Dios por haberle enseñado una lección. El Espíritu Santo le dará sabiduría para hacer decisiones semejantes.

Hay muchas formas en que un cristiano puede participar en su comunidad y hacer que brille su luz. Por ejemplo, puede ser buen ciudadano al notificarle a la policía si ha visto que se comete un crimen. Puede ayudar a la comunidad proveyendo actividades generales para los jóvenes, a fin de que no se envuelvan en crímenes ni se metan en dificultades.

Los padres cristianos y otros creyentes pueden interesarse en su escuela local y ayudar a los maestros y directores de cualquier manera posible. Hasta quizá puedan ayudar a recomendar a maestros cristianos para su escuela. Demuestre su interés por mejorar los edificios, los libros, las bibliotecas, si lo necesitan.

Otra buena forma de influir sobre su comunidad consiste en hacerse amigo de líderes de la comunidad como policías, oficiales, maestros, médicos, y dueños de negocios. Busque oportunidades de testificarles sobre lo que Cristo ha hecho en su vida. Trate de relacionarse con su presidente municipal y con los representantes de su gobierno local. Recuerde, también ellos necesitan al Señor.

Sería imposible alistar todas las formas en que podemos servir a nuestra comunidad. Tenemos la responsabilidad cristiana de votar por nuestros líderes o por leyes que estén en favor de lo justo y lo recto, si se nos da la oportunidad de hacerlo. Si en la comunidad se están recogiendo fondos para
la construcción de un hospital o un orfanato, los cristianos debemos colaborar con tales proyectos.

En todas nuestras relaciones, es importante que seamos ejemplos de cristianismo. Especialmente en el campo de los negocios. La Biblia dice que debemos ser “ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12).

Habilidades que contribuyen

Juan Moreno es cristiano. Entregó su vida a Cristo desde hace muchos años. Todos en el pueblo lo respetan como buen obrero y de buenas costumbres. A Juan Moreno también se le conoce como buen constructor. El presidente municipal de su pueblo ha solicitado la ayuda de voluntarios para construir un parque recreativo en el centro del pueblo. El señor Moreno se ha ofrecido ante el presidente municipal para dirigir el proyecto que
se construirá.

Observe los aspectos importantes de esta historia:

1. Juan Moreno es un constructor excelente que goza de muy buena reputación.

2. Ha ofrecido sus habilidades para ayudar en un proyecto de la comunidad que proveerá bienestar a mucha gente.

Estas son las dos cosas de interés para la comunidad. El que Juan Moreno sea cristiano quizá no lo sepa mucha gente. Sin embargo, quienes trabajen en el proyecto junto con él de seguro lo notarán. El ama a Dios, y sus principios cristianos brillarán en su vida.

Quizá usted posea habilidades que necesita su comunidad. ¿Puede ofrecer sus servicios como contribución para todos? Si lo hace, será una bendición para otros y tendrá la oportunidad de dar su testimonio cristiano usando su habilidad para ayudar a otros. Se necesitan muchas habilidades en la comunidad.

Habilidades de conocimiento agrícola, construcción, enfermería, guardería infantil, limpieza y cuidado de lugares públicos; éstas representan sólo unas cuantas maneras de participar. ¿Cuál es su habilidad especial? ¿La ha ofrecido a Dios y a su comunidad?

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