Escritos de la Época del Reino

El Antiguo Testamento contiene cinco libros conocidos como poéticos o literarios de sabiduría. Son los siguientes:

Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. En contraste con los libros que ya hemos estudiado en este curso, estos libros no se relacionan principalmente con sucesos históricos. Más bien tratan sobre las experiencias de la vida que les fueron familiares a los israelitas. Los problemas, creencias, actitudes y emociones que se expresan en esta literatura, nos dan una idea de sus vidas.

Aunque la mayor parte de estos escritos fueron producidos en la época del reino, algunos fueron escritos más temprano. Sin embargo, las experiencias que describen son comunes para hombres y mujeres en todas partes y de todas las épocas de la historia. ¡Estos escritos nos hablan a nosotros hoy! El Espíritu Santo los ha preservado para nuestra consideración, gozo y crecimiento.

Al estudiar esta lección comprenderá por qué estos escritos son muy bellos en cada idioma al que son traducidos. Descubrirá el tema central y el valor de cada uno, y aprenderá por qué muchos creyentes los encuentran tan significativos y de inspiración. Como consecuencia, su vida espiritual y devota será enriquecida.

LOS ESCRITOS Y SU FORMA

Los escritos

Los libros de la Biblia que estudiaremos en esta lección, incluyen aquellos que mucha gente selecciona como sus favoritos. Entre los autores de estos libros hubo reyes, profetas, poetas y gente común. Pero aunque estamos viviendo en un tiempo y cultura diferentes de los de ellos, las enseñanzas básicas de los escritos aún son muy valiosas para nosotros. Estos libros muestran que Dios nos habla en formas prácticas. A El le interesa nuestro sufrimiento, nuestros negocios, nuestra vida familiar y nuestro deseo de adorarle a El.

Su forma

Los libros de poesía y sabiduría están escritos en un estilo poético llamado paralelismo. Este estilo constituye la característica distintiva de la poesía hebrea. Paralelismo significa que los pensamientos expresados son similares o balanceados de alguna manera (paralela). Este estilo contrasta con la rima, en la cual los sonidos de las palabras (generalmente la última palabra de cada línea) son similares. Observe este contraste:

Rima: Sólo una vida, que pronto pasará, Sólo lo hecho para Cristo perdurará.

Paralelismo: A Jehová cantaré en mi vida; A mi Dios cantaré salmos mientras viva (Salmo 104:10).

Por ello la poesía hebrea tiene mucha belleza. Pero esta belleza se deriva principalmente de los pensamientos expresados. Lo maravilloso acerca de este estilo es que la belleza de la poesía no se pierde cuando el poema es traducido.

Hay tres clases principales de paralelismo:

  1. Sinónimo — la segunda línea repite el significado de la primera en diferentes palabras.
  2. Sintético — la segunda línea le agrega un nuevo pensamiento a la primera (sobre el mismo tema o sujeto).
  3. Antitético — la segunda línea da un pensamiento de opuesto significado al de la primera.

Al leer estos libros de poesía y sabiduría, trate de reconocer cada una de estas diferentes clases de paralelismo.

ESCRITOS DE SABIDURÍA

Job, un tratado sobre el sufrimiento

Lea Job 1-15,28-35, 38-42

Es probable que Job haya vivido durante el tiempo de los patriarcas, entre Abraham y Moisés. Se menciona en el libro de Ezequiel junto con Noé y Daniel (Ezequiel 14:14, 20). El libro que lleva su nombre probablemente sea el más antiguo de toda la Biblia; es también una obra maestra de la poesía. Su tema es el sufrimiento humano, uno de los problemas universales sin solución.

La palabra clave del libro es prueba. Job lloró: “Más él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro” (Job 23:10). He aquí un bosquejo sencillo del libro:

  1. Job 1:1-3:6. Job y sus tres amigos son introducidos; Job ha sido reducido a la pobreza y la miseria.
  2. Job 4:1-31:40. Job y sus tres amigos conversan y discuten sobre su sufrimiento.
  3. Job 32:1-37:24 Eliú habla; dice que el sufrimiento es un medio de purificación y castigo.
  4. Job 38:1-41:34. Dios habla; el hombre no puede comprender todos los pensamientos del Creador, porque sus caminos son más altos que los del hombre.
  5. Job 42:1-7. Job adora a Dios; sus riquezas le son restauradas doblemente.

En este libro resaltan cuatro puntos de vista o ideas. Podemos llamarlas: de Satanás, del santo, del que sufre, y del Salvador.

  1. El punto de vista de Satanás: La gente le sirve a Dios solamente por las riquezas y la honra que ello produce (Job 1:12-8). Usó esta filosofía cuando tentó a Jesucristo (Mateo 4:1-11).
  2. Punto de vista del santo (punto de vista de Elifaz, Bildad y Zofar):Los justos siempre son premiados y el pecador siempre sufre. Por tanto concluyeron que Job, por estar sufriendo mucho, debió de haber sido un gran pecador (Job 4:7).
  3. Punto de vista del que sufre (Eliú): El sufrimiento es siempre la disciplina que usa el Padre para someternos a sus propósitos. Los discursos de Eliú son una defensa mucho más justa de Dios.
  4. El punto de vista del Salvador: Dios se reveló a sí mismo a Job. El enseña que a los piadosos se les permite sufrir para que puedan verse a sí mismos. Job, aunque era un buen hombre, se considera justo en su propia opinión.

El libro de Job nos muestra que las pruebas y los sufrimientos no son siempre un castigo. En ocasiones son permitidos en nuestra vida para que seamos capacitados y educados. Un atleta, por ejemplo, no se somete a una disciplina para castigarse.

Mas bien lo prepara para la carrera. De la misma manera, Dios siempre nos está preparando para la obra que debemos realizar. Y algunas veces lo hace a través de la disciplina de las pruebas y los sufrimientos. Su propósito en todo es mostramos su sabiduría.

Proverbios, un tratado sobre la vida

Lea Proverbios 1-10, 13-16 29-31

El libro de Proverbios es una maravillosa colección de refranes sabios. Los judíos lo compararon con el atrio del templo, el lugar donde ellos solían encontrarse con otras personas. Proverbios nos muestra al hombre piadoso “en acción”, ya que parece mostramos que la piedad es práctica. Cada relación de la vida es mencionada. En sus páginas encontramos nuestra relación para con Dios, nuestro prójimo, padres, hijos, e incluso nuestra patria.

El autor de la mayor parte del libro de Proverbios fue Salomón. Fue tan sabio que se le describió como la representación misma de la sabiduría (1 Reyes 3:3-28; 4:29-30; 5:12). Muchos gober nantes de otros países buscaron su consejo (2 Crónicas 9:1-24). Además de Salomón (Proverbios 1:1; 10:1), son mencionados también los siguientes autores: a) Los dichos de los sabios (22:17); b) los dichos de Salomón, copiados por gente al servicio del Ezequías (25:1); c) Agur (30:1); y d) el rey Lemuel (31:1). El libro puede dividirse en tres partes principales.

  1. Consejos para los jóvenes: capítulos 1-10.
  2. Consejos para toda la humanidad: capítulos 11-20.
  3. Consejos para reyes y gobernantes: capítulos 21-31.

El capítulo 8 es una parte sobresaliente de este libro extraordinario. Es una descripción vigorosa y bella, así como exaltación, de la sabiduría. Muchos estudiantes de la Biblia han notado similitudes entre este capítulo y ciertas descripciones de Jesucristo que se hallan en el Nuevo Testamento. En Colosenses 2:3, por ejemplo, Cristo es descrito como la llave que abre “todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Al leer los versículos de Proverbios, trate de usar el nombre de Cristo en lugar de la palabra sabiduría. Este ejercicio le revelará otra fase del poder de este libro.

Eclesiastés -un tratado sobre la desesperación

Lea Eclesiastés 1:1-12:14

Eclesiastés constituye una declaración de la filosofía de la vida humana. Es como un registro de todo lo que la mente humana puede pensar y lo que la propia religión del hombre puede ofrecer. Los argumentos que contiene el libro no son los argumentos de Dios. Estos son los registros de Dios acerca de los argumentos del hombre. Algunas partes de Eclesiastés, de hecho, se oponen directamente a otras de la Biblia (véase 1:15; 3:19; y 8:15 por ejemplo).

El autor se identifica a sí mismo como el “Predicador, hijo de David, rey de Jerusalén” (1:1). Muchos creen que este fue Salomón, y que el libro es un dramático relato de su propia experiencia. El autor pregunta: ¿Qué es de más valor como meta en la vida? El duda que haya realmente una respuesta para esta pregunta. Su experiencia muestra que todo lo que el hombre busca para satisfacerse solamente produce desesperación. Todos buscan satisfacción separados de Dios (1:1-3). Buscan satisfacción en la ciencia (1:4-11). La filosofia no les da ninguna respuesta (1:12-18). Tampoco el placer (2:1-11), incluyendo la felicidad, la embriaguez, el trabajo, los bienes, la riqueza y la música. Todo está vacío.

El autor se volvió al materialismo (2:12-26), a una actitud fatalista (3:1-15), y a una religión vacía e impersonal (3:16-22). Estos también son vanidad. No le fue fácil complacer a Dios (5:1-8), y las riquezas no le produjeron gozo (5:9-16). Tampoco el ser bueno (7: 1-12).

Finalmente llegó a una conclusión importante: “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (12:13).

ESCRITOS DE DEVOCIÓN

Dios creó al hombre para disfrutar de compañerismo con él. Como hemos aprendido del mensaje de Eclesiastés, el hombre no encuentra significado para su vida fuera del compañerismo con Dios. Una de las formas principales en que un creyente disfruta compañerismo con Dios consiste en la adoración. Cuando adoramos a Dios, reconocemos su valor. Podemos ocupamos en la obra de Dios, pero sólo nuestra devoción verdadera y nuestra expresión personal de adoración a El nos dará satisfacción perdurable. Los dos libros poéticos que estudiamos en esta sección son un ejemplo, y un medio para obtener esta experiencia.

Salmos -alabanza y oración

Lea los Salmos 1-41, 79-91, 119-150

Por más de 2.000 años el libro de los Salmos ha sido uno de los más populares y amados del Antiguo Testamento. Desde los tiempos de David, los israelitas usaron estos cantos en su adoración a Dios. Los creyentes de hoy de todas las culturas y naciones los usan y los cantan. Su gran popularidad se atribuye a que se relacionan con experiencias comunes de la raza humana.

El título Salmos significa alabanza o el libro de alabanzas. Los Salmos alaban y magnifican al Señor. El nombre de Dios, su Palabra, su bondad, todo es honrado.

Aproximadamente las dos terceras partes de los Salmos mencionan a un autor específico; entre ellos David (escribió 73); Asaf (12); los hijos de Coré (10); Salomón (2); y Moisés (1). Etán y Hemán, dos hombres quienes se comparan con Salomón en sabiduría (1 Reyes 4:31), escribieron un salmo cada uno.

Pero recuerde, Asaf fue el director coral de David. Los hijos de Coré aparentemente fueron un grupo especial de cantantes provenientes de los Levitas en los días de David. Muchos de los Salmos que no tienen nombre de autor, se les atribuyen naturalmente a David. La sombra de David parece estar en todas partes del libro. El comparte su vida abiertamente con nosotros. Sus escritos nos han dado la oportunidad de saber que Dios nos cuida aun en momentos de desaliento.

En la colección tradicional, los 150 Salmos se dividen en cinco unidades o “libros”. Cada unidad termina con una frase de alabanza. Las cinco unidades son las siguientes: 1) Salmos 1-41; 2) Salmos 42-72; 3) Salmos 73-89; 4) Salmos 90-106; y 5) Salmos 107-150. Por supuesto cada Salmo es una unidad en sí mismo.

Los Salmos también contienen muchas profecías respecto a Cristo, el Mesías. Muchas de éstas se cumplieron en su primera venida; otras serán cumplidas cuando El venga otra vez.

El libro de los Salmos nos muestra un principio importante que debemos aprender en nuestra relación con Dios: honestidad. El compañerismo con Dios, como el compañerismo que disfrutamos con un amigo nuestro aquí en la tierra, demanda la verdad. La actitud que David nos muestra en este libro nos da un ejemplo de lo que Dios espera de nosotros en la adoración y la oración. Dios espera que expresemos nuestros verdaderos sentimientos. Ya sea que usted se encuentre como David, en el templo de adoración, desanimado, o en la danza de gozo, hay un Salmo que expresa sus sentimientos. Haga del libro de los Salmos su libro personal.

¿Separa usted cada día un tiempo definido de devoción, alabanza y oración? Si no, ¿principiará hoy mismo? ¡Es muy importante!

Cantar de los Cantares -lealtad y amor

Lea Cantar de los Cantares 1:1-14

Este libro es uno de los 1.005 cantos escritos por Salomón (1 Reyes 4:32). Su título “Cantar de los Cantares” sugiere que este es el mejor de todos. Debido a su tema, se han dado muchas explicaciones de su inclusión en la Biblia. Al estudiar estas explicaciones, descubriremos que este libro tiene un mensaje especial para nosotros.

En su significado literal, el canto se relaciona con las cándidas emociones del amor y el matrimonio. Los personajes principales son una doncella del campo llamada la muchacha de Sulam o la sulamita (6:13), su esposo, y un grupo de mujeres de Jerusalén. De acuerdo con otra interpretación, la muchacha campesina ha sido llevada a la corte real (1:1-2:7). Aunque el rey le expresa su amor, ella suspira por un pastor al que verdaderamente ama (2:8-7:9). Al final ella se reúne con él (7:10-8:14). Se han dado también muchas otras interpretaciones.

Los judíos pensaban en el Cantar de los Cantares como un retrato de la relación de Dios con su pueblo Israel. Era leído cada año durante la celebración de la Pascua. Mientras los israelitas lo oían, recordaban el amor de Dios para ellos y su liberación de la esclavitud de los egipcios. La unión entre Israel (la sulamita campesina) y Dios (el pastor) fue tan fuerte que ninguna apelación mundana (el rey) podría romperla. Otros pasajes del Antiguo Testamento también esbozan la relación entre Israel y Dios con la figura del matrimonio (véase por ejemplo, Isaías 50:1; Ezequiel 16, 23; y Jeremías 3:1-10). Esta representación también se usa en el Nuevo Testamento, donde las relaciones entre Cristo y la iglesia se describe como un matrimonio” (véase Efesios 5).

Como el libro de los Salmos, el Cantar de los Cantares es un llamado a los creyentes a entrar en una relación estrecha con Dios, una relación de amistad y amor.

Siguiente lección