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La Voz de los Profetas

Abraham Demostró Fe

Abraham tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido, por lo cual también su fe le fue contada por justicia.

Abraham dejó a la mayoría de sus parientes y comenzó de nuevo en una tierra extraña al obedecer el llamado de Dios. No tenía tierra propia, ni hijos. Pero aun así aceptó la palabra de Dios de que seria el líder de una gran nación, comenzando con su propia simiente. Sería el padre de los fieles.

Por supuesto, se llevó a algunos familiares cerca nos, como su esposa y un sobrino llamado Lot. Se llevó también equipo de viaje, como tiendas de campaña para una vida nómada, y algunos animales, como se acostumbraba en aquellos días.

Dios se le apareció a Abraham y en varias ocasiones habló directamente con él, pero también Dios le permitió a Abraham que aprendiera algunas lecciones propias. El llamado lo urgía a seguir adelante, y por largo tiempo Abraham tuvo que viajar por lugares extraños. Dios permitió que sufriera ciertas dificultades y pruebas para enseñarle, probarlo, y prepararle para ser el padre de los fieles.

Al bendecirlo Dios, aumentaron el ganado y los rebaños de Abraham, así como los de su sobrino Lot. Los pastores de Abraham y los de Lot comenzaron a discutir sobre la cantidad de espacio y agua que se les permitía a cada uno.

Abraham era un hombre de paz y compasión. «No haya ahora altercado entre nosotros dos», le dijo Abraham, *No está la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.»

A Abraham, por ser de más edad, le tocaba por derecho escoger la mejor tierra y agua. Pero le dijo a Lot que él escogiera. Como usted puede observar, Abraham sabia que Dios lo dirigida y lo protegería. No dependía de sus propias decisiones ni trató de hacer todo a su manera. Confió plenamente en Dios.

Lot tenía un carácter muy diferente. Confiaba en sus propias decisiones y no deseaba hacer la voluntad de Dios. No trató a su tío en forma amable y cortés. Era avaricioso y deseaba todo lo mejor para él. Escogió para él lo que parecía la tierra más hermosa y productiva. La llanura del río Jordán con sus ciudades le atrajo y lo tentó.

Hizo su decisión basado en su egoísmo y orgullo. De esa manera se alejó más de Dios. Las ciudades estaban corrompidas y más tarde Dios las destruyó. La familia de Lot fue esparcida, algunos murieron y otros sufrieron muchas dificultades.

Abraham se estableció en los altos de Canaán. No era una tierra muy atractiva para nadie. Pero El fue a esas colinas con la fe en que Dios le proveería lo mejor para su vida.

Allí Dios le habló y le dijo:

Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estas hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como en polvo de la tierra: que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también descendencia sera contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; a ti la daré.

Así, desde sus alturas donde se estableció, donde camino por la fe, Abraham captó la visión del propósito de Dios para la humanidad. Fue bendecido de nuevo por el Dios que toma en cuenta la fe por justicia.

Tarea a Cumplir

  1. Encierre en un circulo la letra al principio de cada declaración que da un ejemplo de cómo poner la fe en acción.
    a) Abraham creyó que Dios le daría un hijo.
    b) Abraham se estableció en una tierra extraña porque Dios se lo ordenó.
    c) Noé creyó que habría un diluvio.
    d) Noé construyó un arca.
    e) Abraham creyó que Dios le proveería lo mejor para él, así que le permitió a Lot que escogiera la parte de la tierra que él quisiera.
  2. Pídale a Dios en oración que le dé fe para creer en sus promesa y sométase a El para hacer su voluntad incondicionalmente. Quizá desee repetir esta oración:

Oh Dios, lleno de misericordia y compasión, alabado sea tu nombre para siempre. Así como buscaste al profeta Abraham y lo llamaste, llámame si te place mientras escucho tu voz. Tu sabes lo que mejor me conviene para mi vida. Dirígeme en el camino de la verdad y la vida. Amén.

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