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La Voz de los Profetas

Confirmó el Sacrificio Perfecto

Despiértense! ¡Escúchenme! ¡Estén atentos!

Ira, retribución y juicio vendrán sobre todos los que se han apartado de Dios. ¡Arrepiéntanse!¡Arrepiéntanse! ¡Vuelvan sus corazones a Dios!

El pueblo había escuchado estas advertencias de varios de los profetas. Pero llegó uno más, predicando junto al rio, repitiendo las mismas palabras. Era otro profeta más que le advertia al pueblo para que se arrepintieran, que aceptaran el plan de Dios para sus vidas, y que le sirvieran con sinceridad.

Este no era un hombre refinado, acostumbrado a moverse en la presencia de reyes, como Isaías. Era un hombre rúştico del desierto, vestido de pieles, que hablaba en lenguaje popular.

¿Por qué iban las multitudes de las ciudades y del campo a la orilla del rio para escucharle? Probablemente muy pocos de ellos podían explicar el fuerte impulso que sentían cuando este hombre los llamaba al arrepentimiento. No comprendian que ese era un tiempo particular de la historia. Sabían cómo actuar en forma religiosa y muy seguros de ellos mismos. Pero muy dentro de ellos sentian cierto anhelo y hambre. Escucharon las noticias acerca de un Mesías prometido, el Ungido, el Redentor que vendría. Qué diría este extraño profeta —a quien llamaban Juan el Bautista? ¿Por qué debían oírle?

En esta lección usted estudiará:

  • ¿Por qué debemos oir de Juan el Bautista?
  • Cuál mensaje nos trajo?
  • Cómo podemos estar seguros de que es verdad?

Esta lección te ayudará a:

  • Describir el lugar de Juan el Bautista en el plan de Dios.
  • Explicar el término Cordero de Dios.
  • Describir cómo se cumplió la profecía.
  • Obtener el deseo de aprender más acerca de Cristo.
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