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La Voz de los Profetas

La Naturaleza del Pecado

A Dios no le agradó la condición de la tierra. A la gente no le importaba nada. Seguían en sus caminos pecaminosos, porque no aceptaban la realidad de que el pecado es un estado del corazón horrible y ruin. Dios, por otro lado, estaba muy preocupado, porque sabía la verdad acerca del pecado. Sabia que la corrupción y la violencia no sólo constituían pecado en ellas mismas, sino que eran el resultado de la condición pecaminosa del hombre.

En ocasiones pensamos que el pecado es un acto de impiedad, realizado por una persona en cierto tiempo. Bien puede serlo, pero es mucho más también. La pura verdad acerca del pecado consiste en que el hombre está en esa condición porque se ha alejado de Dios. El pecado separa al hombre de Dios. El pecado es la negación a someterse a la voluntad de Dios. Es la negación del propósito del hombre, que consiste en servirle y agradarle a Dios. El pecado es el rechazo de la voluntad de Dios por parte del hombre. Consiste en negarse a escuchar la voz de Dios.

El pecado toma control de los seres humanos como una enfermedad mortal y les produce mucho sufrimiento, no sólo en la tierra, sino también en el infierno que espera a quienes se han alejado de Dios. Por ello a Dios le disgustó la condición pecaminosa de la humanidad. El sabía que no permitiria que el hombre siguiera en su mal camino. Sabía que tendría que venir juicio y destrucción sobre la tierra. Las manchas que el pecado habia dejado en la tierra nece sitaban ser limpiadas, de manera que la gloria de Dios brillara de nuevo en los corazones de su creación más preciada.

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