Artículo

La Voz de los Profetas

El Éxito de David

Después que David mató al gigante le dieron un puesto muy alto en el ejército. Dirigió a su pueblo hacia la victoria sobre las naciones idólatras que trataban de conquistarlos. Dios preparó todo de manera que pudiera tomar su lugar como rey. Durante cuarenta años reinó por el poder de Dios. Destruyó los ídolos y organizó la adoración del único Dios verdadero. Estableció a Jerusalén como ciudad santa donde se honró el nombre de Dios. El pueblo fiel llegaba en grandes multitudes a adorar allí. Llevaban a cabo la peregrinación a la Ciudad Santa.

En todas sus victorias David continuamente le dio a Dios el crédito de su éxito. Alabo a Dios y le dio gracias con palabras fuertes y llenas de gracia que nos han llegado hasta nosotros en el libro de los Salmos de David.

«Todas las naciones me rodearon», declaró David en uno de sus salmos, »mas en el nombre de Dios yo las destruí. Me rodearon y me asediaron, mas en el nombre de Dios yo las destruí. Me empujaron con violencia para que cayese, pero Dios me ayudó. Mi fortaleza y mi cántico es el Señor, y él me ha sido por salvación.»

«Te exaltaré, mi Dios, mi rey», dijo David en uno de sus poemas, «Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré y alabaré tu nombre. Cuán bueno es cantar alabanzas a nuestro Señor. Den gracias a Dios, cántenle alabanzas, cuenten todos sus actos maravillosos.»

Pocos seres humanes han expresado amor y devoción a Dios tan plena y hermosamente en palabras como lo hizo David. El sostuvo una estrecha relación con Dios y tuvo una profunda comprensión de la naturaleza de El. Si sentimos la necesidad de obtener un conocimiento mas personal de Dios, podemos aprender mucho de los salmos de David. Cuando nuestros corazones anhelen acercarse a Dios y conocer su verdad, comprender su revelación, debemos leer las preciosas palabras de David y meditar en ellas.

Tareas a Cumplir

Aprenda de memoria las siguientes palabras tomadas de un salmo de David. Quizá desee repetirlas en forma muy personal como su propia oración a Dios

Enséñame, oh Jehová, tu camino, caminaré yo en tu verdad Te alabaré. oh Jehová Dios mio, con todo mi corazón.

Siguiente lección