Artículo

La Voz de los Profetas

La Advertencia y La Promesa

Cuando Isaías dijo: “Aquí estoy, envíame a mi», estaba aceptando un llamamiento de Dios. Estaba diciendo: «Estoy dispuesto a ser mensajero de Dios.» Dios recompensó su obediencia y disposición dándole revelaciones de extrema importancia. Dios le permitió que llegara a ser uno de los profetas más grandiosos.

Aprendemos mucho de la visión y el llamamiento de Isaías. En primer lugar, aprendemos más acerca del interés de Dios por su pueblo. El Señor ve su pecado y dificultades. Se ofende por su desobediencia. Traza un plan para ayudarles y, como siempre, para llevarlo a cabo se necesita la intervención de un hombre por quien El pueda obrar. Dios preguntó:»¿Quién irá?» porque deseaba un hombre dispuesto a ir. Dios no llama a ninguna persona en contra de la voluntad de ésta. Nos ayudará y dirigirá si estamos dispuestos a recibir lo que nos ofrece.

Además, aprendemos de Isaías como podemos responder al interés de Dios por nosotros, La visión de Isaías creó conciencia en el de la santidad de Dios y el contraste de su propia condición pecaminosa. Sabía que no había manera de que pudiera purificarse a si mismo y prepararse para estar en la presencia de Dios. Sólo confesó su pecado y aceptó el método divino para limpiarle. No tuvo que hacer nada a parte de creer y aceptar la provisión divina de limpieza.

Isaías estaba dispuesto a ser el mensajero de Dios porque le amaba y respetaba, por lo que deseaba agradarle. Pero también había otra razón. Es decir, cuando consideró de esta nueva manera la santidad y el amor de Dios, se maravilló y entristeció por el pecado de su pueblo. Comprendió que estaban ciegos y sordos a la realidad de su religión. Isaías declaró que estaban actuando como hijos rebeldes. Eran como hijos que no obedecerían a su padre ni respetarían su sabiduría.

Isaías quería advertirles, porque sabia que se estaban destruyendo a ellos mismos. Habían caído en la trampa del mal y estaban indefensos. Isaías estaba dispuesto a ser el mensajero de Dios porque le amaba a El y a su pueblo. Su oficio de profeta les ayudaría a estrechar sus lazos de amistad.

Tareas a Cumplir

Encierre en un círculo la letra en paréntesis de cada frase que complete correctamente la siguiente oración:

Isaías estaba dispuesto a ser mensajero de Dios porque

a) amaba a Dios y quería agradarle.
b) quería advertirle al pueblo que por su pecado el juicio vendría sobre ellos.
c) sabía que Dios amaba al pueblo y quería salvarlos del juicio.
d) sabía que los actos religiosos del pueblo no los salvarían.

A continuación incluimos palabras tomadas de las profecías de Isaías. Le sugerimos que las aprenda de memoria.

¡Ay de los hijos que se apartan, dice el Señor, para tomar consejo, y no de mi… El Señor esperará para tener piedad de ustedes… será exaltado teniendo misericordia de ustedes; porque el Señores Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él!

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